PORTELL, s. XIX (guerres carlistes)


 

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ANY

REFERÈNCIA BIBLIOGRÀFICA

 

1875

Gener, 1. El general Oliver ens dona els noms de quina era l'organització. Ja ens diu la de gener del 1874 i, també, la gener d'aquest any [ens dóna moltíssima més informació, que es pot consultar en el llibre, com el quadre de comandament en juny de 1875]:

DIVISIÓN DEL MAESTRAZGO

Cuartel divisionario: Ninguno

 

INFANTERÍA

 

BRIGADA DE CASTELLÓN

Jefe de la brigada: Brigadier D. Pascual CUCALA

Ayudante del jefe de brigada: Capitán de cab. D. Ricardo MELIS

A las órdenes: Capitán de cab. D. Francisco CUCALA

Id.: Capitán de cab. D. Domingo VALLÉS

Jefe de Estado Mayor: Com. de infant. D. Manuel ANGULO

Capellán: D. Cristóbal SORIANO

 

Cuerpos

 

Batallón 1º del Maestrazgo. Jefe: T. C. D. Bautista CUCALA (400 plazas)

Batallón 2º del Maestrazgo. Jefe: Cor. D. Vicente VIZCARRO (350 plazas)

Batallón 3º del Maestrazgo. Jefe: Com. D. Severino MAS (300 plazas)

 

BRIGADA DE SAN MATEO

Jefe de la brigada: Cor. D. Manuel MARTÍ (a) 'Pancheta'

A las órdenes: Capitán de inf. D. José EMBUENA

Jefe de Estado Mayor: Com. de inf. D. Carlos BORRÁS

Batallón 4º del Maestrazgo. Jefe: Com. D. Jorge DALDA (210 plazas)

Batallón 5º del Maestrazgo. Jefe: Teniente coron. D. José COSTA (270 plazas)

Batallón 8º del Maestrazgo. Jefe: Com. D. Benito FONT-CUBIERTA (220 plazas)

 

BRIGADA DE GANDESA

Jefe de la brigada: Teniente coronel D. Antonio ORIOL

Batallón 7º del Maestrazgo. Jefe: Com. D. Antonio DIEZ (cura de Flix) (600 plazas)

Batallón 1º de Guias. Jefe: Comandante D. José COELLO (400 plazas)

Batallón 6º del Maestrazgo. Jefe: Teniente coronel D. José ROYO (270 plazas)

 

CABALLERÍA

 

Regimiento del Maestrazgo. Jefe: Com. D. Fernando YÁÑEZ (300 plazas, 250 caballos)

 

Partidas

 

Ronda de Onda. Jefe: Cap. de inf. D. J. MONTAÑÉS (a) 'Chavato' (70 plazas, caballos)

Ronda de Vinaroz. Jefe: Cap. de infant. D. José MIRAVET (40 plazas, caballos)

 

(TOTAL: 3.430 plazas, 250 caballos)

 

CABALLERÍA

 

120 fusiles Remingthon, 300 Berdan, 750 rayados y 1.140 lisos, recortads [recortados?] y escops [escopetas?].

Uniformes: Para 40 soldados de caballería y muy pocos en la infantaría.

Talleres de cartuchos: El de Villahermosa.

 

Batallón de Corredor. Jefe: Cor. D. José CORREDOR (700 infantes y 60 caballos)

Batallón de 'Sierra Morena'. Jefe: Com. D. Ramón Domingo (a) 'Sierra Morena' (700 infantes y 15 caballos)

 

Además de estas fuerzas existían algunas rondas. (pàg.97-98)

 

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 7-10. Oliver ens explica com ve amb Dorregaray a prendre possessió de l'exèrcit carlí, substituint a Lizarraga (el 22 de gener):

Habiendo llegado a Flix el día 7, según ya he dicho antes, permanecimos allí el 8 para descansar y adquirir noticias de la situación de Velasco y Lizarraga. Nada pudo averiguarse, y el 9 por la mañana marchamos de Flix por Ascó y Corbera a pernoctar a Gandesa. En el camino recibió el general Dorregaray una carta de Velasco en la que le anunciaba que al día siguiente se encontraría en Cherta, y que allí podían verse. El 10 llegamos a Cherta, no habiendo salido Velasco a recibir a Dorregaray porque decía estar enfermo, y envió en su representación al jefe de E.M. En la conferencia que ambos generales tuvieron, no pudo Dorregaray enterarse de todos los detalles concernientes a la comandancia general de Valencia, porque Velasco manifestó desde luego intención de marchar al día siguiente hacia Cataluña. Sin embargo, las noticias generales que facilitó, eran suficientes para formar desde luego un concepto bastante triste de la situacion en que nos encontrábamos.

Lo primero de que se ocupó Dorregaray fue de averiguar el paradero de Lizarraga, pero nada sabía Velasco, que se manifestó muy quejoso de la conducta de aquel. (pàg.66)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 9. Oliver ens parla d'una ordre general que es dóna en Gandesa:

Al saber ya en Flix que desde la marcha de D. Alfonso vagaban por aquel país un considerable número de individuo del ejército, dando margen a escándalos y cometiendo no pocos atropellos, cuyo mal exigía un inmediato remedio, se dio en Gandesa, el día 9 de Enero, una orden general especificando las jornadas que debían hacer los transeuntes, clase de documentos que habían de presentar, autoridades facultadas para expedirlos, y auxilios a que, según los casos y circunstancias, tenían derecho, imponiendo severas penas a los contraventores. (pàg.72)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 11-15. Oliver ens explica com ve amb Dorregaray a prendre possessió de l'exèrcit carlí, substituint a Lizarraga (el 22 de gener):

El día 11 nos separamos de Velasco y fuimos a pernoctar a Horta; el 12 a Beceite, 13 a Castell de Cabres, 14 a Forcall, sosteniendo un ligero fuego en los altos de Chiva con la guarnición de Morella, y el 15 a Benasal. Nada podía averiguarse de Lizarraga, y en este último punto encontramos a cuatro de los señores invitados para la magna reunión. Criticaron el modo de llamarlos, el punto elegido, la mala elección de muchos de los citados, y hablaron largamente de los desaciertos, excesos y atropellos cometios, así como de lo arruinado y desquiciado que se encontraba el país. (pàg.68)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 11. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens parla d'una conspiració contra el nou rei, Alfonso XII:

L'arribada del nou rei a València l'11 de gener i la posterior marxa cap a Madrid, el dia 13, més la reorganització de l'exèrcit del Centre amb la pèrdua de la divisió de Despujol, que se'n va anar al Nord, són els factors que causen la suspensió, per uns dies, de les operacions combinades contra els carlistes. Aquests van aprofitar l'ocasió per tornar a reviscolar. El general Lizárraga havia projectat atacar el nou rei mentre aquest anava cap a Madrid, però els capitostos locals no van creure oportú seguir-lo en aquesta ocasió. Així, per exemple, trobem Velasco i Cucala atacant Vinaròs. Només Vallès va fer cas a Lizárraga i va atacar Molina de Aragón el 13 de gener. (pàg.168)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


El general Oliver ho viu així:

En el estado en que se encontraba nuestro ejército, con la falta de elementos de todas clases, y con las precauciones que era natural hubiese adoptado el enemigo para la seguridad del viaje de su soberano, concibió Lizarraga el proyecto de marchar hasta Aranjuez, para retrasar, al menos, el viaje de D. Alfonso. Al efeto se trasladó a la provincia de Cuenca con las brigadas de San Mateo y Játiva, 1 batallón de la de Gandesa, la división de Castilla con el regimiento de caballería Maestrazgo, dando orden a Velasco para que con las brigadas de Castellón, Chelva y Segorbe, el batallón Guías del General y el regimiento caballería del Cid marchase a cortar el ferro-carril de Valencia y visitar aquellas ricas comarcas. Ni Lizarraga fue a Aranjuez, ni Velasco se movió del Maestrazgo.

Habiendo destituido Lizarraga a Villain, a quien puso preso en el Collado, lo reemplazó con el brigadier Vallés al que hacía poco había repuesto en el mando del Maestrazgo; y este jefe consiguió entrar en Molina de Aragón cogiendo prisionera a la mayor parte de su guarnición, y apoderarse de una bandera y algún armamento y municiones. Pero de nada sería esto, porque en cambio desertaron en aquella expedición un considerable número de voluntarios, quedando los batallones completamente en cuadro.

Velasco se puso enfermo y no se movió del Maestrazgo, en donde hizo una intentona sobre Vinaroz, cuya plaza empezaba a fortificar el enemigo. Dejó a Cucala que dirigiese la operación, y cuando Velasco acudía al sitio del combate con el batallón Guías del General, ya las fuerzas de Cucala estaban en completa dispersión, habiendo perdido bastante gente.

La vergonzosa salida de Cantavieja, la desastrosa expedición a Castilla y el descalabro de Vinaroz, aumentaron también de un modo doloroso los infinitos males que ya pesaban sobre el ejército real del Centro, llegando a un estado difícil de explicar, y mucho más de concebir. (pàg.62)

I encara en fa referència quan ve Dorregaray a substituir a Lizarraga:

(Dorregaray) criticó duramente el plan de Lizarraga de ir hasta Aranjuez, y la parte que a él le había encomendado, calificándolos de 'descabellados' y diciendo que 'solo estando loco' podía concebirlos; encomiando, como era natural, los suyos, y lo que decía hubiera hecho. (pàg.67)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Gener, 17-21. Oliver ens explica com ve amb Dorregaray a prendre possessió de l'exèrcit carlí, substituint a Lizarraga (el 22 de gener):

Marchamos el 17 a Villafranca del Cid y el 18 a Cantavieja, en donde estuvimos dos días esperando noticias de la situación de Lizarraga. El 20 marchamos a Linares y el 21 a Rubielos de Mora, a donde debió llegar Lizarraga la noche anterior. (pàg.68)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 21. Oliver ens explica la trobada dels generals Dorregaray i Lizarraga en Rubielos de Mora, i com aprofiten per criticar a D. Alfonso (fill del pretendent carlista Juan III i futur pretendent també al tron com 'Alfonso Carlos I', ja al segle XX, després de son germà Carlos VII), per deixar-se dominar per la seua dona i pels estrangers, és a dir "calçaces" i "poc espanyol":

De dejarse dominar por su señora y por los niños y algunos estrangeros de mala nota que le seguían, y que eran los árbitros de todo [...]. Terminó este cuadro añadiendo que permitía tuviera Dª María de las Nieves voz y voto hasta en los consejos de generales. De este último detalle nos hizo saber, que en uno de los días que estando encargado del E.M.G. fue a tomar la orden, contestaba por D. Alfonso su señora, y que visto esto, Lizarraga suplicó a D. Alfonso hiciera "que su señora se ocupara de las cosas de su casa, y que no tomara parte en lo que no la incumbía". [...]

Muchas verdades amargas debió decirle (Lizarraga a D. Alfonso), especialmente contra los estrangeros que llevaba a su lado, cuando D. Alfonso le contestó las siguientes palabras: "Estos estrangeros de quien tu hablas tan mal, valen para mí más que todos los españoles; lo cual no es estraño, porque al fin tengo la gloria de que por mis venas no corra la sangre española". A esto replicó Lizarraga: "Pues señor: mi mayor gloria y honra, después de la de ser cristiano, es la de ser español; y no cambiaría un solo español por todos esos estrangeros juntos". Eso lo refería el general Lizarraga el día 21 de Enero de 1875 en Rubielos de Mora, ante el general Dorregaray, el coronel Ferron y el que suscribe.  (pàg.69)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 22. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, diu:

22 de Enero.- El general Jovellar nombrado Ministro de la Guerra, es sustituido por el teniente general D. Jenaro Quesada. Por el lado carlista, el general Dorregaray toma el mando del Ejército Real del Centro sustituyendo a Lizárraga, e inicia una eficaz reorganización. Separacón de los mandos de Valencia y del Maestrazgo, nombrándose Comandante General de este último al brigadier Álvarez. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


El general Oliver ens diu com de baixa estava la moral en el bàndol carlista just abans de la presa de possessió de Dorregaray de l'exèrcit carlista:

La columnas enemigas habían invadido nuestro territorio, cobrado las contribuciones atrasadas, multas, raciones y fortificado algunos puntos de la mayor importancia, privando de este modo al ejército Real de los distritos más ricos. En sus expediciones dieron muerte o aprisionaron a un considerable número de individuos de las comandancias de armas o de los que se habían separado de sus fuerzas, consiguiendo llegar a inspirar un terror pánico a los nuestros, especialmente el arma de caballería por lo sucedido en la acción de Villafranca del Cid. La confidencia era casi nula, comunicaciones generales no las había, y el espíritu del país, al presenciar aquel cuadro desgarrador, se había vuelto completamente contrario. Los cuerpos especiales no existian; nada había hecho en artillería e ingenieros, y los trabajos de la maestranza y fundición habían sido destruidos por las columnas invasoras, que además se apoderaron de gran cantidad de municiones. No podía contarse con las piezas de campaña que estaban ocultas, porque ni el terreno era apropósito para ellas, ni tenían montajes, ni la situación de las columnas enemigas permitía sacarlas. Los hospitales de Valencia y el Maestrazgo se encontraban en un abandono criminal: los proveedores, a quienes se adeudaban grandes cantidades, no querían facilitar ya nada, y se dio el caso de que los enfermos y empleados pasaran días enteros sin tomar medicinas ni almentos de ninguna clase. Las obras de fortificación de Cantavieja destruidas; y las de Flix y el Collado mal trazadas [...] Los depósitos de jefes y oficiales eran focos de corrupción y escándalo, contándose en ellos un considerable número de individuos, muchos de los cuales podían prestar buenos servicios en el ejército activo. Y por último: las juntas de clasificación, creadas por D. Alfonso, no llenaban su verdadera misión, porque tomaban sus acuerdos sin sujetarse a reglas fijas, y esto dio margen a graves y profundos motivos de disgusto en el ejército.

Este era el verdadero estado del país y del ejército cuyo mando se encomendaba al general D. Antonio Dorregaray. (pàg.65-66)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 22-24. Oliver ens explica la trobada dels generals Dorregaray i Lizarraga en Rubielos de Mora, i com es separen:

Como también Lizarraga tenía dispuesta su marcha para el siguiente día, como Velasco, nos separamos de él en Rubielos, yendo a pernoctar el 22 a Manzanera, el 23 a la Yesa y el 24 a Chelva.  (pàg.70)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Gener, 27. Sobre una requisa general de cavalls per al regiment de cavalleria carlista:

No contando con recursos para la compra de caballos, y no siendo posible estender nuestro teatro de operaciones para adquirirlos, se dispuso una requisa general, porque ya he dicho que eran muchos lo que sin derecho para ello estaban montados. Designados quienes debían tener caballos de alzada o caballos que no llegasen a la marca, y en qué número, se ordenó al comandante general de caballería con fecha 27 de Enero que procediese a esta operación; y la hizo con tal sigilo y actividad, que muy pocos días después se vió aumentado el número de caballos en proporción bastante considerable. (pàg.108-109)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Febrer, 2. Diu Oliver:

Las quejas, tanto contra él (Cucala) como contra su banda, porque así podían calificarse sus fuerzas, se repetían sin interrupción. El 2 de Febrero se le ordenaba el castigo de su hermano Francisco por el apaleamiento del comandante militar de Villar de Canes, a quien arrebató un prisionero que llevaba para presentarlo al general Alvarez, y lo hizo ingresar en las fuerzas de su hermano. En Marzo cogió 4 espías de los más conocidos de su pueblo (Alcalá de Xivert), de quienes él mismo contaba mil atrocidades, y a pesar de habérsele ordenado hiciera entrega de ellos al comandante general, se ignora lo que medió entre Cucala y ellos, para que por sí y ante sí les diera libertad. También en este mes dispuso su hermano que una finca que poseía D. Joaquín Vidal, vecino de Alcalá de Chisvert, pasara a poder de otro dueño porque así le pareció conveniente. (pàg.125)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Febrer, 6. Ordre en la que es detalla quins components havia de tener cada batalló dels carlins:

En su vista se ordenó el 6 de Febrero que [v. quadre]

Que la plana mayor de los batallones constara de:

 

un coronel o teniente coronel primer jefe

un teniente coronel o comandante segundo jefe

un comandante encargado del detall [sic]

un ayudante de la clase de capitanes

un subayudante de la de tenientes

dos capellanes

un primer o segundo ayudante médico

un practicante

un alférez abanderado

un músico mayor

un maestro

un cabo de cornetas

un maestro armero

un cabo de gastadores

 

El batallón debía constar de ocho compañías, y cada compañía de:

 

un capitán

dos tenientes

dos alféreces

un sargento primero

cuatro (sargento) segundos

ocho cabos

dos cornetas

dos gastadores

quince soldados distinguidos

setenta (soldados) sencillos

Que la plana mayor de los regimientos de caballería se compusiera de:

 

un coronel primer jefe

un teniente coronel segundo jefe

tres comandantes

cuatro capitanes

dos capellanes

un primer ayudante médico

un primer profesor veterinario

dos (profesores veterinarios) segundos

dos sargentos primeros brigadas

un maestro

un cabo de trompetas

El regimiento constaría de cuatro escuadrones, y cada escuadrón de:

 

un capitán

cuatro tenientes

dos alféreces

un sargento primero

cuatro (sargentos) segundos

diez y seis cabos

cuatro trompetas

diez soldados distinguidos

sesenta y nueve soldados montados

doce (soldados) desmontados (para asistentes y cubrir bajas naturales)

 

Partiendo de estas bases, tanto los comandantes generales de las divisiones como el de caballería, fueron organizando las fuerzas, tropezando siempre con la carencia de personal útil y de armamento para elevarlas a la cifra reglamentaria. Así como de la infantería había un gran número de desertores por todo el país, con la caballería pasaba una cosa que tenía alguan semejanza. (pàg.107)

Seguint el fil d'aquest organigrama, dir que, quan parla del Maestrazgo, Oliver diu:

La división del Maestrazgo constaba en Enero de 1875, de las brigadas de Gandesa, San Mateo y Castellón, de a 3 batallones cada una, con un total de 3.430 infantes y 2.310 fusiles, más el regimiento de caballería compuesto de 300 hombres y 250 caballos; y tanto la división como la brigada de Gandesa, carecían de jefes que estuvieran encargados de ellas. Para el primero de dichos mandos estaba desde luego indicado el brigadier Vallés por el prestigio que allí gozaba, y para el segundo se esperaba de un momento a otro la llegada del general D. Rafael Alvarez. Los informes dados de Cucala, y el odio mortal que éste y Vallés se profesaban mútuamente, exigía estar muy sobre ellos, y procurar paulatinamente ir cambiando el personal de aquellas furezas, porque cualquier providencia radical hubiera acarreado indudablemente la deserción de la mayor parte de sus individuos. A nuestro paso por Benasal [el 15 de gener] se había presentado el brigadier Cucala, cumpliendo con la órden que para ello se le había enviado; y a los amigables consejos e instrucciones del general Dorregaray contestaba aquel haciendo las más firmes protestas de seguirlas incondicionalmente. [...] Las quejas, tanto contra él (Cucala) como contra su banda, porque así podía calificarse sus fuerzas, se repetían sin interrupción. El 2 de Febrero se le ordenaba el castigo de su hermano Francisco por el apaleamiento del comandante militar de Villar de Canes, a quien arrebató un prisionero que llevaba para presentarlo al general Álvarez, y lo hizo ingresar en las fuerzas de su hermano. En Marzo cogió 4 espías de los más conocidos de su pueblo [Alcalà de Xivert], de quienes él mismo contaba mil atrocidades, y a pesar de habérsele ordenado hiciera entrega de ellos al comandante general, se ignora lo que medió entre Cucala y ellos, para que por sí y ante sí les diera libertad. También en este mes dispuso su hermano que una finca que poseía D. Joaquín Vidal, vecino de Alcalá de Chisvert, pasara a poder de otro dueño porque así le pareció conveniente. [...] Y por este estilo cometía todos los días un sinnúmero de atropellos. [...]

El mariscal de campo D. Rafael Álvarez y Cacho de Herrera, tan conocido por sus heróicos hechos de armas en el Norte, fue el designado para el mando de la comandancia general del Maestrazgo. [...] Este era el jefe que a principios de Febrero se puso al frente de la división del Maestrazgo, que en tan lamentable estado se encontraba. Durante los primeros días pudo ayudarle en tan penoso cargo su valiente y malogrado hermano el teniente coronel D. Vicente Álvarez; pero herido éste poco tiempo después en la acción de Cervera del Maestre, no tenía quien ejerciera a su lado las funciones de jefe de estado mayor, hasta que más tarde se destinó para este cargo al brigadier D. José Navarrete, del que tan disgustado estaba por su poca actividad y descuido en el trabajo. Para reemplazar a Cucala en el mando de su brigada, careciendo como se carecía de jefes, se nombró al coronel D. Vicente Vizcarro que mandaba el 2º batallón. [...] La substitución de Vallés era más difícil, y sólo con el carácter de interino se nombró al coronel D. José Agramunt, cura de Flix, por lo mucho que conocía aquel país y las relaciones que en él tenía. [...] El general Álvarez organizó el batallón Guías del Maestrazgo, reuniendo todos los que tenían armamento Remingthon, y poniendo a su cabeza al bravo teniente coronel D. Antonio Oriol. Este batallón, que se distinguía en todas sus acciones y tomaba una parte muy activa en ellas, sólo contaba de unos 230 hombres. La división del Maestrazgo llegó a alcanzar en el mes de Junio la cifra de 3.733 hombres y 320 caballos; y esto dice bastante, sabiendo lo que sucedía con la brigada de Gandesa, los malos elementos de que disponía, el estado del país y la carencia de recursos. (pàg.124-131)

Encara sobre Cucala, diu:

Hacía algún tiempo que Álvarez venía recibiendo avisos de que algunos emisarios de Cucala entraban y salían con bastante frecuencia (y ocultándose de los nuestros) en Vinaroz y Castellón, que, como es sabido, estaban ocupados por el enemigo. Esto hizo aumentar la vigilancia que sobre aquellos satélites de Cucala se ejercía, consiguiendo adquirir la certeza de cuanto se decía. Visto lo cual, llamó Álvarez a Cucala, lo reprendió duramente, y lo amenazó con pasarlo por las armas si llegaba a su noticia que continuaban aquellas comisiones. Cucala negó estar en relaciones con el enemigo y continuó sus manejos ocultos; pero sabido por Álvarez que vigilaba sus pasos, y que en uno de los viajes de sus comisionados habían traído dos cédulas en blanco que obraban en poder de un cura amigo suyo, le mandó a decir por última vez "que anduviera con cuidado, porque su cabeza olía a pólvora" [...] Viéndose ya descubierto, y con la amenaza de Álvarez, refirio entonces, y no antes, al general Dorregaray, que era cierto estaba en tratos con el enemigo, "para ver si lo podía engañar y cogerle 50.000 duros que en metálico había pedido por pasarse con su brigada, y que este dinero podría servir para vestir la división. [...] Se aseguró que efectivamente el dinero había llegado a Castellón y el objeto a que se le destinaba; pero la actividad de las operaciones, que ya habían empezado, y la gravedad de las circunstancias, no dieron lugar a seguir la pista de aquel asunto. (pàg.148-149)

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1875

Febrer, 15. El 19 de gener, des del seu "cuartel general de Cantavieja", el general en jefe, Dorregaray fa un circular que entrarà en vigor el 15 de febrer on redueix els Governs Militars i les Comandàncies:

Nota 3ª (Pag. 154). Circular.

EXCMO. SR.- No ha podido menos de llamar mi atención el excesivo número de Comandancias de armas que existen en el distrito de mi mando, la mayor parte de las cuales carecen de utilidad, ocasionando gastos y privando a las fuerzas activas de muchos hombres que en ellas pueden prestar muy buenos servicios a la causa. Siendo una de las condiciones necesarias e indispensables para la buena organización de los ejércitos, que se cuente con los recursos necesarios para satisfacer a cada cual lo que por derecho le corresponda, y esto sólo es posible procurando que la administración del país sea económica y ordenada, evitando a toda costa cualquier género de abusos. Convencido de que el servicio en nada se resentirá reduciendo el número de Gobiernos militares y Comandancias de armas a lo que las necesidades del país y del ejército exige, he dispuesto que desde el 15 del próximo Febrero rijan las disposiciones siguientes:

1ª.- Se divide el territorio en que operan las fuerzas de mi mando, a excepción de las divisiones de Aragón y Castilla, para las que daré instrucciones separadas, en cinco Gobiernos que se denominarán "Gandesa, San Mateo, Castellón, Segorbe y Chelva", debiendo residir los Gobernadores respectivamente en Gandesa, San Mateo, Vistabella, San Vicente de Cortes y Chelva.

2ª.- El Gobierno militar de Gandesa lo formarán los antiguos de Gandesa y Morella; el de San Mateo, los de San Mateo, Ulldecona, Albocacer y Vinaroz; y el de Chelva, los de Chelva, Ademuz y Moya, quedando los de Castellón y Segorbe como antes estaban.

3ª.- Cada Gobierno militar se dividirá en las Comandancias de armas que a continuación se expresan: el de Gandesa, en las de Ascó, Arnés, Cherta, Caseras, Flix, Miravet y Santa Bárbara; el de San Mateo, en las de Albocacer, Alcalá de Chisvert, Benasal, Cervera del Maestre, Cuevas de Vinromá, Chert, La Cenia y La Todolella; el de Castellón, en las de Artana, Alcora, Adzaneta, Borriol, Fansara, Lucena, Oropesa y Onda; el de Segorbe, en las de Begis, Eslida y Montan; y el de Chelva, en las de Ademuz, Andilla, Losa, Moya, Sot de Chera y Sinarcas. [...]

Dios guarde a V.E. muchos años. - Cuartel general de Cantavieja a 19 de Enero de 1875. - El general en jefe. Antonio Dorregaray. (anexe, pàg.46)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Febrer, 16 o 17. El general Álvarez (carlí) creua l'Ebre:

El 16 o 17 de Febrero pasó el Ebro el general D. Rafael Álvarez, e inmediatamente se puso al frente de un corto batallón que operaba en las inmediaciones de Mora de Ebro, entrando con él en este punto, cuya guarnición redujo al castillo. Debiendo presentarse al general en jefe, salió al día siguiente en dirección a Chelva, recibiendo en el camino su nombramiento de comandante general del Maestrazgo. [...] En Benasal encontró el regimiento caballería del Maestrazgo, y desde allí envió las órdenes necesarias para que concurrieran a Albocacer las brigadas de Castellón y San Mateo. (pàg.168-169)

OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Febrer, 17. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens parla del joc brut que sovint passava en aquestes guerres:

Malgrat tot, el 17 de febrer encara el trobem (Cucala, abans de ser separat de la seua brigada i passar a Cantavella) atacant Montenegro, prop de Castelló. En represàlia d'aquest atac, Montenegro entra a Alcalà i agafa mares i germanes (63 en total) dels quintos que estaven a la partida de Cucala. Les va traslladar a Vinaròs amb carros i allí van estar tancades més de vint dies. (pàg.168)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Febrer, 22. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, diu:

22 de Febrero.- D. Rafael Echague reemplaza al teniente general Quesada en el bando liberal. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1875

Març? Continua dient Oliver:

Nótese bien, que ya desde esta fecha (2 de febrer) se daba cuenta a D. Carlos del triste estado de aquellas fuerzas, ya que después transcurrieron 'cinco meses' hasta nuestra salida del Centro, sin que nada, absolutamente nada, hubiera hecho en su favor. No teniendo ya objeto nuestra estancia en el distrito de Chelva, en donde era imposible racionar las fuerzas, y siendo conveniente irse enterando del estado de todas, nos dirigimos a Aragón en donde con más desahogo podían subsistir, e intentar también alguna operación contra las columnas enemigas que operaban en aquel Reino. Al efecto marchamos desde La Yesa a Torrijas en donde se presentó el brigadier Boét [...]. Desde Torrijas nos dirigimos por Sarrión a Mora de Rubielos, y desde este pungo a Alcalá de la Selva, en donde se encontraba el brigadier Gamundi que tenía sus fuerzas en Gudar y Allepuz [...]. Nos trasladamos por Linares a Mosqueruela en donde se estableció el cuartel general como punto más estratégico, pues desde él podía acudirse con prontitud, bien al socorro de las fuerzas de Aragón y Maestrazgo, o bien al de las de Valencia y Castilla [...]. Las operaciones que el general Alvarez había emprendido contra la columna Morales nos llamaron a su distrito, y al efecto marchando por Villafranca del Cid, Benasal y Tirig, llegamos a San Mateo en donde reinaba gran entusiasmo por la bizarría y arrojo con que el citado general se estaba conduciendo; y después de dar un corto descanso, seguimos por La Jana a Trahiguera y San Jorge. [i continua amb l'acció de Cervera, del 17 aprox.] (pàg.187)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Març, 1. El 16 de febrer, des del seu "cuartel general de La Yesa", el general en jefe, Dorregaray fa un circular que entrarà en vigor el primer de març on s'incrementa la comunicació entre els pobles (correus):

Circular.

EXCMO. SR.- Al hacerme cargo del mando de este ejército Real de Centro, entre los muchos defectos de que adolecía tanto la organización civil como la militar, llamó muy especialmente mi atención la carencia absoluta de medios de comunicarse unos pueblos con otros. Los gravísimos perjuicios que esto proporciona a la industria, al comercio, a los particulares y en general al bien de la causa, son conocidos de todos, y escuso por lo tanto ocuparme de ellos. Como todos los pueblos tienen que facilitar diariamente un cierto número de hombres para la conducción de oficios, pensé desde luego que este mismo servicio debía utilizarse, regularizándolo y desarrollándolo, para la trasmisión de toda la correspondencia. Al propio tiempo pude observar que el trabajo de los Gobernadores, Comandantes de armas, y demás centros militares o civiles no era tan excesivo, que no dispusieran los individuos empleados en los mismos del tiempo necesaria para desempeñar además una Administración de comunicaciones. La gran economía que de este modo se haría en el ramo de correos, al utilizar para el servicio del mismo todos los Centros civiles y militares cuya existencia fuese de absoluta necesidad, las cantidades que por concepto del franqueo había de percibir la Real hacienda, y las ventajas que siempre reporta el orden en todos los ramos, no podía menos de redundar en bien de los pueblos y del ejército. [...] He dispuesto lo que se ordena en los artículos siguientes; en la inteligencia de que cualquiera, sea de la clase o graduación que fuere, que no cumpliese exactamente lo que como de su obligación le corresponda, lo consideraré como inútil para el servicio del Rey y será por lo tanto despedido de él.

Art.º 1º.- Quedan encargados de las Administraciones de correos en el territorio de mi mando, todos los Gobernadores militares, Comandantes de armas, Delegados de las Reales Diputaciones en las pagadurías, los Presidentes de la Junta clasificadora y Consejo de guerra permanente, los Jefes encargados de los reinos de Valencia y Aragón, los Jefes de los depósitos de Sres. jefes y oficiales y los administradores que se nombren para Benisanet, Bot, Castellfort, Cinctorres, Corvera, Fatarella, Forcall, Hervés, Horta, La Mata, Hortells, Pinell, Villafranca del Cid, y Zurita, en el distrito de Gandesa; Aldover, Ares del Maestre, Vallestar, Canet lo Roig, Catí, Mas de Barberans, Pobla de Benifasá, Regués, Rosel, Salsadella, Sierraengarceran, Tirig y Vallibona, en el distrito de San Mateo; Alcudia de Veo, Argelita, Barracas, El Toro, Espadilla, Gaibiel, Matet, Pavía, Pina y Puebla de Arenoso en el distrito de Segorbe, Alpuente, Aras de Alpuente, Calles, Canales, Casas Bajas, La Yesa, Santa Cruz de Moya, Titaguas y Tuejar, en el distrito de Chelva; Artana, Ayodar, Benlloch, Cabanes, Castillo de Villamalefa, Chodos, Culla, Figueroles, Ribesalbes, Tales, Torre Endomenech, Useras, Benlloch y Villafamés, en el distrito de Castellón.

Art.º 2º.- Los Gobernadores militares de los distritos, puestos de acuerdo con los que mejor conozcan el personal, designarán entre los jefes, oficiales e individuos de las clases de tropa procedentes de los atiguos Gobiernos y Comandancias de armas, que con arreglo a la nueva organización quedan excedentes, los que, sabiendo leer y escribir al menos, puedan por sus buenos antecedentes y circunstancias desempeñar las Administraciones que en cada distrito se crean; en la inteligencia de que solo percibirán en conceptos de raciones y haberes diez reales diarios, que les serán abonados por las pagadurías de distrito.

Art.º 3º.- Por ahora sólo se expedirá la correspondencia particular para los pueblos comprendisos en las dos tablas que se acompañan, pudiendo sin embargo los pueblos que no tuvieran este servicio [com Portell?], ponerse de acuerdo con los más inmediatos en donde lo hubiese para su conducto recibir la correspondencia. [...]

Estas disposiciones empezarán a regir desde 1º del próximo Marzo. Dios guarde a V.E.m.a. - Cuartel gral. de La Yesa, 16 de Febrero de 1875. - El general en jefe. Antonio Dorregaray. (anexe, pàg.47-51)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Març, 4-5. Accions al Maestrat. Dorregaray, des de Sant Mateu, en una carta de 15 de març, li envia informació a D. Carlos:

El día 4 del corriente salió de San Mateo en dirección a Canet, la brigada Morales, compuesta de 4,000 infantes, 100 caballos y 4 piezas Plasencia, hallándose a la sazón el referido general en Albocacer. Dadas las órdenes convenientes para salir al encuentro del enemigo, aunque ligeramente, llegaron a tirotearse las avanzadas, pernoctando ambas fuerzas en Canet y Albocacer, a la espectativa de sus respectivos movimientos. A las 9 de la mañana del día siguiente 5, la columna Morales se movió de Canet lo Roig bajando frente a Chert a la carretera de Morella. Dos batallones de la 3ª brigada del Maestrazgo, situados en el Mas de Cremat, rompieron fuego que fue contestado por la fusilería y artillería enemiga, situada esta última a 300 metros de nuestras posiciones en la venta o masía de la Serafina. Rudamente atacado por dos compañías y una sección de nuestra caballería, a la hora de haber comenzado el combate inició el enemigo su retirada por el camino de San Mateo, verificándola sin detenerse hasta llegar a la Torre. Avanzaron los nuestros hasta el cerro de las Horcas, en cuyo punto resistieron los disparos de la artillería contraria situada al frente de la Torre. Apercibido el enemigo de que por la carretera de Morella avanzaba un escuadrón nuestro, continuó la retirada entrando en San Mateo a las dos y media de la tarde, de donde poco después intentó salir; pero al ver que la segunda brigada del Maestrazgo había avanzado y ocupaba las posiciones del Mas del Colls [sic], no bien se había separado unos mil metros, se retiró nuevamente encerrándose en dicho punto, en donde pernoctó vigilado por nuestros leales voluntarios. El 6, no sin ser vivamente fogueados, abandonaron los "alfonsinos" a San Mateo, dirigiéndose a Trahiguera en donde hicieron noche; parocurando el general Álvarez no se apercibieran de la vigilancia que sobre ellos ejercía, porque temía se encerraran en Vinaroz, y deseaba atacarlo rudamente en posiciones que le fueran más ventajosas que las que hasta entonces había podido ocupar. El 7, no creyendo sin duda que nuestras fuerzas insistieran en su persecución, y mucho menos que en este lugar le presentaran batalla, se dirigieron a La Cenia con objeto de disimular la penosa retirada que se veían obligados a efectuar, y de la cual estaban apercibidos en Vinaroz; siendo grande su sorpresa, cuando a los pocos minutos de llegar a dicho pueblo vieron a nuestros batallones que ocupaban las posiciones. [...] (El día 8) al cuarto de hora de marchar (Álvarez) recibió aviso de que el enemigo se retiraba a Ulldecona, en vista de lo cual se lanzó a la carrera sobre él, obligándole a aceptar la batalla según le proponía. Ocupadas las posiciones del Mas del Roc por seis compañías del 4º batallón del Maestrazgo, y por el 6º las del Mas del Ullastre, después de atravesar el barranco. [...] A pesar de la lluvia de granadas y del nutridísimo fuego de la fusilería, fue tan violento el ataque, que no pudiendo resistir el enemigo, se encerró en La Cenia [...] (nuestro ejército) se dirigió a Rosell donde pernoctó. Antes de amanecer el 9 emprendió nuevamente la marcha sobre La Cenia. [...] Nuestras bajas han consistido en tres muertos, entre los que se cuenta el bizarro coronel D. Manuel Royo, feje del 6º del Maestrazgo. [...] Tengo la satisfacción de manifestar a V.M. que el resultado de estas operaciones ha producido un entusiasmo sin límites entre los voluntarios y los pueblos, pues muchos de estos han presenciado la precipitada fuga de nuestros enemigos. [...] Cuartel general de San Mateo, 15 de Marzo de 1875. - Señor. - A.L.R.P. de V.M. - Antonio Dorregaray (pàg.170-172)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Març, 11. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, diu:

11 de Marzo.- Cabrera firma en París el reconocimiento de D. Alfonso XII y pone su prestigio al servicio del final de la guerra. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


Sobre això, diu Oliver:

Aún teníamos que pasar por una nueva tortura: Cabrera se proclama "alfonsino", y corre la noticia con la velocidad del rayo. Conocidos de todos es la influencia que Cabrera ejercía en el Maestrazgo, y muchos motivos que para ello existían; inútil es por tanto que me ocupe de demostrarlo. Verdad es que Cabrera ejercía su influencia como carlista, y ahora aparecía como "alfonsino"; y que por tanto, debía suponerse una gan diferencia entre el número de partidario de antes y el número de partidarios que arrastrara por el camino que se había trazado. Pero poco o nada debía temerse al número. Cabrera carlista era, indudablemente, la primera figura del partido, y su nombre parecía tener una influencia mágica. Díganlo sinó, los muchos que sin conocerlo, y aún sin conocer toda su historia, sólo esperaban la garantía de estar Cabrera al frente para ofrecer sus servicios al partido carlista. Pero Cabrera "alfonsino", con la historia de su vida, perdía por completo todo su prestigio, influencia y consideración, mereciendo, a lo sumo, la compasión de algunos. Cabrera no podía producir más daño material que la separación de un reducido número de hombre, eu bien desesperados por su inmerecida situación, como Rada, o bien por ser la escoria de nuestro partido y estar generalmente despreciados, se acogieron a él como a su única áncora de salvación. Pero en cambio de esto, Cabrera producía un daño moral de muchísima consideración, y que pocos han querido o creído deber reconocer. Cabrera dió un vigorosísimo impulso a la desconfianza que reinaba en el partido carlista, y las consecuencias de esto no es preciso ser muy lince para comprenderlas. [...] (Dorregaray) da la siguiente proclama en Benasal, y el entusiasmo que despertó entre aquellas fuerzas fue indescriptible. Decía así:

"VOLUNTARIOS, grande es mi pena al anunciaros que D. Ramon Cabrera ha sido traidor a la santa causa que defendemos, a nuestra querida Patria y a nuestro muy amado Rey y Señor Don Carlos VII. Me ha causado esta penosa impresión, porque jamás hubiese creído, a no tener a la vista las pruebas que tengo, que el que fue primer campeón de nuestra causa, desertase de ella como un simple recluta, encargándose de desempeñar el triste papel de jefe de confidentes que le ha sido confiado por el gobierno revolucionario de Madrid. El hombre que tanto blasonaba de querer a su Patria, no ha titubeado en arrojar en medio de la lucha que sostiene una nueva tea que la ensangrienta y empobrezca. El hombre que [...] ¡Viva la Religión! ¡Viva España! ¡Viva el Rey D. Carlos VII! Vuestro general en jefe, Antonio Dorregaray."

El general Álvarez y el brigadier Gamundi (Valderrobles, 27 de Marzo de 1875) dieron también al propio tiempo estas otras [...]. (pàg.142-143)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Març, 14. Accions en la Fresneda. Dorregaray, des de Benassal, en una carta de 19 de març, li dóna notícia a D. Carlos:

En la mañana del 14 del corriente llegó a noticia del brigadier Gamundi, por conducto completamente fidedigno, que una columna enemiga, fuerte de 5 batallones, 180 caballos y 4 piezas, mandada por el jefe Calleja, había salido de Valdealgorfa con dirección a La Fresneda, distante dos leguas de aquella población. [...] Pudiendo formar 4 batallones incompletos [...] se posesionó de los montes Torzales de Bollá y Voldo y Algeceras de La Fresneda, inmediatos al pueblo de donde se albergaba el enemigo, con el fin de atraerle allí para que su derrota, que ya contaba segura, fuese más completa. [...] En lugar de avanzar, cual su dignidad perdida reclamaba, tomó por toda providencia la de salir del pueblo con mucho sigilo y mil precauciones en dirección de Alcañiz, encerrándose dentro de los muros de aquella ciudad. (pàg.162-163)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Març, 16-17. Grau, en un article sobre Ulldecona, parla dels moviments de les tropes:

El mateix dia 16, però procedent de la vora de Castelló i després de passar per Vinaròs, es presenta a Ulldecona el general liberal Echagüe, "donde entró el 16 con la brigada Sequera, formada provisionalmente con los batallones de Figueras, Mérida y reserva número 15, cuatro compañías del 2º de Albuera, seis piezas de montaña y 50 cabalos del regimiento de España", després de deixar a Vila-real altres tropes que protegien la recomposició del castell. A conseqüència d'aquest avançament, les forces carlistes que ocupaven Ulldecona van anar en direcció Traiguera, la Jana, Sant Jordi, Canet i Cervera. Echagüe va seguir en la seua persecució, juntament amb les brigades de Morales i Sequera. El dia 17, l'avantguarda del petit exèrcit va intercanviar uns tirs amb els carlistes als afores de Càlig. Aquests van fugir en direcció Cervera, on va tindre lloc una important batalla. Echagüe es va dirigir finalment a Castelló, no sense ser ben conscient que deixava un Maestrat ple de carlistes. (pàg.172)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Març, 17. L'acció de Cervera, segons Oliver (carlista):

Cuando el general Álvarez se encontraba en Cervera, antes de la acción de este nombre, no confiando mucho en la vigilancia que tenía ordenada, salió con su estado mayor y escolta en dirección a Calig, con el fin de cerciorarse por sí mismo de si se cumplían bien sus órdenes. A la cobardía del capitán de caballería que mandaba la avanzada, y que pocos días después se presentó al enemigo en Castellón, debió el general Álvarez el no recibir aviso de la salida de éste, y verse sorprendido en el camino por una escarga que a quemarropa le hicieron, de la que resultó herido un soldado de su escolta. Logra escapar de aquella sorpresa y, mientras su hermano queda conteniendo al enemigo con una sección de caballería, él marcha a Cervera y consigue establecer una compañía del batallón de Guías a la entrada del pueblo y otra en una altura sobre la izquierda del mismo. Uno de los batallones de la brigada de San Mateo se colocó en el destruido castillo de Cervera, y los dos restantes tomaron posiciones sobre la Rambla. Entretanto, a Cucala, que con su brigada se encontraba en La Jana y Trahiguera, se le envió orden para que inmediatamente se replegara; y conseguido esto, ocupó también los altos sobre la Rambla, desde cuyas posiciones se sostuvo un fuego prolongado y nutridísimo hasta que se fueron agotando las municiones. [...] Trascurridos algunos días, y cuando aún se encontraba el general Álvarez en Albocacer, supo que Montenegro se dirigía a San Mateo. Puesto de acuerdo con el general Dorregaray para atacar al enemigo en el último punto, y en marcha ya, supo que éste salía para Vinaroz. Continúan nuestras fuerzas tras él hasta Cervera, y visto que no tenía ánimo de atacarnos, marcha Álvarez a recorrer sucesivamente los pueblos de Borriol, Alcora, Onda, y desde aquí a Alcalá de Chisvert y Benicarló, puntos no visitados hacía tiempo por fuerzas carlistas de alguna importancia, consiguiendo con esto, levantar el espíritu del país, que estaba muy decaído. (pàg.172-173)

Més avall en torna a parlar d'aquesta "Acción de Cervera del Maestre" (pàg.188)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Març, 24. Grau, en un article sobre Ulldecona, parla de més enfrontaments:

Echagüe es va quedar a la Plana de Castelló i, segons va manifestar en un escrit datat el dia 24 a Vinaròs, havia destrossat "una ronda enemiga de la provincia de Tarragona". Aquesta ronda no és altra que la que comandaba el 'Nen de Prades', i fou derrotada a Xerta. (pàg.172)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Març, 28. Llegim en els diaris 'La Correspondencia de España' del 28 de març, i el 'Diario de Barcelona' del 31 de març de 1875, la mateixa informació, gairebé calcada; :

El escaso número de comandantes de armas carlistas que quedan en el Maestrazgo, se han visto obligados, la mayor parte, a abandonar sus dominios y, otros, a tomar toda clase de precauciones. El del Forcall ha abandonado por completo dicho pueblo, trasladándose al de Todolella, que dista del anterior unos tres cuartos de hora; el de la Mata, que según noticias es un francés, de oficio relojero, no se ha creído tampoco seguro y se ha subido a Portell, pueblo distante una hora escasa de la Iglesuela y, por lo tanto, en los confines de las provincias aragonesas; y el de Zurita, uno de los últimos pueblos del Maestrazgo, aunque no ha abandonado por completo la población, se retira por las noches al monte, buscando la espesura de los pinares, un abrigo seguro a donde no lleguen las contraguerrillas de Morella.

[La Correspondencia de España: diario universal de noticias. Año XXVI. Núm.6326. Pàg.2. Domingo, 28 de Marzo de 1875. Madrid.] (hemeroteca: prensahistorica.mcu.es)

[Diario de Barcelona. Núm.90. Miércoles 31 de Marzo de 1875. p.3285.] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1875

Abril, 26. Llegim en el diari 'La Correspondencia de España' del 28 de març de 1875:

No se ha confirmado la noticia que nos dieron de Castellón, como dudosa, de haber llegado la facción Dorregaray a Cuevas de Vinromá. Las noticias de hoy nos presentan a aquel cabecilla en el alto Maestrazgo, recorriendo las poblaciones de Iglesuela, Cantavieja, Mosqueruela, Villafranca y Portell.

[La Correspondencia de España: diario universal de noticias. Año XXVI. Núm.6355. Pàg.2. Lunes, 26 de Abril de 1875. Madrid.] (hemeroteca: prensahistorica.mcu.es)


1875

Maig. En un imprescindible llibre de Ciro Bayo, on parla de les seues vivències en la guerra, ens fa reflexions com aquesta, que trobem en un llibre que va publicar 40 anys més tard:

En suma, que aunque parezca extraño a economistas y pacifistas, la gente estaba bien avenida con la guerra, y aunque sea repetirme, muchos la miraban, bien así como una corrida de toros, cuanto más sangrienta mejor. No por eso se daba fe entera a los partes de la guerra. De ser exactas las bajas que traían la 'Gaceta' o 'El Cuartel Real', cada uno de estos diarios arrimando el ascua a su sardina, la juventud española no daba abasto a tanto muerto, herido y contuso que los partes sumaban todos los meses. Lo que sí se aprendía era mucha geografía patria, con tanto reseñar itinerarios, marchas y contramarchas de columnas liberales o carlistas. (pàg.393)

Aquest jove, amb només 16 anys, volia anar a la guerra fos com fos:

Volé furioso de la oficina militar, pero resuelto a salir con la mía. Ya que no me dejaban ser oficial alfonsino, sería oficial carlista. Recordaba haber leído en los periódicos que Dorregaray había establecido recientemente un colegio de cadetes en Mosqueruela. [...] Y sin decir nada a nadie, despidiéndome a la francesa de mi vecinita, por miedo a que me delatara, callado y silencioso como un zorro, salí de casa una mañanita de últimos de mayo y tomé el tren a Murviedro. (pàg.395)

I fa via cap a Mosquerola:

Me internaba, sin saberlo, en tierras del 'Maestrazgo', especie de provincia aparte entre Valencia, Alcañiz y Castellón de la Plana, perteneciente un tiempo a las órdenes militares; país sumamente accidentado con más montañas que llanuras, y más piedras que árboles. Con tantas subidas y bajadas, las distancias parecen doble largas -dice la gente del país-; ¡Dios sabe a través de qué barrancos, de qué abruptas sendas por las que apenas puede andar el caballo! [...] Todo el que haya andado por caminos reales, con los ojos abiertos, habrá tropezado muchas veces con reatas de cuatro o seis carros, marchando uno tras otro y cargados hasta los topes. Durante el trayecto por el llano o por la cuesta abajo, esos carros van hendiendo la carretera con sus llantas como cuchillos, llegan a una cuesta, y como no tienen fuerza para subirla, se ayudan de unos a otros, desenganchando las mulas que hagan falta, para engancharlas en el carro que va a la cabeza. Para arrancar hacen girar a la mula de varas, iniciando con ello un bache, siguen rompiendo el camino con el enorme peso, descansan varias veces en la subida, vuelven a guiar para arrancar, iniciando un nuevo bache a cada descanso; y cuando ya el primer carro venció la cuesta, se desenganchan todas las mulas para subir el segundo carro, y luego el tercero, y después el cuarto, sembrando así la destrucción por donde van pasando. (pàg.411 i 412)

Arribant, finalment a Cantavella:

Al otro día dimos vista a Cantavieja desde los altos de Mosqueruela. No obstante su elevación sobre el nivel del mar (1.239 metros, según Coello), la villa está dominada en todas direcciones por alturas inaccesibles, siendo la más característica 'La Muela', nombre que indica la configuración de la pétrea mole desde la cual, en días muy serenos, se descubre el mar de Castellón. La población está asentada sobre una enorme roca que sirve de pavimento a sus calles, y bordeada de barrancos. No se ven más caminos que los que vienen de Iglesuela del Cid por el sureste y de Mirambel por el noreste. La roca de Cantavieja aparece en medio del severo anfiteatro como un castillo de la Edad Media. Después de Morella es el punto más estratégico del Maestrazgo; un tiempo fue la metrópoli de los bailíos templarios y ahora estaba convertida en metrópoli carlista del Centro. (pàg.416)

Ens explica el perquè de les marques que s'escrivien en les façanes de les cases:

La fuerza hizo alto en la plaza de la iglesia, y como en el pueblo no había cuarteles los brigadas fueron repartiendo alojados por las casas, misión que facilita la costumbre que tienen estos pueblos de indicar en las fachadas la calidad y el número de huéspedes militares que puedan alojar, así: 'un jefe'; 'capitán'; 'dos oficiales'; 'sargento y cuatro soldados', etc. (pàg.417)

Es presenta com a voluntari del 'batallón de almogávares'. Té una converça molt interessant amb el seu comandant, Morinchón, que dedicava el seu temps lliure traduïnt clàssics llatins al castellà:

Las carreras literarias son un lujo que a muy pocos resuelven el problema de vivir. Ahí tienes dos ejemplos prácticos: un bachiller como tú, que se escapa de casa y tiene que apencar al chopo; y un teólogo y humanista como yo, que al verse arruinado tiene que recurrir al chafarote. [...] Hoy se requiere algo más que la enseñanza elemental y técnica. Ahí tienes el 'foot-ball' de los ingleses, que puede servirte de ejemplo para que compares un método con otro. Los españoles jugamos a la pelota mano a mano; los ingleses, aun jugándola con los pies, ponen el concurso de todos los esfuerzos de la habilidad y de la fuerza para asegurar el éxito, en lucha contra un equipo. (pàg.424 i 425)

Resulta curiòs com aquest comandant no veu bé el que diu el líder del carlisme en el Parlament, Guijarro, sobre la 'Ley Sálica':

He de confesarte que a mí no [me convence], por lo que toca a la Ley Sálica. ¿Cómo negar la real potestad en la nación de una Berenguela, de una María de Molina, de una Isabel, sobre todo; hembras que gobernaron mejor que muchos varones? Pues si la supradicha ley se hace derivar de Francia, por lo que nuestro primer Borbón la adoptó para su sucesión hereditaria, tampoco es verdad. (pàg.425)

En maig, entra en acció i va direcció Aliaga. Ens va dient què va trobant pel camí:

Al siguiente día, en Villar de los Navarros, sitio abundante en nogales, acerolos y 'minglanas' o granadas. [...] Hacia la parte de Aliaga se extienden praderíos con 'masadas' o casas de labor. Por algunos afluentes del Jalón no parece sino que las piedras se transforman en truchas, las hay muy grandes y excelentes, de las que llaman 'asalmonadas' y en los pueblos las venden a bajo precio. La fruta de este lado es tempranera como la de Valencia, y por las sendas del camino asoman, incitantes, magdalenas y buenos cristianos, morros de vaca y cueros de dama, extraños nombres con que se conocen distintas variedades de peras y manzanas. [...] La ración de etapa que sacábamos a los vecinos no consistía en fruta precisamente, sino en un celemín de alubias, dos holgazas y tres libras de carne por cada cinco hombres de la columna. El resto se pagaba a los proveedores. (pàg.436 i 437)

Una altra reflexió del comandant Morinchón, en aquesta ocasió sobre tàctiques militars, en clara crítica al seu general ("general en jefe" o "generalísimo"), Dorregaray, el marqués de Eraul:

Aceptar batallas campales en el Maestrazgo es ir derecho al fracaso. La guerra de partidas es la única que puede preparar la formación de un ejército faccioso; vagar por los montes, destruir comunicaciones, sacar impuestos a los pueblos indefensos, llevarse de grado o por fuerza mozos, huir siempre, disgregarse, reunirse para dar un golpe seguro, mantener la alarma en el país, todo esto da tiempo a que los reacios se incorporen y los tibios se decidan y se desprestigien los jefes de las fuerzas del Gobierno. Mientras haya un hombre en armas, está la esperanza en pie. Cuando la guerra de Independencia, Mina, dueño del 'Centro' (Navarra), batió a 60.000 franceses dueños de la 'circunferencia', aun cuando estos eran los primeros soldados del mundo. Además, con la prolongación de la lucha, los rebeldes ganan tanto como pierden las fuerzas del Gobierno, pues siempre obtiene una victoria sobre el derecho y la ley el que contra la ley y el derecho se mantiene en rebeldía: prescindo ahora de quién tenga razón. (pàg.444)

El comandant Morinchón li dona també una explicació del perquè la boina és el símbol dels carlins:

Cuando el coronel Zumalacárregui, llevado, más que por afición a la idea carlina, por amarguras y postergaciones sufridas en su carrera, fue a unirse al comandante Iturralde, tomó el mando y revisó las fuerzas, destacamentos, guardias y puestos. Uno de ellos, compuesto de un sargento y varios números, hallábase en un puente, sobre una cañada donde el viento, encajonado entre montañas, soplaba con tan desmesurada furia, que no había carrilleras ni mano capaces de mantener en sus respectivos y absolutistas colodrillos los enhiestos morriones de los voluntarios. Acertaron a pasar el puente una recua no escasa de carretas: los boyeros llevaban sus boinas bien caladas, el sargento, ya en pelo porque el aire habíale llevado el morión, consideró buena presa una boina; imitáronle sus soldados y el destacamento quedó uniformemente tocado con aquellas prendas, novísimas en los arreos marciales. Llegó don Tomás, y apenas desembocó en el puente, la ráfaga le arrancó, no el morrión, que no lo llevaba, sino la alta gorra de picos, usual entonces en el Ejército; ofrenciéronle los del puesto una boina, y hallola tan de su gusto y cómoda y le pareció tan práctica, que dijo a sus acompañantes: "Esto ha de ser lo que llevemos los carlistas". (pàg.446)

Confirma el que ja sabíem, que els manuscrits del cronista d'Aragó, Zurita, van estar a Cantavella. Ens ho comenta quan el comandant Morinchón li demana que siga escrivent del general Dorregaray:

Las oficinas militares estaban instaladas en la 'Casa de Zurita', que por mucho tiempo guardó los manuscritos del gran cronista de Aragón, y en ellas fui bien recibido, salvo que adecentara mi persona; no que me lavase y peinase, sino que fuera a los almacenes por un uniforme nuevo, porque el que llevaba puesto estaba muy raído y estropeado. (pàg.452)

Sobre el famòs brigadier Cucala, entre altres coses, diu que el seu nom ve de la "cigarra" [?]:

A pesar de este escarmiento, el mal iba haciendo progresos, y eran muchos los indicados de traición; Vallés y Cucala entre otros. Entró Cucala como el zorro en la cueva del león, con mucha escama, pero dueño de sí mismo. Si hay nombres predestinados, el suyo lo sería, porque don Pascual era un cuco, por más que 'cucala' en valenciano es la cigarra. No había más que echarle la vista encima para comprender qué hombre era: de estatura mediana, regordete, cara redonda, violada de puro cetrina y mirada de lince. [...] A don Pascual le estorbaba lo negro, como suele decirse de quien no sabe leer. (pàg.455 i 456)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Mayo, 3. Un diari de la época, El Globo, parla de Portell i la guerra:

El 'Mercantil Valenciano' publica los siguientes datos del bloqueo de Morella:

"El lunes 3 del actual la contraguerrilla de Morella, aprovechando la ocasión de que los grupos de carlistas que constantemente cruzan las alturas próximas, habían disminuído, intentaron una salida que produjo los más ventajosos resultados. La contraguerrilla y voluntarios salieron de Morella tomando tres distintas direcciones, pero todos debían afluir a un mismo punto, dando por resultado esta estratégica operación el haberse apoderado de las masías del Salseral y otras inmediatas de todo el ganado que poseían, el cual fue introducido en la plaza con gran contentamiento de todos sus habitantes, por ser de lo que más falta tenían. En dicho día se encontraba en Cinctorres con solo unos 20 individuos el recaudador de contribuciones carlista, el cual, cuando supo la proximidad de los voluntarios, abandonó el pueblo, dirigiéndose al Portell por la cuesta del Bobolá [sic, per Bovalar].

Los carneros y reses cogidos por las contraguerrillas y voluntarios en las masías del campo de San Antonio, pacen tranquilamente en los campos de trigo que hay en la falda del castillo y dentro del recinto fortificado. El miércoles 5 observaron los habitantes de Morella y las afueras del castillo, grandes y activos movimientos en las filas del ejército sitiador; en las primeras horas de la mañana se vieron pasar por el punto conocido por el Cap de la Perra [sic], y masía del Tous, algunos ginetes que, procedentes del Forcall y de Cinctorres, se dirigían hacia la Torreta y Tolomé [sic, per Colomer]; por la tarde numerosos grupos de carlistas pasaron por las líneas de Palos y Beltrol con dirección al parecer de las alturas de San Marcos, Cogullá y desfiladero de la Pobleta."

[EL GLOBO. DIARIO ILUSTRADO. Madrid, jueves 13 de Mayo de 1875. Año 1. Núm. 43. Oficinas del Periódico: Caños, 1. Madrid.]  hemerotecadigital.bne.es (pdf)


D'aquestes maniobres es fa resó també el diari 'La Paz', de Murcia:

GUERRA CIVIL.

Parece que los carlistas tienen marcado empeño en dar un avance sobre Guetaria.

Leemos en 'Las Provincias', de Valencia:

"Ya digimos ayer que los mismos carlistas habían fusilados en el Collado al cabecilla Monet. El mismo día, o sea, el jueves último, fusilaron también en el mismo punto a don Joaquín Codina. La ejecución se llevó a cabo por las fuerzas de Adelantado, en medio de una gran concurrencia. Una vez terminada la triste ceremonia, el cura carlista conocido por el padre Ambrosio, subióse a un ribazo y echóles desde allí una perorata a las gentes reunidas. [...)

Los carlistas se muestran muy severos con sus parciales, a quienes castigan de una manera muy dura. Además de los fusilamientos del Collado, se nos asegura que hace pocos días impusieron igual pena a un sugeto que fue comandante de Mosqueruela. El motivo de este castigo parece que se debe a que el sugeto en cuestión se había presentado a indulto, y después, no temiendo ser descubierto por sus correligionarios, se avecindó en Mora de Rubielos, de donde más tarde le sacaron para ser pasado por las armas.

Después de una marcha reposada por los desfiladeros de los puertos de Beceite, pasando por Horta, Beceite y Valderrobles, pueblos extremos de Aragón, no visitados hacía más de un año, el general Despujol, con las dos brigadas combinadas de su división, entró el día 6 en Morella, recibiendo una verdadera ovación a su entrada por parte de la guarnición y vecindario, agradecidos a la solicitud de dicho general, que en el espacio de año y medio ha hecho levantar cuatro veces distintas, con sus visitas, el bloqueo a que continuamente está sujeta aquella plaza. La circunstancia de hallarse ahora reconcentrada la mayor parte de los facciosos en aquellos alrededores, da mayor mérito a la operación.

El lunes 3 del actual, la contraguerrilla de Morella, aprovechando la ocasión de que los grupos de carlistas que constantemente cruzan las alturas próximas, habían disminuído, intentaron una salida que produjo los más ventajosos resultados. La contraguerrilla y voluntarios salieron de Morella tomando tres distintas direcciones, pero todos debían afluir a un mismo punto, dando por resultado esta estratégica operación el haberse apoderado de las masías del Salseral y otras inmediatas de todo el ganado que poseían, el cual fue introducido en la plaza con gran contentamiento de todos sus habitantes, por ser de lo que más falta tenían. En dicho día se encontraba en Cinctorres con solo unos 20 individuos el recaudador de contribuciones carlista, el cual, cuando supo la proximidad de los voluntarios, abandonó el pueblo, dirigiéndose al Portell por la cuesta del Bobolá [sic, per Bovalar]."

[La Paz: periódico de noticias, avisos y fomento de la provincia de Murcia. Año XVIII. Núm.5362. Pàg.3. Sábado, 15 de Mayo de 1875. Murcia.] (hemeroteca: prensahistorica.mcu.es)


1875

Maig, 6 i 17. Sobre intercanvi de presoners [canges, diu], ens deixa clar Oliver, com eren de complicats:

El día 24 de Febrero se presentó en Mosqueruela el Sr. D. Luis Trelles y Noguerol, representante carlista en Madrid para canjes, proponiendo uno para el ejército del Centro bajo la base de comprender en él al coronel enemigo D. Federico Sancho. [...] Aceptó Dorregaray la proposición. [...] Casi al mismo tiempo se presentó en Benasal el capitán de la división de Valencia, con una carta del general Lassala manifestando su deseo de entenderse con el general Dorregaray para proceder a un canje de prisioneros; pero como ya mediaba el compromiso con Echagüe, y este podía hacerlo extensivo a Aragón como general en jefe que era, se le contestó haciéndole saber las negociaciones que ya se habían entablado. [...] Se fijaron los días 18 de Abril para el canje en Cabanes con prisioneros del Maestrazgo y Valencia, y el 25 en Castellote para los de Aragón. Pero las dificultades surgidas con el Norte suspendieron la realización de lo acordado, volviendo a reanudarse después las negociaciones y fijar los días 5 y 17 de Mayo respectivamente para las operaciones en los puntos citados. Puestos en marcha los prisioneros enemigos, llegaron a Benlloch en la tarde del 4, desde donde debían salir a la mañana siguiente para el campo elegido de antemano, y que distaba una hora escasa de este pueblo. [...] Supe por Montesinos que ni venían los compañeros de Lozano ni la mayor parte de los otros oficiales que se habían pedido. [...] Suspendido éste (canje) de nuevo, [...] fijándose definitivamente el día siguiente 6 de Mayo. [...] Llega al fin el día 6 y los prisioneros de ambos se dirigen al lugar designado para el canje. [...] Como los prisioneros procedentes de las fuerzas de Lozano se encontraban en el castillo de Alicante, no pudieron concurrir a este acto el día señalado, porque no mediaba tiempo suficiente desde que Gimenez puso las órdenes para su traslación hasta la hora señalada; y como de este modo se privaba de bastante efecto moral al acto del canje, dispuse que en justa reciprocidad no asistiera tampoco el coronel enemigo Sancho, que fue trasladado interinamente a Sierraengarceran. [...] A pesar de que se dijo al coronel Sancho que estaba en libertad y podía seguir a Castellón en el carruaje que había ido a buscarlo, al saber lo que nos había sucedido con los compañeros de Lozano, no permitió moverse de allí hasta que estos nos hubieran sido entregados; dando con esto una lección de caballerosidad a los que tan injustificadamente habían sido causa de aquella falta incalificable. Terminadas todas las operaciones del canje de Cabanes, en el que entregamos 1 jefe, 5 oficiales y 163 individuos de tropa, recibiendo 41 entre jefes y oficiales, y 445 de tropa, se procedió el día 17 de Mayo y con iguales formalidades, al (canje) de Castellote, en el que presentamos 210 unidades y recibimos 214 (por débitos anteriores). (pàg.156-160)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Maig, 7-9. L'acció de Torre d'Arques, segons Oliver (carlista):

Después de recorrer los pueblos del distrito de Gandesa para atender a las muchas necesidades que allí se sentían, y ordenar lo conveniente para que se diera principio a las obras del Castillo de Miravet, regresó a Albocacer en donde se encontraba el general en jefe esperando la terminación del canje de Cabanes; y habiéndose recibido aviso el día 7 de Mayo de que Despujols intentaba pasar un gran convoy a Morella, se dispuso la marcha del general Álvarez con sus fuerzas por Vallibona hacia Herbes, al propio tiempo que Dorregaray lo efectuaba con la brigada de operaciones por Castellfort a Forcall. El 8 llega Álvarez a Herbes y masías inmediatas con parte de sus fuerzas, y sabe que Despujols había salido de Monroyo y Peñarroya para Morella, en cuya plaza entró el mismo día. En su vista, continuó a Peñarroya con el batallón Guías del Maestrazgo, acantonando la 1ª brigada en Herbes, y la 2ª y caballería en Herbeset y Castell de Cabres para estar a la espectativa de la salida del enemigo, cuya estancia en Morella no podía prolongarse, por no haber llevado convoy y escasear los víveres en la plaza.

El día siguiente 9 se recibe el aviso de prepararse el enemigo para regresar hacia Alcañiz, y sitúa Álvarez las fuerzas en las posiciones que hacia Herbeset y Herbes dominan la carretera, colocándose él con el batallón Guías del Maestrazgo sobre Torre de Arcas. [...] Roto el fuego en toda la línea, introdujo el mayor desorden en las filas enemigas, que abandonaron la carretera y se precipitaron en dispersión por aquellos campos en dirección a Monroyo, no sin haber tenido un gran número de bajas. [...] Las bajas que sufrimos en esta acción fueron unas 40 [...]. Al mismo tiempo que tenían lugar estas operaciones, era atacado el castillo de Miravet en los días 5 y 7 de Mayo por la columna de Tarragona. (pàg.173-174)

Més avall en torna a parlar:

Continuamos las operaciones entre el Maestrazgo y Aragon, muy a la mira de las columnas enemigas, para aprovechar la primera oportunidad que se presentara de echarnos sobre alguna de ellas en el momento en que se alejara algo de las que la protegían; y sabiendo en este intermedio que Despujols intentaba pasar un convoy a Morella, salimos el dia 7 de Mayo de Albocacer, dirigiéndonos con la brigada de operaciones por Castellfort a Forcall, al propio tiempo que el general Alvarez lo hacía por Vallibona a Peñarroya, permaneciendo el brigadier Gamundi con las suyas en Luco y Bordón. Forzando la marcha, logró Despujols entrar en Morella antes de que pudieran llegar nuestras fuerzas, pero sin osar llevar convoy alguno. No pudo permanecer mucho tiempo allí, pues si bien animaba el decaido espíritu, consumía los víveres que tan necesarios les eran a los que dentro estaban bloqueados. No habiéndose recibido con la rapidez necesaria el aviso de la salida del enemigo, a pesar de haber salido tan luego ocmo tuvo noticia de ella el general Dorregaray con la brigada de operaciones para Luco, y enviar orden a Gamundi, que marchara inmediatamente sobre la izquierda de la carretera de Alcañiz, estas fuerzas no pudieron concurrir a la acción de Torre de Arcas, que con tanta bizarría sostuvo el general Alvarez el 9 de Mayo. La cuestión del desembarco nos hizo marchar de nuevo al Maestrazgo, para llamar la atención de la columna Montenegro lejos del punto donde aquel debía verificarse [...] (pàg.191)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Maig, 15-19. L'acció de Sant Mateu, segons Oliver (carlista):

Encontrándose el comandante general del Maestrazgo recorriendo los pueblos del distrito de Gandesa, se le envió orden para que inmediatamente se trasladase a los de San Mateo y Castellón para proteger el desembarco de que ya me he ocupado. En estos días, y terminadas todas las operaciones del canje, salió el general enemigo Montenegro de Castellón al frente de dos brigadas de infantería, dos baterías y dos escuadrones, pernoctando el día 15 de Mayo en Cuevas de Vinromá. Siendo los días 16, 17 y 18 los fijados para el desembarco de armas que, procedentes de Inglaterra, debía efectuarse en la parte de la costa próxima a Alcalá de Chisvert, se dio orden al general Álvarez para que llamara constantemente la atención del enemigo lejos de aquel punto. Al efecto, y visto que Montenegro no se separaba del trayecto de Cuevas a Vinaroz, salió de San Mateo acompañado de su estado mayor y escolta con objeto de provocarle en las mismas puertas del pueblo en donde se encontraba (les Coves). [...] (Alvarez) situó los tres batallones de la 2ª brigada en los olivares próximos a este pueblo y en dirección a Chert, los tres de la 1ª brigada en las posiciones de Chert, y él con la caballería y el batallón de Guías avanzó a los llanos de Salsadella, en donde esperó al enemigo que a las 9 de la mañana rompió el fuego [...] (pàg.174-175)

Més avall en torna a parlar:

La cuestión del desembarco nos hizo marchar de nuevo al Maestrazgo, para llamar la atención de la columna Montenegro lejos del punto donde aquel debía verificarse; y cuando ya el general Alvarez había conseguido hacer que regresara a Castellón, desde Albocacer nos dirigimos a Adzaneta, teniendo lugar las operaciones de que se daba cuenta en el siguiente parte: [baix el títol de "Acción de Lucena"] (pàg.191-192)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Maig, 15-16. Oliver ens parla d'armament. Havia d'arribar un carregament però no va arribar. Tampoc la carta corresponent. Cosa que s'aclareix en una segona carta de 23 de juliol:

Estando esperando el desembarco antes citado (en Marsella, el 15 y 16 de Mayo), se presentó en Iglesuela un enviado de D. Tirso Olazabal con una carta de aquel para el general Dorregaray; y como no obra aquella en mi poder, insertaré a continuación la que posteriormente me escribió al mismos asunto, y añadiré las explicaciones necesarias.

Excmo. Sr. general Don Antonio Oliver. -San Juan, 23 de Julio 1875.- Mi querido amigo Oliver: Su carta de V. que recibo en este momento me prueba que no vio una larga relación que mandé a Dorregaray, hé aquí poco más o menos lo que le decía: 1º. Solo han sido remitidos del Centro "veinticinco a veintiseis" mil duros [...] contaban con el producto de la venta de los cuatro mil fusiles que estan en Oran, que no se han vendido [...] pensé desembarcar los fusiles y munciones en Cataluña para que los recibieran Vds. por allí [...] no era posible desembarcar en la costa de Cataluña [...]. Tengo para el Centro "tres mil fusiles Snyder con seiscientos y pico mil cartuchos, y dos mil carabinas rayadas" iguales a las cuatro mil Springfield que traje para Vizcaya; también tengo cuatro cañones Whitworth de montaña para Vds. [...] lejos de tener fondos disponibles, me debe la junta de Valencia seis a siete mil duros [...] como me dice La Baume, solo quieren Vds. Remingthons, ármese por el momento de Snyders [...]. Lo que me interesa personalmente que conste a Vds. es que yo no he perdido "un solo instante", que las armas hubieran llegado a Benicaró "en Mayo" si me hubiera mandado el piloto que pedía [...]. Si se destinaron al Centro dos mil fusiles de pistón en vez de mil Snyder y se trajeron a Guipúzcoa cuatrocientos mil cartuchos Snyder con dos mil de estos fusiles, fue porque así lo dispuso el general Elio en los días en que se proyectaba mandar una espedición a Castilla. [...] Sabe V., amigo mío, que no tengo espíritu de provincialismo y que me ocuparé del Centro con el mismo afán con que he tomado siempre los asuntos del Norte. Me repito de V. afmo. amigo S.S.Q.B.S.M. -Tirso de Olazabal-.

[...] Todo el armamento que la junta de Valencia remitió fueron unos treinta y tantos fusiles antiguos, la mayor parte inútiles, y el resto fue preciso enviarlo a la armería de El Collado [en Alpuente?] para su recomposición. La cuestión de municiones había ido siempre unido a la de armamento, siendo las gestiones comunes a ambas.[...] El único despósito que en cantidad suficiente encontramos a nuestra disposición, era de 100.000 cartuchos Remingthon procedentes de Cuenca, y este sistema de armamento no careció de munición hasta después de la acción de Villafranca del Cid; ¿pero qué significaba esto, si los fusiles Remingthon se contaban en tan exiguo número? Como el armamento y munición Berdan había retirado el enemigo de sus parques, no era posible adquirirla, sino muy cara y en número insignificante; y esto era causa de que los muchos voluntarios que tenían esta clase de fusiles, fueran completamente inútiles para el fuego. La falta de munciones llegó a tal estremo después de la acción de Alcora, que fue preciso enviar dependientes de la intendencia y diputación a recorrer todos los pueblos, y "coger cuanto plomo hubiera en los edificios". No se reunió mucho, pero sí lo suficiente para poder sostener las acciones de fin de Junio en el Maestrazgo, sin lo cual no hubiera sido posible oponer ninguna resistencia.[...] (pàg.87-89)

En quant a les comunicacions, també hi ha precarietat:

(El general Dorregaray) pensó en la manera de establecer una base de comunicaciones que cruzaran el distrito en todas direcciones. Era preciso hacer esto sin gravar la hacienda con nuevas cargas [...] Con esto no conseguiríamos tener los correos, ni nos hacíamos. El objeto era evitar que los gobernadores, comandantes de armas y demás centros abusaran de los pueblos con la pesada carga de porta-pliegos, y obtener que las comunicaciones oficiales llegasen sin retraso, como antes sucedía, efecto del grande abuso que se hacía, hasta para cartas particulares con sobre oficial, de las palabras: "urgentísimo", "ganando horas", etc., que en casi todas estampaban.

Pero no bastando aún esto, porque siendo muy grande la estensión de territorio, muchas noticias no podían tenerse con la rapidez que era de desear, se pensó en el abastecimiento de una línea de telégrafos ópticos, trabajo que como los demás, tropezaba con la carencia de recursos y personal. Dos aparatos de telegrafía eléctrica y algún alambre se tenían escondidos; y para completar la cantidad que de esto último faltaba, se destinó el único telegrafista que había, con un auxiliar, para que siempre que la situación del enemigo lo permitiera, marchase a recoger todo el alambre que aún quedase en la carretera y ferro-carril de Castellón a Tortosa. Con estos elementos debía establecerse el trozo de línea telegráfica de Vistabella a Cantavieja. (pàg.105)

I pel que fa a l'artilleria, també diu que anaven justets:

Las piezas con que contaba el ejército Real del Centro en Enero de 1875 eran diez: una rayada de bronce de a 8 centímetros corta [la que admirava Cucala], 4 de igual sistema (rayadas de bronce) largas y 5 cañones antiguos de plaza. La primera, que era el regalo hecho por D. Alfonso a la brigada Cucala, estaba casi inútil; y como la pólvora era también muy mala, siempre se dejaba a retaguardia. Para las cuatro de campaña no había más que dos cureñas y ninguna granada, pues el depósito que de estas nos dijeron existir en el Collado, era de granadas Plasencia. Todo este material estaba enterrado o escondido en el distrito de San Mateo, y como este era recorrido con facilidad y frecuencia por el enemigo, era sumamente expuesto sacarlo de donde estaba.

La falta no solo de carretas, sino hasta de caminos de carros en la parte de terreno que dominábamos, hacían imposible el uso de las piezas montadas para su servicio natural, pues no nos era dado arrastrarlas fuera de un muy reducido círculo, y hubieran caído pronto en poder del enemigo. [...] La insistencia con que se hablaba de los proyectos que el enemigo tenía de apoderarse de El Collado [en Alpuente?], considerándose en todas partes como cosa cuya pronta realización no admitía ningún género de duda, hizo que se intentara un esfuerzo para traer las dos piezas montadas que tenían cureñas al castillo de El Collado. Sólo que uno conozca aquel terreno, podrá comprender las dificultades que fue preciso vencer para transportar estos cañones desde las inmediaciones de San Mateo, teniendo que recorrer grandes distancias en donde sólo hay sendas más o menos practicables. La fuerza de voluntad del oficial que dirigió la operación, el absoluto sigilo con que se hizo, y el entusiasmo de aquellos artilleros que las arrastraban o elevaban a fuerza de brazo, pudieron dar un resultado tan satisfactorio. Poco después de haber llegado las piezas al castillo, tuvo lugar la segunda ida sobre él del enemigo, y esta vez hasta con piezas Krupp; y habiéndose hecho gran alarde del feliz éxito que esperaban conseguir, poco después de salir de la Yesa y distribuirse las fuerzas para el sitio, supieron con certitud y además pudieron ver, que era cierto la llegada de los cañones, que hasta entonces sin duda no habían creído. Esto solo bastó para que el enemigo decidiera su retirada, habiendo conseguido el aumento de nuestra fuerza moral y el ridículo en que los colocaba su frustrado público plan.

En el mes de Mayo, y llamando la atención del enemigo lejos del paraje en donde estaban escondidas, se sacaron y condujeron, pasándolas por las inmediaciones de Tortosa, las piezas con que se artilló el castillo de Miravet. No dejó de sufrir este convoy el fuego de aquella plaza, y aún el de una salida que hizo parte de la guarnición; pero consiguieron llegar a su destino sin novedad alguna. También por esta época se condujeron a Cantavieja las otras dos piezas montadas, y como no tenían cureñas [la part de fusta], se llevó una de las de El Collado para que sirviera de modelo a las dos que allí se iban a construir. [...] Se le ordenó el planteamiento de maestranza y fundición en Cantavieja para Aragón, y en Miravet para Valencia y el Maestrazgo, trasladando a este último fuerte los talleres de Villahermosa y Vistabella. [...]

Si relativo a la artillería había pocos elementos, menos había aún que se relacionaran con el cuerpo de ingenieros. En el reino de aragón teníamos a Cantavieja, que había estado cercada con un muro suficiente para evitar una sorpresa, y aún el ataque de una columna que no fuera considerable, según ya se había presenciado recientemente. [...] El único fuerte que existía en todo el Maestrazgo era el castillo de Flix. Este castillo, cuyo trazado y ejecución no respondían a ninguna regla del arte, era debido a la iniciativa de un maestro de obras que comprendió la facilidad con que los voluntarios de Mora de Ebro podrían sorprender a Flix, y destruir la barca de paso siempre que quisieran, como ya se había verificado. [...] En el distrito de Valencia teníamos el fuerte de El Collado. Este se fundó sobre los restos del que hubo en la anterior guerra civil. [...] Sabiendo que en Miravet, punto de gran importancia por su situación sobre el Ebro, había un castillo que con algunas reparaciones podía ofrecer grandes condiciones de resistencia, se envió inmediatamente un jefe para que lo reconociera y diese cuenta. [...] Miravet hubiera sido el punto de más seguro refugio de nuestro ejército, y una constante amenaza para el enemigo. (pàg.111-114)

Oliver fa un bon informe d'aquell moment. Parla també de sanitat militar:

El personal de administración militar estaba relativamente a la altura del de los demás cuerpos e institutos del ejército; y únase a lo que parecía se condición propia de éste, la circunstancia del manejo de fondos, y podrá formarse una cabal idea de la confianza que podía inspirar. [...] Los jefes y oficiales que había en la intendencia de Vistabella, podían disponer de algunas horas para dedicarlas a otros asuntos ajenos a sus destinos, sin que por esto se resintiera en lo más mínimo el servicio. Esta circunstancia se aprovechó para establecer en Vistabella una Academia de aministración militar, por la que se dispuso fuera pasando todo el personal del cuerpo que necesitase adquirir o completar su instrucción. [...] Los hospitales, a escepción del de Mora de Rubielos, se encontraban en una situación de la que no puede formarse una exacta idea no habiéndolos visto. [...] Se encomendó la redacción de reglamentos para los hospitales y brigada sanitaria, reforma y engrandecimiento de parques sanitarios, y un laboratorio químico en el hospital de Horta. [...] Se solicitaron Hermanas de la Caridad que debían llegar de un momento a otro procedentes de Madrid, y se empezó la construcción de camillas en número de dos por compañía, pudiendo utilizarse ya algunas de estas en la acción de Vilalfranca del Cid. Para la instrucción del personal de la plana menor, se encargó al jefe de sanidad fuera haciéndolos concurrir sucesivamente a Vistabella, en donde tenía su residencia, para proporcionarles los conocimientos más indispensables de su profesión. (pàg.115-117)

Si bé hem vist que anaven curts de personal i recursos sanitaris, sobraven buròcrates; i també parla dels clergues, dels que Ciro Bayo, deia que n'hi havia més que de metges. Oliver diu:

Individuos pertenecientes al cuerpo jurídico-militar, especialmente en la categoría de Auditores, había en número exorbitente. [...] Pero no por haber tan excesivo personal, vaya a creerse que se administraba pronto justicia. Las causas se eternizaban, y los fiscales militares hacían lo propio hasta con las más insignificantes. [...] Y como parecía que estábamos condenados a luchar contra todos los elementos desencadenados, también nos proporcionó muy malos ratos el clero castrense. Los individuos de este cumplían, en su mayoría, con la sagrada misión que les está encomendada; pero en cambio, otros dieron lugar a disgustos gravísimos [...]. (pàg.118-119)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]books.google.es


1875

Maig, 22. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens comenta més canvis en el comandament:

El 22 de maig ocupava la prefectura de la zona, de manera interina, el general Manuel Lassala, capità general de València, fins que es fes efectiva la presa de possessió del ministre de Guerra, Joaquín Jovellar. Amb aquest canvi i l'arribada de nous i diversos efectius començava el principi de la fi de la insurrecció carlista. (pàg.173)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juny. Continua la deliciosa narració de Ciro Bayo, on parla de les seues vivències en la guerra. Amb 16 anys està en Cantavella, d'escrivent del general:

A media tarde, la vida se reconcentra en los cafés, improvisados en cualquier caserón por iniciativa de expertos vivanderos. La oficialidad joven mata el tiempo tirando de la oreja a Jorge [xafardejar?]. En algunos sitios se sacan las mesas al aire libre y se juega en medio de la calle. Los soldados, por lo menos, se ponen a las puertas de sus alojamientos a jugar a la carteta o a cantar rondallas. (pàg.466)

El jove soldat és promocionat a sergent de brigada i, amb el seu comandant, surt de Cantavella direcció Castellote:

El cielo purísimo de la sierra tachonado de espléndidas constelaciones mostraba a aquellas horas, casi en el cenit, el 'Carro de la Osa'. [...] Hemos dejado atrás las torres de Mirambel, las huertas de Olocán [Olocau del Rey] y la quebrada de Bordón, y al amanecer, llegamos al puente del río Guadalope. La zona que atravesamos es peligrosa, porque de todas partes irradian caminos a Morella, a Forcall y Alcorisa, puntos estratégicos del enemigo. (pàg.471)

Després de la missió en Castellote i d'una petita fricció amb l'enemic, van en retirada:

Apenas rompimos la marcha, se abrieron las cataratas del cielo, que nos envolvieron en un turbión de agua y granizo. ¡Adiós alto en la marcha, adiós el rancho que íbamos a hacer en el camino! No hubo más remedio que andar hasta llegar al primer pueblo. Nos acogió Bordón, antiguo pueblo de los Templarios, situado al pie de una ladera, a media distancia entre Castellote y Cantavieja. Se nos repartió en la plaza una copa de anís a cada uno, y una vez alojados, secada la ropa y caliente el estómago, se olvidó todo. En campaña, la tensión nerviosa está tan excitada, que se pierde en gran parte la sensibilidad del espíritu y la de la materia. (pàg.474)

Arriben informacions:

En el alto de Bordón llegó un pliego de Cantavieja para el comandante. Le comunicaba el gobernador militar de la plaza haber entrado el convoy conducido por el teniente don Ramón León 'Chepa de Montalbán'; felicitaba al jefe de la columna por el buen éxito de la expedición y le transmitía órdenes del cuartel general para que se pusiera en Iglesuela del Cid, a recibir los restos de la división de Castilla que venía a incorporarse a nuestro distrito. El estado de estas fuerzas era lamentable por demás; las rencillas y detestables crueldades y proceder de jefes y oficiales las habían puesto a mal traer. [...] Iban ahora destinados a la división de Aragón, y para proteger su incorporación, fue nuestra ida a Iglesuela. Eran legítimos castellanos de Cuenca y Guadalajara; pequeños y enjutos, pero muy sufridos, contrastando con el robusto empaque y el carácter impresionable de los aragoneses de Morinchón. Venían estropeados, medio desnudos, pero con un buen armamento. Fraternizaron un día con nosotros, y al siguiente fueron a guarnecer Cantavieja, en donde quedó de gobernador el jefe Albarrán. Los 'almogávares' seguimos en Iglesuela del Cid esperando órdenes del general en jefe, que con la brigada de operaciones se había trasladado a Villafranca del Cid. Tanto 'Cid' repetido indica que el buen Rodrigo de Vivar haría alguna de las suyas en estos parajes, cuando su famosa expedición a Valencia. (pàg.474 i 475)

De la seua estada en l'Anglesola, a més d'unes curioses anècdotes (com la de l'indult d'un espia que caçava conills i d'un quadre de la "Virgen del Cid" del temps del Papa Luna, del que torna a parlar en la pàg.494), diu:

Entretanto venían órdenes, quedó Morinchón observando los movimientos de las columnas Montenegro, Weyler y Salamanca, que habían invadido el Maestrazgo. Alojó la infantería en el arrabal y la sección de caballos que le quedaba, en cuadras que tenían salida al campo; de modo que con regular vigilancia se estuviera al abrigo de una sorpresa. Todo era tranquilidad en el pueblo; no se recibía ninguna confidencia alarmante; pero el comandante no se descuidaba, como que él mismo vigilaba personalmente las guardias avanzadas. En una de sus excursiones llegó al convento del Cid, escondido en un pinatar. La guardia en este convento era la más apetecida de todas, porque los frailes brindaban a sus huéspedes con sustanciosas ollas, y, a excepción de pan y vino, lo ponían todo. [...] Nos obsequiaron con unos escudos de paño blanco, con un Sagrado Corazón carmesí que llevaba esta leyenda: "Detente, el Corazón de Jesús está conmigo". Este aviso era para las balas. Unos se lo pusieron, otros no; yo fui de los primeros, creyendo de buena fe que me serviría de amuleto. Llegó por la tarde Morinchón a girar su ronda. Como se trataba del jefe de la columna, salió el guardián a recibirle, le convidó a un refresco en el refectorio y luego le acompañó a ver la pequeña iglesia, lo único que podía interesar a un forastero. [...] (pàg.476)

Així era la situació dels exèrcits a finals de juny:

A finales de junio de este año de 1875, la situación de los dos ejércitos era esta: 'Jovellar', con la división 'Esteban', en Lucena, 'Montenegro', con la primera división, en San Mateo; 'Salamanca', con la segunda, en Pedralba y Sarrión; 'Weyler', con la tercera, en Calanda y Vivel; y la división catalana de 'Martínez Campos', camino de Cantavieja, después de haberse apoderado de los fuertes de Flix y Mirabet y hecho levantar el bloqueo de Morella. Los carlistas, por su parte, se encontraban: 'Dorregaray', con la brigada 'Villalaín', en Villafranca del Cid; 'Álvarez', con la división del Maestrazgo, en Cati, observando a Salamanca; 'Gamundi', con la división aragonesa moviéndose sobre Valderrobles; y 'Adelantado', con la valenciana, por Chelva y Torija. (pàg.486)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Juny, 9. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens diu:

Després vindria la batalla d'Alcora i la presa de possessió del ministre de Guerra, el general Jovellar, del comandament de l'exèrcit del Centre, el dia 9 de juny, i "comenzó a declinar la buena estrella de los carlistas del Maestrazgo". (pàg.173)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juny, 14. Continua Oliver (carlista):

Hallándose el general Alvarez con sus fuerzas el día 14 de Junio en Albocacer, se dirigió a Benasal en vista de la marcha del enemigo hacia aquel punto, San Mateo y Adzaneta; y a pesar de que en Tirig se situó la brigada Cassola, pasó por las inmediaciones de este punto para dirigirse a Chert, cuyas posiciones debía ocupar a fin de oponerse al paso del convoy a Morella, e impedir todo lo posible los trabajos de las fortificaciones de San Mateo. (pàg.176)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juny, 15. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens diu:

Així és que (Jovellar) intentarà rodejar el territori, per tal de poder atacar Cantavella a finals de mes, "y así lo manifestó el 15 de Junio al General en Jefe de Cataluña por si las atenciones de su distrito le permitían entonces favorecer con su presencia en el Ebro, y sitiando a Miravet, la toma de aquel pueblo, que no dejaba de ofrecer serias dificultades". (pàg.174)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juny, 15. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens diu que fortifiquen Sant Mateu:

Uns dies més tard, Montenegro va fortificar Sant Mateu, i després de vèncer Álvarez a la mola de Xert, el 29 de juny, va deixar definitivament expedit el pas cap a Morella. Per les mateixes dates va tindre lloc una de les batales cabdals per acabar amb els carlistes. És la batalla de Vilafranca, o del barranc de Monlleó, en la qual Jovellar va vèncer Dorregaray. (pàg.174)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juny, 19. Llegim en 'La Correspondencia de España':

Según vemos en los periódicos de Valencia, el día 19 se hallaba el Chavato en el pueblecillo de Borriol, recogiendo cuanto dinero hallaba a mano.

De Álvarez y Pancheta nada se sabe de positivo desde que se integraron en la parte quebrada; más según las últimas noticias, encontrábase por Villafranca, Ares y Portell.

[La Correspondencia de España: diario universal de noticias. Año XXVI. Núm.6411. Pàg.2. Lunes, 21 de Juny de 1875. Madrid.] (hemeroteca: prensahistorica.mcu.es)


El 23 llegim en 'La Paz':

El cabecilla Chavato se encontraba el sábado en Borriol cobrando las contribuciones; y Álvarez y Pancheta por Villafranca, Ares y Partell [sic].

[La Paz de Murcia: periódico de noticias, avisos y fomento de la provincia de Murcia. Año XVIII. Núm.5394. Pàg.3. Miércoles, 23 de Junio de 1875. Murcia.] (hemeroteca: prensahistorica.mcu.es)


1875

Juny, 26. Continua Oliver (carlista), citant les cartes de Álvarez:

DIA 28.- Martínez Campos con 7.000 infantes, 14 piezas y 400 caballos, pernoctó el 26 en Valdetormo, continuando su marcha al día siguiente hacia Alcañiz. (pàg.178)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juny, 27. Si abans l'oficial carlista, Oliver, ens dóna l'oganigrama militar dels carlistes, ara ens dóna el dels alfonsins. Com que es un llistat interminable de noms i càrrecs, no el transcribim. Es pot consultar a partir de la pàgina 244 del llibre.

EJÉRCITO DEL CENTRO. Cuadro orgánico del mismo en 27 de Junio de 1875. [...] (pàg.244 i succesives)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juny, 29. Continua Oliver (carlista), citant el diari de la guerra de Álvarez, en aquest cas, a una acció en Xert:

DIA 29.- Esta mañana a las 6 emprendió el enemigo su movimiento de avance. El 5º batallón, que estaba situado en el Mas del Roch, rompió fuego a las 7, haciendo ya media hora que el enemigo lo hacía de cañón y fusilería. Los otros 6 batallones, cuya fuerza total ascendía a unos 1.700 hombres, ocuparon las posiciones de Chert, en una estensión de dos leguas, y yo con los que de mi escolta de caballería tenían tercerolas Remingthon, me coloqué en los picos del Coll de Emboix, desde donde pie a tierra estuvieron sosteniendo el fuego hasta las 12 del día. El enemigo divisió sus fuerzas en tres columnas, una que atacó de frente por la carretera, y las otras dos por los flancos, siendo la más considerable la que custodiaba el convoy con destino a Morella. Ante fuerzas tan considerables superiores, pues el enemigo contaba con unos 12.000 hombres y la artillería y caballería correspondientes, la resistencia nuestra tenía que ser muy grande para contenerlos tanto tiempo [...], me obligaron a ordenar la retirada de todas mis fuerzas en dirección a Rosell, consiguiendo de este modo salvarlas. (pàg.178)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juny, 29. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, adjectiva la batalla del Pla de Mossorro com a "decisiva":

29 de Junio.- Decisiva batalla en las proximidades de Villafranca del Cid, con derrota de las tropas del Ejército Real del Centro mandadas por el general Dorregaray. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


Juny, 29. Ciro Bayo, ens explica com, amb 16 anys, viu una batalla al Pla de Mossorro de Vilafranca, de la que només citem algun fragment:

En la madrugada del 29 de junio, el comandante Morinchón recibió orden perentoria de acudir en auxilio del general en jefe, amenazado por el enemigo en Villafranca del Cid, distante siete kilómetros de Iglesuela. En un periquete, se cumplió la orden, y las compañías de 'almogávares' quedaron incorporadas al cuartel general. Venía Jovellar por el barranco de Monlleó, con la división Esteban, fuerte de ocho batallones, un escuadron y siete piezas de montaña. El camino entre Vistabella y Villafranca es llano y de suave descenso al principio; pero después hace una cuesta áspera, cerca de hora y media, para volver a bajar a un terreno de pendientes más suaves, con bosque claro y cercas de ganado de un metro de altura. A pesar de lo muy encargada que estaba la vigilancia, y de las disposiciones que se habían adoptado, el aviso de la aproximación del enemigo no se recibió con a anticipación debida, y esto impidió que los carlistas pudieran situarse en las posiciones más favorabes para ellos. De todos modos, para llegar Jovellar a Villafranca, necesitaba cruzar el Monlleó, a cuya desembocadura [al final del camí?] está la Casa Leandra [Torre Leandra], y tomar Coll-Divoll [coll d'Ivol?] y Loma de Bart [Lloma del Bort, de Benassal?] para salir al llano Movorra [pla de Mossorro], desde el que se divisa Villafranca del Cid. [...] A las diez de la mañana estaba ya formada nuestra línea, apoyando la derecha en la Casa Leandra, y a la izquierda a la salida del barranco. Aún no se veía al enemigo, que había hecho alto a la orilla derecha del Monlleó, temiendo una emboscada. Desde el flanco izquierdo en que me hallo se divisa una nube de polvo que se levanta sobre una loma cercana; el sol, que brilla sin nubes, muestra a poco las blancas boinas y los relucientes sables del escuadrón de Guías que ya corona la eminencia. [...] La revista termina. Dorregaray y su séquito desaparecen al galope por una hondonada, deben ir a colocarse en la posición que hemos de ir a atacar. [...] Nuestro objetivo es la Loma de Bart y tenemos la misión de envolver. [...] ¡Qué vergüenza! ¡Mi primera batalla, y la perdí! Porque el combate de Villafranca tuvo el aspecto de una verdadera batalla: duró toda la tarde; se inició a la una y a las cinco se había decidido. Los nuestros se dispersaron en el mayor desorden, unos hacia Mosqueruela con Dorregaray, otros hacia Cantavieja por Iglesuela, con Oliver. [...] Conseguimos llegar a Iglesuela e instalar al herido [Morinchón, que acaba morint] en su alojamiento. [...] En a dispersión de Villafranca, los 'almogávares' nos vimos cortados del cuartel general, y desde Iglesuela seguimos a Cantavieja. (pàg.489-496)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


Oliver, un oficial que també anava amb Dorregaray Oliver, ens dóna la seua versió, que sembla més oficial:

Acción de Villafranca del Cid. Al propio tiempo que Martínez Campos y Weyler atacaban a las fuerzas de Aragón, Montenegro a las del Maestrazgo y Salamanca a las de Valencia, el general en jefe enemigo Jovellar, con la división Esteban, se dirigía por el barranco de Manlleó [Montlleó] hacia Villafranca del Cid, en donde se encontraba el general Dorregaray con los batallones 1º y 2º de Valencia, el de Guías del Centro y el escuadrón del mismo nombre; es decir, que nosotros contábamos con 1.200 infantes, pues de la fuerza de los tres batallones hay que deducir los 417 hombres armados con Berdan, para cuyo armamento no había cartuchos, y más de 80 desarmados procedentes del cange de Cabanes.

A pesar de lo muy encargada que estaba la vigilancia, y de las disposiciones que para la misma se habían adoptado, el aviso de la aproximación del enemigo no se recibió con la anticipación que debiera haberse dado, y esto impidió que pudiéramos situarnos en las posiciones más favorables para nosotros. Al dirigirse Jovellar desde Vistabella a Villafranca, debía verificarlo, por ser el camino más practicable, por el Barranco de Manlleó [Montlleó] a tomar el Coll-Divoll [coll d'Ivol?] y descender al Llano Movorra [pla de Mossorro]. Pero para asegurar este camino, era preciso apoderarse de la parte de la Loma de Bart [Lloma del Bort, de Benassal?], situada entre el Barranco de Manlleó y el Seco que pasa por Villafranca. Tan luego como en Villafranca se tuvo conocimiento de que Jovellar había emprendido su marcha por el camino antes indicado, dispuso el general Dorregaray que el brigadier Villalain con el 1º de Valencia marchase inmediatamente por la Loma de Bart para contener la marcha de aquel, al propio tiempo que él disponía el resto de la fuerza para salir inmediatamente en la misma dirección. Al llegar el primer batallón a la Torre Leandra, tuvo que romper el fuego sobre las avanzadas enemigas que ya se encontraban a corta distancia de este punto. Sostenido por ambas partes sin avanzar ninguna de ellas, dio tiempo a que Dorregaray llegase con el resto de su fuerza, cuanto el enemigo desplegaba sus tres primeros batallones, un escuadrón y dos piezas de artillería. Llegados al lugar de combate, el escuadrón Guías del Centro, con el coronel Ordóñez, comandante general de caballería a la cabeza, se situó en el Llano Movorra para apoyar el flanco izquierdo de nuestra línea, y oponerse a la enemiga que marchaba en aquella dirección. Generalizando el fuego en toda la línea, y entrados ya en ella los dos escuadrones enemigos, el de Guías del Centro dió dos brillantes cargas que les hicieron retroceder; y viendo el general Dorregaray que a nuestra infantería se le concluían las escasas municiones con que había entrado en fuego, poniéndose a la cabeza de ella, dispuso dos cargas a la bayoneta dadas con una bizarría admirable por nuestros batallones y que obligaron a los enemigos a retirarse en dispersión.

En la última de éstas, como estaban muy próximas las guerrillas, se causaron muchas bajas de arma blanca al enemigo y se le cogieron bastantes fusiles; pero reforzados por los 5 batallones y 6 piezas restantes, estendieron su línea por ambos flancos, logrando poner a nuestras escasas fuerzas en la más completa dispersión; verificando unos la retirada a Mosqueruela y los otros por Iglesuela del Cid a Cantavieja, desde donde salieron en la mañana siguiente para el anterior.

En esta acción, en la que corrió gran riesgo el general Dorregaray, y al caer del caballo que le mataron recibió una fuerte contusión, murió el bravo brigadier D. Angel Casimiro Villalain, quien, como siempre, se había conducido con un valor digno del mayor elogio. (nota 1: Villalaín tenía un caballo y un macho de brigada que eran casi unas fieras, y a los que trataba con el mismo cuidado y esmero que podía haber empleado con unos hijos suyos. Habiéndolo encontrado momentos antes de su muerte, y estrañándome verlo de pie y sumamente triste, le pregunté qué le sucedía, a lo que me contestó con un acento de profunda pena: "¡Qué he de tener: que me han matado el caballo y el macho! Pocos instantes después dejaba él también de existir, y su ayudante Cardona no permitió dejar el cadáver, a pesar del horroroso fuego que allí sufrió, llevándolo sobre la grupa de su caballo hasta Mosqueruela, en donde se le dió sepultura.) [...]

En la dispersión de Villafranca me vi cortado del cuartel general, y con algunos restos de fuerza me dirigí a Iglesuela del Cid en donde encontré al coronel Rivera con algunas compañías que también habían sufrido la misma suerte. Reunidas todas estas fracciones, marché desde allí a Cantavieja para adquirir noticias seguras de la verdadera situación de Dorregaray, lo que no me fue posible conseguir hasta las 6 de la mañana del día siguiente. El brigadier D. José Garcia Albarran, que estaba encargado de la defensa de aquella plaza, me hizo saber cual era su situación, nada envidiable por cierto. El arrabal no había sido demolido, según se previno, y tuvo que emplear todas las fuerzas de que disponía allí para conseguir en parte este necesario trabajo que tanto interesaba a la defensa; las grandadas no eran para aquellas piezas, sino para las de sistema Plasencia; municiones para la infantería había muy escasas, y lo mismo sucedía con los víveres; en el interior del pueblo no se había hecho obra alguna para desenfilar las calles principales y de indispensable tránsito, viéndose todo su trayecto expuesto a los fuegos enemigos; se había dispuesto que dentro de la plaza quedaran un número considerable de bocas inútiles para la defensa, y que tanto habían de perdudicar por los víveres a la prolongación de aquella. Y por este estilo otra porción de detalles que demostraban bien claramente la crítica situación en que se veía colocado, todo lo cual hice presente al general en jefe y a los comandantes generales de Aragón.

Salí de Cantavieja el día siguiente 30 a las 6 de la mañana, dirigiéndome a Mosqueruela en donde ya sabía se encontraba el general en jefe y las fuerzas del brigadier Adelantado que también llegaron en la misma noche; saliendo de dicho punto con dirección Fortanete en la tarde de este día. [I continua amb el que anomena "Consejo de Villarluengo"] (pàg.198-202)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


Respecte a aquesta batalla, diu Ferran Grau, en el seu article d'Ulldecona, que marca un punt d'inflexió:

A finals de maig, però, comença a decaure l'estrella carlista i les coses se'ls comença a tòrcer pertot arreu. La batalla de Vilafranca o del barranc de Montlleó sembla marcar el punt d'inflexió. (pàg.137)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


Sarthou Carreres, parlant de Vilafranca, diu:

En la última guerra civil [concretement el 29 de juny de 1875] hubo un encuentro entre las fuerzas de Jovellar y de Dorregaray, en el punto denominado Montlleó, quedando más de trescientos cadáveres en el campo de batalla. Y en 28 Octubre 1874 fueron atacadas en este pueblo [Villafranca] las tropas de Gamundi y de Cucala, las de Despujol también, con gran derramamiento de sangre por ambas partes, llevando los carlistas la peor.

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.718. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


1875

Juliol, 1. Ciro Bayo, ens diu com s'havia preparat Cantavella quan va arribar el setge:

Dorregaray se dirigió a Fortanete y desde este punto a Villarluengo, donde tuvo consejo de generales para acordar una solución que salvara el Ejército del Centro. La opinión fue unánime: Palacios, Gamundi, Adelantado y Boet, estuvieron conformes en que había llegado el triste e inevitable caso de evacuar el territorio, y que la resolución adoptada debía efectuarse sin dilación. En consecuencia, se avisó a la guarnición de Cantavieja que clavara los cañones y evacuara la plaza. Pero los acuerdos de Villarluengo fueron el día 1 de julio, y para esta fecha Cantavieja estaba ya sitiada. Dicho queda que el brigadier Albarrán estaba encargado de la defensa. Las obras de fortificación, que venían construyéndose desde el mes de mayo, aún no estaban terminadas, porque no se esperaba ser sitiados tan pronto; así es que aquellas se reducían a una trinchera en toda la extensión del frente posible de ataque, a unos quinientos metros de la villa, en dirección a Fortanete y Mosqueruela, a otra segunda en el mismo frente, a 150 metros, y a un lienzo de muralla de metro y medio de espesor con cinco órdenes de aspilleras, cuyos entrantes y salientes proporcionaban múltiple y eficaz flanqueo. Dos cañones bajos, con dos piezas de artillería de las tomadas en Cuenca, facilitaban barrer con fuegos rasantes las inmediaciones de la puerta de entrada, y aprovechando todo el maderaje del destruido arrabal, se pusieron numerosos traveses para retardar la entrada en las calles, caso que entrara el enemigo. Pero todo esto incompleto, porque quedaban todavía en pie algunas casas del arrabal; las granadas no eran para los cañones rayados de a ocho que teníamos, sino para los de sistema Plasencia, en el interior de la villa no se había hecho obra alguna para desenfilar las calles de indispensable tránsito, viéndose todo su trayecto expuesto a los fuegos exteriores, municiones para infantería las había muy escasas, y aunque los víveres parecían suficientes, como no se había hecho evacuar la plaza a los viejos, convalecientes y demás gente inútil para la defensa, aquellos llegarían a faltar. Y por este estilo, otra porción de detalles. La guarnición consistía en tres mermados batallones, dos de Castilla y el tercero de Aragón; una compañía de veteranos, o de la 'Tos', la de cadetes y la Junta Superior carlista de Aragón (Diputación e Intendencia), sumando entre todos 170 jefes y oficiales, 50 cadetes y 1.075 individuos de tropa. De toda esta gente, estorbaba la mitad, porque no había fusiles para todos. [...] ¡Ya no había remedio para nosotros! Se hacía imposible la escapatoria. Sin embargo, al cerrar la noche, hízose una intentona por si podíamos escurrirnos por el barranco de Mirambel, que parecía tener descuidado el enemigo; éste se percató enseguida y cerró el paso con un puesto armado, quedando así formalizado el bloqueo. (pàg.496-497)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Juliol, 1-3. L'oficial Oliver continua el relat del que passa després de la batalla del pla de Mossorro i el seu pas per Cantavella. En aquest punt ho escriu baix el títol "Consejo de Villarluengo":

El 1º de Julio, encontrándose en Villarluengo los brigadieres Gamundi y Boét, se dirigió desde Fortanete a este punto el general Dorregaray con la brigada de operaciones y fuerzas del brigadier Adelantado. Para esta fecha, habían caído ya en poder del enemigo los fuertes de Flix y Miravet, y estaba sitiada la plaza de Cantavieja; en el distrito de Valencia fortificaban Alpuente, Altura del Remedio y Chelva, asegurando la comunicación de este punto con Villar del Arzobispo y Liria; las fuerzas de este distrito habían podido escapar, casi milagrosamente, de Chelva, viéndose obligadas a abandonar por completo todo aquel terreno, como ya había sucedido con las de Castilla; en el Maestrazgo fortificaban Alcora, Lucena, San Mateo y Cherta [Xert?]; establecían guarniciones en un gran número de puntos, invadían todo el país, y derrotaban la división del general Alvarez, que tan mal parada saió en la acción de Chert; en Aragón derrotaban también la división de aquel distrito, y lo invadían hasta el punto de sitiar la plaza de Cantavieja con numerosas fuerzas, dejando establecida además su línea de comunicaciones con Morella por Forcall, y con Alcañiz por la Pobleta. INVADIDO Y ARRUINADO EL PAÍS, DERROTADAS LAS FUERZAS, SIN PODER RACIONAR Y SIN CARTUCHOS. ESTE ERA EL ESTADO DEL EJÉRCITO REAL DEL CENTRO EN 1º DE JULIO DE 1875.

Situación tan crítica y sin esperanza de auxilio alguno, exigía una pronta determinación para, al menos, salvar el ejército; pero el general Dorregaray no quiso tomarla por sí, sin oir antes el parecer de los jefes superiores. Con este objeto, y tan luego como llegamos a Villarluengo, nos reunimos bajo la presidencia del general Dorregaray, con asistencia del general D. Manuel Salvador Palacios, brigadieres D. Pascual Gamundi, D. Carlos González Boét y D. Fernando Adelantado, y coronel D. Fernando Ordoñez. [...] Tomada la resolución (efectuar nuestra marcha por el Alto Aragón), era necesario ocuparse del general Alvarez y su división, cuyo paradero se ignoraba, de las guarniciones de Cantavieja y El Collado, y dar instrucciones a las fuerzas que en las partidas se dispuso quedaran en el Centro. [...] Al general Alvarez se le enviaron tres oficiales de completa confianza y prácticos en el terreno, con orden verbal y una contraseña escrita, para que sin perder momento siguiera nuestra marcha; y como al de estos que logró primero verlo se le olvidó lo principal, que era le nombre del pueblo a donde debía concurrir (Caspe), tuvo que aguardar 24 horas más hasta que llegó otro de los oficiales. A Cantavieja y El Collado se les decía que clavaran los cañones, y saliendo de los fuertes, se incorporasen a las fuerzas que allí quedaban operando. La orden Para Cantavieja no creo pudiera llegar, porque ya estaban todas las fuerzas sitiadoras sobre la plaza; en cambio la de El Collado sí llegó. [...]

Estos fueron los acuerdos de Villarluengo de que tanto se ha hablado. Algunos han querido después eludir la parte de responsabilidad que por ellos pudiera caberles, aunque no ante las personas que allí tomaron parte. Dadas las órdenes de movimiento, emprendimos nuestra marcha el 1º de Julio por la tarde con dirección a Caspe y Chiprana, por cuyos puntos se pasó el Ebro el día 3. (pàg.202-204)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juliol, 2. Continua Oliver (carlista), parlant de les tropes del capitost Alvarez, després de l'acció en Xert:

En la madrugada del 2 de Julio (Alvarez) marcha por Rosell a Vallibona, y allí recibe orden de incorporarse al general en jefe en Caspe, debiendo pasar por Beceite en donde encontraría instrucciones. Para engañar al enemigo, finge intentar apoderarse de un convoy de harinas que al día siguiente debía conducir Weyler desde Morella a las fuerzas sitiadoras de Cantavieja, y avanza Alvarez con su división hacia Herves, en donde pernocta, y a la mañana siguiente sigue por Peñarroya a Beceite, recibiendo en este punto nuevas instrucciones para seguir a Caspe y pasar el Ebro. [...] (pàg.179)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juliol, 2. Continua el jove Ciro Bayo, narrant el setge de Cantavella:

Día 2 de julio.- Desde los altos de Mosqueruela, de Fortanete y desde las cañadas de Tronchón y Mirambel, los cuatro puntos cardinales del cerco, nos despiertan las dianas de los batallones enemigos allí acampados. Disipada la niebla matutina, se ve el humo de los fuegos del vivac. Como nos tienen seguros, almuerzan con todo sosiego, y después será ella; nos dejan en paz, como diciéndonos que también nosotros no sesayunemos. A ello nos disponíamos cuando nos encontramos con la novedad que nos han cortado el agua del manantial que alimenta las fuentes del pueblo. No nos queda más sino proveernos de una cisterna del Calvario en una explanada que da al barranco, abierta por todos lados a los fuegos de enfrente. Tanto es así, que apenas entran en funciones nuestros aguadores, los tiradores enemigos se divierten en cazarlos. A estos se ocurre, cubriéndose aquellos de medio cuerpo arriba con ollas y tapaderas de rancho, hasta salvar la zona peligrosa. Para evitar bajas, se ordena aplazar la aguada hasta la noche, cuando no puedan vernos; a este efecto se nombran diez hombres por compañía que van a sacar el agua y la conducen en aportaderas y marmitas. El enemigo aprovecha la mañana adelantando sus cañones en la primera trinchera; dos baterías de a cuatro piezas cada una, frente al punto que tendrán señalado para el asalto; otra del mismo número de bocas de fuego, en posición intermedia; dos piezas en el mas de Perales, sobre la margen izquierda del barranco, para enfilar el frente de ataque, y otras dos en la extrema derecha de la línea ara batir de revés nuestros cañones. [...)

Hay la consigna de tirar a discreción en cuanto se ponga alguien a tiro, pero como el enemigo hurta el cuerpo y todo lo encomienda a la artillería, los tiradores nos aburrimos en los andamios. Unos se tienden a la bartola, otros cantan, otros juegan a los naipes, y yo me entretengo en otear el horizonte. Por el camino de Mirambel contemplo ondular una masa de infantes, de jinetes y de acémilas que acaban por desdibujarse en los repliegues de la sierra; es la división de Martínez Campos que va a traer de Morella un convoy de boca y guerra, para el campamento. Se supo posteriormente, que las mujeres de Morella pasaron toda una noche amasando treinta mil panes que pidió el general. [...] Desde los puestos más inmediatos, frente a los tajos de Cantavieja, nos gritan: -¡Carcas! Buenas noches. ¿Qué tal os va? Preparaos para ir a Valencia [...] Cenamos espléndidamente, porque como en la plaza quedan 300 ovejas y se barrunta ellas han de perderse, por si nos las quitan se carnea sin tasa. Hace viento huracanado y un frío de invierno. Los sitiadores no tienen más alojamiento que las peñas por lecho y el cielo por techumbre. Su cuartel general lo tienen establecido en una masada (nota: En estas tierras de Aragón, lo mismo que en Cataluña, hay 'mas' y 'masada'. Un 'mas' es una casa de campo en secano; una masía o 'masada' es una casa de labor con sus tierras y aperos.) [...] (pàg.498-501)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


D'aquells dies deu de ser el que diu Oliver "Acción de los montes de Tronchón":

Después de apoderarse la división Martínez Campos de los fuertes de Fix y Miravet, marchó a Aragón para operar en aquel distrito en unión de la división Weyler, y unirse a Jovellar sobre Cantavieja. Las 1ª y 2ª brigadas de Aragón, que contaban con un total de 2.120 hombres, tuvieron que oponerse al paso de las dos citadas divisiones en las posiciones que hay entre Tronchón y Cantavieja. A pesar del brío con que el enemigo atacó, de las numerosas fuerzas con que contaba y de su poderosa artillería, se vió detenido durante bastantes horas ante la resistencia que opusieron las fuerzas aragonesas. Pero sucedió lo que en todas partes: agotadas las municiones, y teniendo el enemigo suficientes fuerzas para envolver nuestros flancos, fue preciso efectuar la retirada, dirigiéndose la división hacia Villarluengo. [...] (pàg.168-169)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.] books.google.es


1875

Juliol, 3. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, diu:

3 de Julio.- Las fuerzas carlistas del Maestrazgo reciben la orden de salir de su territorio y cruzar el Ebro por Caspe. A partir de ese momento, quedan abandonados a su suerte el Sexto Batallón de Aragón, la plaza de Cantavieja -que cayó el 6 de Julio tras heroica resistencia- y algunas partidas. La guerra en el Centro llegaba a su fin. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


Grau, en un article sobre Ulldecona, ens diu sobre això:

Després de prendre Flix i Miravet, de destruir les barques de Faió, Riba-roja i Ascó, i d'impedir que es fessen anar les de Xerta i Benifallet, semblava clar que seria difícil traspassar l'Ebre en cap direcció, i per aquest motiu Martínez Campos va decidir perseguir els carlistes en direcció a la Pobleta, Ares o Cantavella, per tal d'ajudar Jovellar en l'encerclament de l'enemic. Malgrat tot, el 3 de juliol les forces carlistes més importants passaven l'Ebre. "La división del Maestrazgo, que estaba mandada por el general Álvarez y la componían tres brigadas (Gandesa, San Mateo y Castellón) de tres batallones cada una, lo hizo por Caspe, y el resto de las fuerzas con Dorregaray a la cabeza, lo pasaron por Chipriana [Chiprana, prov. de Zaragoza]". (pàg.174)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juliol, 3. Continua el jove Ciro Bayo, narrant el setge de Cantavella:

Día 3.- Empieza el bombardeo muy temprano. Nos vamos acostumbrando a los regalos de los cañones; y llamamos 'pepinos' a los proyectiles. Hay quien se va a la plaza o a otro descampado, por el gusto de ver venir una bomba; yo también hago la prueba, que no resulta tan peligrosa como parece. Vese un pequeño bólido que hiende los aires con su penachito de humo; que cae en tierra y explota abriéndose como una granada. De ahí su otro nombre. [...] Parece mentira; pero en los tres días que llevamos de bombardeo no hemos tenido ni un herido ni un contuso. Como entre nosotros abundan los aragoneses, los muchachos se divierten improvisando coplas de jota; pero es una jota triste, porque no hay mozas a quien dedicarla y está jaleada por tiros y cañonazos. [...)

Me dice un veterano filósofo [...] "Capitularemos, ¡qué duda cabe! 'plaz sitidada, plaza tomada'; pero hay que resistir para hacernos valer. La vida de nuestros jefes garantiza las nuestras; buen cuidado se tendrán estos de capitular en el momento oportuno, ¿ni qué remedio les queda, si estamos abandonados? Me corrobora esto último alargándome un periódico que en una piedra tiró con honda un soldado y en el que se daba cuenta de la dispersión de nuestro Ejército del Centro. Weyler había batido en Tronchón los seis batallones de Gamundi y Boet, que andaban por las inmediaciones de Cantavieja; y Dorregaray pasó el Ebro, dejándonos por perdidos... (pàg.501-502)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Juliol, 4. Quart dia del setge de Cantavella:

Día 4.- Está lloviendo desde media noche, y el enemigo debe de haberlo pasado muy mal, porque desahoga su mal humor azotando la plaza a tiros y cañonazos. Para resguardarse del frío y de la lluvia han improvisado un pueblo de chozas que llaman 'Cantajoven'; pero, como siga el temporal, eso no será una población, sino un 'acuarium'. [...] El rebote de tanta metralla ocasiona las primeras víctimas del sitio. dos heridos; el uno en un brazo, el otro en una pierna. se les lleva al hospital de sangre y los físicos resuelven que procede la amputación; pero tropiezan con el magno inconveniente de no tener aparatos de operar. Esto da idea de lo mal servidos que están nuestros servicios castrenses; todos los batallones tienen cura, pero ninguno médico. [...] Resultaron varios heridos y dos muertos, entre estos el corneta de Villafranca, el 'Inútil' de Dorregaray [el seu nom, Vicente Arnau, pàg.465 i 492]. Al pobre muchacho le llevaron a enterrar dejándole el cornetín y la cruz que le dieron en Cantavieja. Un responso y una bendición fueron todas las exequias fúnebres del pequeño héroe. Yo asistí a su sepelio, y como estaba enterado de la historia del muchacho, me condolí de su suerte, reflexionando que estuvo a las duras y no a las maduras; es decir, en la arrebatiña de bollos no atrapaba ninguno, y a la muerte la hacía en él. (pàg.503-506)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Juliol, 5. El cinquè dia del setge de Cantavella:

Día 5.- Toda la noche hemos visto al gobernador taciturno recorriendo la muralla, enterándose de los boquetes que ha hecho la artillería. Al toque de diana se nos hace ir formados a la iglesia, a que nos confesemos, señal cierta de que la catástrofe se avecina. Varios capellanes castrenses nos aguardaban en los confesionarios. Uno de ellos sube al púlpito y hace la aplicación de las doctrinas de Jesucristo, todas dulzura y mansedumbre, a los deberes militares, todo energía y bravura. La tropa escucha silenciosa aquellos conceptos, en que el matar y el morir por la causa, se sobreponen a los mandamientos de la ley de Dios. [...] Una bendición de cabeza a cola de la columna, y ya lleva uno todos los requisitos y el pasaporte espiritual. [...] No se comulga porque, ni aun partiéndolas en cachos, hay sagradas formas para todos. Luego, a la salida del templo, tomamos la mañana con aguardiente con pólvora, que es un botafuego [semblant a la 'leche de pantera' que m'explica el coronel, quan faig la mili a Castelló; només que ells ho feien amb llet condensada, aigua i ginebra, ja sense pòlvora]; y a la hora del rancho nos dan vino a discreción. Síntomas son todos estos de que vamos a entrar en el desenlace del sitio... (pàg.506-509)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


1875

Juliol, 6. El sisè dia, Cantavella cedeix davant del setge:

Izose bandera de parlamento y el gobernador salió a conferenciar con el enemigo. Los soldados que se dejaban ver en las posiciones avanzadas ya no lanzaban chirigotas, sino que contemplaban las murallas con el religioso respeto que infunden el valor y la muerte que tras ellas se parapetaban. La capitulación se firmó sobre un cajón de municiones delante de una de las baterías de brecha. Acordada que fue, nos hizo saber nuestro jefe que cuantos, por una u otra causa, no quisieran entregarse, se fugaran como pudieran. A ninguno le pasó por las mientes hacerlo, porque para entonces no se habían inventado los aeroplanos, y ello equivalía a exponerse como palomas en campo de tiro. [...] Ido Martínez Campos, y hasta tanto se hacía la ocupación por el contrario, la intendencia echó la casa por la ventana, repartiendo a porrillo tabaco y alpargatas a los voluntarios. Algunos se amotinaron, pidiendo también el reparto de las pesetas; pero se les hizo saber que las cajas estaban vacías; no hay duda que lo estarían, después que entre cuatro o cinco las limpiaron. Las otras cosas sustanciosas de que estaban abarrotados los almacenes, incluso las ovejas, que en gran número quedaban, no hubo más remedio que dejarlas a disposición de la Administración militar del enemigo. [...] Con esto, cada cual fue haciendo su petate para desalojar Cantavieja, y a eso del mediodía, comido el primer rancho por tirios y troyanos, un batallón de cazadores vino del campamento a la explanada frente a la puerta. A la voz de firme y tercien armas, las fuerzas sitiadas desfilaron ante él, a tambor batiente, a cuyo tiempo las baterías del cuartel general celebraron el triunfo con una salva de veintiún cañonazos. Luego que los prisioneros hicimos pabellón de nuestras armas, nos arrearon en montón camino de Morella y Vinaroz. El vecindario de esta población nos recibió a naranjazos y pedradas, porque meses antes habían entrado alí los carlistas y cometido mil atrocidades. Recuerdo que nos gritaban: "¡Lladres de la religió!", que una vieja me arañó en la cara y que un soldado me arrancó de aquella arpía. Nos encerraron en la plaza de toros, donde abrevamos en las carricubas de regar el redondel, y enseguida a embarcar en tres vapores de guerra que nos estaban esperando. Nos metieron en el sollado, como si fuéramos negros [sic], y hasta llegar al 'Grao' de Valencia no respiramos aire libre. Por fin, vinieron órdenes de Madrid de que se nos trasladara al castillo de la Mola, de Mahón, y en él estuve hasta que acabó la guerra y me dieron pasaporte. (pàg.509-511)

I acaba citant a Cieza de León ("La guerra de Quito"):

...mi escritura no se hace solamente para dar contento a los presentes, sino para satisfacer a los que han de nacer en el tiempo futuro; cuando las escrituras se hacen, muchas cosas los escritores dejan de poner por parecerles menudas; mas después, andando los tiempos se tienen por grandes, [...] (pàg.511)

[BAYO, Ciro (1912): Con Dorregaray. Una correría por el Maestrazgo. pp.385-511. "Breve correría por el Maestrazgo, allá por los años de 1875, cuando la segunda guerra carlista [sic, però serà la tercera]".]  biblioteca.org.ar (pdf)


Grau, en un article sobre Ulldecona, ens diu sobre aquest capitulació:

Després de sis dies d'atacs continuats, el dia 6 es firmava l'acta de capitulació de Cantavella, "convenida entre los Excelentísimo Señores tenientes generales D. Joaquín Jovellar y Soler y D. Arsenio Martínez de Campos y Antón". El nombre de presoners fou de 288 caps i oficials i 1.830 voluntaris. (pàg.174)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Juliol, 16. Llegim al "Diario de Barcelona" del 18 de juliol:

Correo de Madrid del 16 de julio de 1875. (Del Imparcial)

La fuerzas liberales que han quedado en el Maestrazgo no se dan un momento de reposo. De Morella y Cantavieja salen diariamente pequeñas columnas que recorren los pueblos de Cinctorres, Portell, Iglesuela, Villafranca y otros muchos, y las tropas mandadas por el general Montenegro hacen continuas visitas a los pueblos de los partidos de San Mateo, Vinaroz y Albocácer. La última expedición emprendida por dicho general fue por la carretera de Morella, y personas llegadas de aquella villa nos dicen que, al llegar a Vallibona, dividió la columna en dos, una de las cuales se fue hacia Vallibona, donde se encontraba el hijo del cabecilla Polo organizando una partida de los dispersos que había podido reunir.

(De la Correspondencia de España)

Anoche se presentaron a indulto a las autoridades de Castellón 39 carlistas con armas. Se confirma plenamente la disolución del batallón carlista que, esparcido por los alrededores de Teruel, impedía sus fáciles comunicaciones con Valencia. [...] Con las fuerzas de guardia civil que se han concentrado en Castellón se va a formar pequeñas columnas con objeto de destruir las exiguas partidas que existen en los pueblos del Maestrazgo (Autorizada).

[Diario de Barcelona. Núm.199. Domingo 18 de Julio de 1875. p.7504] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1875

Juliol, 23. Oliver ens parla d'armament. Concretament, d'una carta d'aquesta data:

Estando esperando el desembarco antes citado (en Marsella, el 15 y 16 de Mayo), se presentó en Iglesuela un enviado de D. Tirso Olazabal con una carta de aquel para el general Dorregaray; y como no obra aquella en mi poder, insertaré a continuación la que posteriormente me escribió al mismos asunto, y añadiré las explicaciones necesarias.

Excmo. Sr. general Don Antonio Oliver. -San Juan, 23 de Julio 1875.- Mi querido amigo Oliver: Su carta de V. que recibo en este momento me prueba que no vio una larga relación que mandé a Dorregaray, hé aquí poco más o menos lo que le decía: 1º. Solo han sido remitidos del Centro "veinticinco a veintiseis" mil duros [...] contaban con el producto de la venta de los cuatro mil fusiles que estan en Oran, que no se han vendido [...] pensé desembarcar los fusiles y munciones en Cataluña para que los recibieran Vds. por allí [...] no era posible desembarcar en la costa de Cataluña [...]. Tengo para el Centro "tres mil fusiles Snyder con seiscientos y pico mil cartuchos, y dos mil carabinas rayadas" iguales a las cuatro mil Springfield que traje para Vizcaya; también tengo cuatro cañones Whitworth de montaña para Vds. [...] lejos de tener fondos disponibles, me debe la junta de Valencia seis a siete mil duros [...] como me dice La Baume, solo quieren Vds. Remingthons, ármese por el momento de Snyders [...]. Lo que me interesa personalmente que conste a Vds. es que yo no he perdido "un solo instante", que las armas hubieran llegado a Benicaró "en Mayo" si me hubiera mandado el piloto que pedía [...]. Si se destinaron al Centro dos mil fusiles de pistón en vez de mil Snyder y se trajeron a Guipúzcoa cuatrocientos mil cartuchos Snyder con dos mil de estos fusiles, fue porque así lo dispuso el general Elio en los días en que se proyectaba mandar una espedición a Castilla. [...] Sabe V., amigo mío, que no tengo espíritu de provincialismo y que me ocuparé del Centro con el mismo afán con que he tomado siempre los asuntos del Norte. Me repito de V. afmo. amigo S.S.Q.B.S.M. -Tirso de Olazabal-. (pàg.87-88)

[OLIVER, Antonio (1876) -General jefe del Estado Mayor General que fue del Ejército Carlista del Centro-: Dorregaray y la traición del Centro. Apuntes para la historia de la última guerra civil. Imp. de la Viuda de Lamaignère. Calle Chegaray, 39. Bayona.]  books.google.es


1875

Octubre, 1-2. Grau, en un article sobre Ulldecona, ens fa menció a la disolució de part de l'Exèrcit, dels darrers guerrillers que quedaven en el camp i del fi de la guerra a la nostra zona:

Finalment, "el 8 de Septiembre regresó a Madrid el general Jovellar para encargarse del Ministerio de la Guerra, y por real orden del 23 del mismo mes se dispuso que, desde 1º de Octubre, se considera disuelto el Ejército del Centro, quedando sólo la 2ª división, al mando del general Salamanca, cubriendo el Maestrazgo y el Ebro desde Zaragoza hasta su desembocadura, bajo la dirección respectiva de los Capitanes generales de Valencia y Aragón". En aquesta època només vagava per la zona del Baix Aragó 'el Seco de las Parras' amb vuit o deu homes, i com que no va poder aguantar la pressió es va entregar el 2 d'octubre a la Ginebrosa. Amb aquests darrers esdeveniments es donava oficialment per acabada la Tercera Guerra Carlista a les nostres contrades. (pàg.175)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Novembre. Grau, en un article sobre Ulldecona, diu com, acabada la guerra, encara hi havia alguns capitostos carlistes que no volien donar per vençuts:

Acabada la Tercera Carlista a les nostres contrades, encara, al mes de novembre alguns dels caps del país, com Marco, Cucala, Segarra, Boet i altres, van tractar d'organitzar de nou les tropes de l'exèrcit carlista del Centre, començant pel Maestrat i per la vora de l'Ebre, però el país estava esgotat econòmicament i la gent estava cansada de tants sacrificis i de tantes morts. Segarra va aconseguir reunir un grup important que en pocs dies va ser dispersat a la cova del Vidre de Mas de Barberans. (pàg.175)

[GRAU VERGE, Ferran (2004): Alguns apunts sobre la Tercera Guerra Carlista a Ulldecona i les terres a banda i banda del riu de la Sénia. Raïls, N.20 - Any 2004. pp.135-203.]  docplayer.es


1875

Novembre, 28. Urcelay, en la seua cronologia de les guerres carlines, diu:

19 de Noviembre.- Paso de Castells a Francia y fin de la guerra a Cataluña. (pàg.28)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1875

Diciembre, 31. Certificat de matrimoni de Manuel Dalmau, de Portell i la forcallana Teresa Montañés de la Parroquia de Forcall. Al seu revers apareix un manuscrit del Jutjat de Forcall on diu el següent:

José Giner y Ramia, Juez municipal de Forcall, CERTIFICA que el dia diez y seis de Enero de mil ocho cientos setenta y cinco se tomó nota en este Juzgado del matrimonio que celebró Manuel Dalmau con Teresa Montañés, el primero natural de Portell y la segunda de Forcall. No habiendo sido posible a este Juzgado estender su correspondiente acta, por carecer en aquella fecha de toda documentación perteneciente a dicho Registro, motivo de haber sido quemado por los facciosos.

Y para que lo haga constar donde y cuando convenga libro la presente en Forcall a treinta y uno de Doce de Mil ocho cientos setenta y cinco. Fdo: José Giner.

 [REGISTRE CIVIL DE PORTELL. Paper solt entre els llibres del Registre Civil]  


 

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Recopilació bibliogràfica i transcripcions de Jacint Cerdà