PORTELL, s. XIX (guerres carlistes)


 

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ANY

REFERÈNCIA BIBLIOGRÀFICA

 

1838

Gener, 26. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

26 de Enero.- Los carlistas toman Morella por sorpresa en un golpe de mano espectacular, mientras Cabrera se apodera de Benicarló. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1838

Febrer, 13. Al diari digital "ECO de Teruel" i al blog "Efemérides Turolenses", parlen d'uns presoners que tornen a Cantavella:

13 de febrero. 1838.- Entran en Cantavieja los pocos prisioneros de la acción de Herrera que quedaban con vida, tras los horribles sufrimientos de su largo cautiverio en Beceite.

[ESTEBAN, Mariano J. (2023-24): Efemérides Turolenses.] efemeridesteruel.blogspot.com (seleccionar dia)


1838

Març, 7. Al diari digital "ECO de Teruel" i al blog "Efemérides Turolenses", trobem una dada de Cantavella:

7 de marzo. 1838.- Entran en Cantavieja las maltrechas fuerzas mandadas por el brigadier Juan Cabañero, que habían protagonizado la fugaz e inútil toma de Zaragoza en la jornada que pasó a la historia como la "Cincomarzada" y que costó a los carlistas más de 200 bajas y 800 prisioneros. Cabrera les recibió para recriminarles su fracaso y privar del mando a Cabañero.

[ESTEBAN, Mariano J. (2023-24): Efemérides Turolenses.] efemeridesteruel.blogspot.com (seleccionar dia)


1838 Juny, 28 - Juliol, 23. Javier de Burgos, en el seu llibre "los Anales del reinado de Dª Isabel II", parla d'una confrontació que va haver a Morella. Es cita Portell que, per cert, escriuen "Postell". Però aquest fragment està una mica més avall. Primer explica com estaven les coses:

El 28, mientras Oráa ocupaba todas sus tropas en aquel servicio, Cabrera se asomaba a Castellón y Forcadell a Lucena. De Segorbe, Oráa, dejando allí a Azpiroz, volvió sobre Teruel, y llamando a su izquierda por un movimiento de Llagostera sobre el campo de Romanos, salió de allí (el 1º de julio) para Daroca, perdiendo de vista a Alcañiz, que bloqueaba a la sazón el guerrillero Bosque. Llagostera, vuelto de su reciente correría, marchó al punto a reforzarlo. Pensó Oráa, con razón, que en la montaña era donde debía conquistarse el reposo de la llanura, y la llegada de Pardiñas a Aragón con batallones ceñidos de laurel de la victoria en Baeza, Castril y Bejar parecía la ocasión oportuna para acometer aquella empresa. Exigíanlo la opinión del Aragón [sic], la de todos los cristinos del reino y las órdenes repetidas del gobierno, que solo tremolando su pendón en las fortalezas del Maestrazgo, podía consolidar su poder y romper la coyunda a la que pretendía uncirle Espartero. Movido por estas consideraciones y alentado con las brillantes consecuencias del triunfo, resolviose Oráa a caer sobre Morella, contra la cual había Cabrera anunciado a sus soldados que se estrellaría su adversario: "A mi cargo queda, dijo el carlista desde Oliete, hacerle regar con sangre aquel territorio, si llega su temeridad hasta quererle hollar". Sin aterrarse por esta amenaza, salió Oráa de Daroca y (el 6) se le reunieron en Lécera las brigadas de Mir y San Miguel, y todos juntos tomaron la vuelta de Alcañiz. De allí pasó Oráa (el 13) a Teruel, donde en seguida se le incorporó Pardiñas. Con estas fuerzas, que componían veinte y tres batallones y once escuadrones, formó el general una división de caballería, de que dio el mando al brigadier Amor, y cuatro de infantería de que lo dio a Borso, Pardiñas, San Miguel y Nogués. Las brigadas en que éstas se subdividieron se confiaron a Azpiroz, Ortiz, Urbina, Alvarez, Mir, Velarde, el marqués del Palacio y Perena; las de la caballería a Jacome, Pezuela e Ichazo. La artillería, compuesta de veinte y seis piezas de sitio, se puso a las órdenes del coronel Vial; los ingenieros eran dirigidos por el brigadier Bayo. Contratistas de medios de responsabilidad se obligaron a poner en los almacenes del depósito de Alcañiz inmenso número de raciones, a cuyo apronto efectivo debían contribuir los jefes de la administración militar y los comandantes de Zaragoza y Caspe. Carros, acémilas y escoltas completaron el conjunto de medios materiales. Para asegurar su efecto, Oráa, espidió (el 17) una orden del día en que, después de recordar a los soldados sus deberes en la campaña que iba a abrirse, amenazó con graves penas a los que huyesen y a los que lanzasen gritos de alarma durante el combate. El 23, al mismo tiempo que una proclama en que dijo a su ejército ser llegado el tiempo de recoger el fruto de su constancia y su valor, hizo publicar otra brindando con diferentes ventajas a los que militaban en las filas de la facción, y otra prometiendo a los habitantes que no serían molestados por sus opiniones, exhortándolos a permanecer en sus casas y conminando a los que las abandonasen con la pérdida de sus frutos y efectos. Al día siguiente, el jefe político de Teruel ratificó y amplió estas promesas, diciendo: "El joven como el anciano, el pobre como el rico, el que jamás abandonó su domicilio como el que seducido perteneció a las filas carlistas, todos serán respetados y acogidos". En el mismo día hizo San Miguel igual manifestación en Alcañiz. Todo así preparado, mandó Oráa a Borso dirigirse a la montaña, y dio señal del movimiento general.

[DE BURGOS, Javier. Anales del reinado de Dª Isabel II, obra póstuma. Tomo V. Establecimiento tipográfico de Mellado, calle de Santa Teresa, núm. 8. (1851) pp. 396-398.] books.google.es


1838 Juliol, 24 - Setembre, 12. Javier de Burgos, en el seu llibre "los Anales del reinado de Dª Isabel II", parla d'una confrontació que va haver a Morella. Es cita Portell que, per cert, escriuen "Postell" perquè Cabrera va acampar per ací prop (seria al mas de les Casetes com he sentit dir per ací pel poble?):

Emprendiose éste (el 24), saliendo Oráa de Teruel con las brigadas Pardiñas y Nogués, que en el día se adelantaron a Cedrillas y Monteagudo. El 25, siguió a Villarroya, el 26 a Mosqueruela, observándole sin hostilizarle Llagostera, Cabañero y Merino; el 27 pasó a Villafranca, y el 28 a Castellfort. El mismo día se le reuniuó allí Borso que, salido (el 25) de Castellón, había pasado sin obstáculo por Adzaneta, Vistabella y Villafranca. El mismo día, en fin, San Miguel y Mir, salidos (el 24) de Alcañiz, llegaron a Cintorres [Cinctorres]. Nadie creía que a estas marchas combinadas hubiese dejado de oponer Cabrera la resistencia que la naturaleza del terreno y la hábil distribución de sus fuerzas permitían oponer a Borso en los desfiladeros de Villahermosa, Vistabella y Villafranca, a Oráa en los de Mosqueruela y Castellfort, y a San Miguel en los de Forcall. No sucedió así sin embargo. Cabrera que, al emprenderse el movimiento, se hallaba en San Mateo, presidiendo a la partida de la caballería de Tortosa, que debía salir y salió, en efecto, a reforzar a los carlistas de Cataluña, pasó (el 24) a Iglesuela, a donde volvió (el 26) después de maniobrar (el 25) sobre Fortanete. El 27 acampó cerca de Postell [Portell], y (el 28) se adelantó a la Mota [la Mata], observando a San Miguel. A observarle, también, se limitaron los movimientos de Llagostera, y a cubrir a Cantavieja los de Merino. En fin, a obervar a Borso se limitaron los de Forcadell que, marchando (el 25) de Tales a Useras, pasó (el 26) a Culla y (el 27) a Ares, sin que entre todos hiciesen el menor daño a cuerpos que se movían simultaneamente de Alcañiz al Sur, de Castellón al Norte, y de Teruel al Levante. Solo el de San Miguel sufrió un pequeño tiroteo al entrar (el 28) en Cintorres [Cinctorres], que no le impidió salir al día siguiente para Morella, como de Castellfort, lo verificaron al mismo tiempo Oráa y Borso. En vano Cabrera destacó entonces fuertes guerrillas para incomodar los numerosos cuerpos ya reunidos, y quiso con algunos batallones disputarles las alturas vecinas a la plaza. Ganáronlas los cristinos después de vivas escaramuzas y, en la tarde del 29, quedaron acampados en ellas.

Pero no había Oráa adelantado mucho con esto, ni adelantó apoderándose (el 30) de las posesiones de la Pedrera y San Pedro Mártir, en que contaba establecer su campo atrincherado. La naturaleza del terreno y la poco favorable situación de los pueblos no le habían permitido acercar al campo sus almacenes de víveres y pertrechos que, situados a doce leguas, no podían satisfacer con regularidad las necesidades de más de doce mil hombres, agrupados en un recinto estrecho. Desde el mismo día 30, pudo el jefe cristino calcular los embarazos que debían resultarle de esta circunstancia pues, apenas posesionadas sus tropas de las alturas, tuvo que volver con San Miguel a la Pobleta, y al día siguiente a Monroyo, molestado en su marcha por las tropas de Llagostera, apostadas en las alturas que dominaban el camino. De Monroyo, que determinó fortificar para establecer allí el hospital de sangre, destacó a San Miguel a Alcañiz para buscar la artillería gruesa y los víveres de que desde luego se empezó a sentir escasez en el campamento; y fue fácil conocer que, debiendo esta necesidad reproducirse con frecuencia, las gruesas columnas que debían escoltar los convoyes hacían falta para activar los trabajos del sitio. Cabrera, como si quisiese reparar la falta que suponía haber cometido dejando avanzar hasta las inmediaciones de la plaza todos los cuerpos cristinos, o mostrar que no los había permitido reunirse allí sino para asegurar mejor su triunfo, atacó a Borso y Pardiñas en sus mismos campamentos apenas vio a Oráa y San Miguel volver hacia la Pobleta. Borso rechazó vigorosamente aquel y otros ataques sucesivos; pero Cabrera, Forcadell y Merino ocupaban posiciones tales, que la plaza no sufría perjuicio de la vecindad de los cuerpos enemigos situados a su vista.

El 24 de agosto, salió de Alcañíz, San Miguel, con más de trescientos carros; y el 3, Oráa, dejando fortificado a Monroyo, se avanzó de nuevo a la Pobleta, observado por fuertes columnas de Cabrera, situadas en Ortells y Hervés
[sic], a derecha e izquierda del camino de la Pobleta a Morella. A pesar de ellas, y a favor de un movimiento de Borso para proteger la marcha del convoy, llegó éste el 4 a la plaza, cuando faltaban de tal modo los víveres en el campamento que se estimaban dichosos los soldados que, desgranando y machacando un puñado del trigo hacinado en las eras, lo amasaban para hacer tortas que asaban con las haces mismas de mies. Oráa permaneció en la Pobleta hasta el 7, recomponiendo los caminos y aguardando la artillería que escoltaba San Miguel y, en la noche de este día, se movió nuevamente Borso en la misma dirección, con objeto de facilitar y proteger el regreso de su jefe sobre la plaza. Juntos todos se dirigieron a ella el 8 y, aunque tiroteados por las fuerzas enemigas, llegaron al campamento el mismo día. Los siguientes se señalaron por más o menos sangrientos combates, de resultas de los cuales, los sitiadores ocuparon toda la linea exterior, que sucesivamente hubo de abandonar el conde de Negri, encargado, desde el 7, de su mando. El 10, se empezaron los trabajos de circunvalación y, concluída ésta, aunque no completamente, el 12 se empezó en la noche a levantar las baterías de brecha contra Morella.

Esta ciudad, situada en anfiteatro sobre el río Bergantes, y dominada por un pico desnudo y escarpado de sesenta varas de altura, sobre el cual se levanta su castillo, debió a esta circunstancia el gran papel que de muy antiguo hizo en todas las guerras empeñadas en su territorio. En los últimos tiempos había el arte aumentado las ventajas naturales de la posición con la construcción de casamatas
[sic] a prueba de bomba, la de un recinto amurallado, y varias obras de defensa. Reparadas esllas desde que cayó en poder de Cabrera, se multiplicaron últimamente a vista del riesgo que las amenazaba, en términos de poder prolongar por mucho tiempo la resistencia. Fuera de la plaza, en efecto, se abrió, desde la primera aparición de los cristinos, un ancho foso delante de la parte más fácilmente atacable de la muralla, y se escarparon los aproches de la otra parte. Dentro, se levantó un segundo recinto, formado por las casas aspilleradas, inmediatas a la muralla; se construyeron parapetos en todas las calles y avenidas que hacia ella desembocan, y se establecieron flechas para los fuegos de flanco, donde no los permitía la situación de las casas. [...]

[DE BURGOS, Javier. Anales del reinado de Dª Isabel II, obra póstuma. Tomo V. Establecimiento tipográfico de Mellado, calle de Santa Teresa, núm. 8. (1851) pp. 398-402.] books.google.es


1838 Juliol, 24 - 30. I un altre llibre que parla dels mateixos fets. No nombra Portell però fa gràcia com cita pobles veïns com Cinctorres o Mosquerola:

Día 24 de julio. El general Oráa sale de Teruel con las divisiones 2ª y reserva, pernocta en MOnteagudo, el 25 en Villarolla de los Pinares [Villarroya de los Pinares], el 26 en Mosqueruelos [Mosqueruela], el 27 en Villafranca del Cid y el 28 en Castellfort, donde se incorpora el general Borso con su división, sin haber tenido novedad en estos cinco días dichas fuerzas. Simultáneamente, el general D. Santos San Miguel emprende su movimiento desde Alcañiz y ocupa a Ciñetorres [Cinctorres] el día 18 sin otro accidente que haber sido molestado por el fuego de los tiradores enemigos y de un morterete cuando sus tropas se hallaban formadas para dirigirse a sus alojamientos [Nota a peu de pàgina: Gacetas de Madrid de 3 y 5 de agosto].

29. Al amanecer marcha el ejército en tres divisiones camino de Morella, verificándolo tranquilamente los de la derecha y frente. San Miguel, que manda la izquierda es molestado en su retaguardia por un continuo tiroteo de guerrillas, progedidas por tres batallones de Cabrera, pero se sigue la marcha hasta el pie de las alturas que impiden la vista de Morella. "Dispuestas a ocuparlas, se presentan sobre el flanco izquierdo dos batallones y dos escuadrones enemigos; cargados bizarramente, son desalojados de diferentes posiciones hasta refugiarse en la escarpada sierra de Garumba". Conociendo Oráa que la intención del contrario era atraerle a un terreno escogido para comprometer una acción a la vista de Morella, donde no podía hacer uso de sus fuerzas, se limita a mantenerse en dichas posiciones. Como el movimiento del ejército cristino tiene por objeto apoderarse de la altura donde está situada la ermita de San Pedro a fin de asegurar la comunicación con Monroyo y proporcionar a las tropas una posición ventajosa para establecer su campo atrincherado, es indispensable atravesar el río Bergantes casi bajo los fuegos de la plaza. Esta operación se ejecuta en cuatro columnas, pero cuando los últimos cuerpos se hallan en el profundo valle que forma dicho río, algunas compañías de la guarnición, protegidas por la artillería de la plaza, molestan a las tropas por derecha e izquierda. "Nuestra perdida (dice Oráa) desde el 24 al 30 apenas asciende a 100 hombres, bien insignificante, comparada con la que debe haber experimentado el enemigo"
[Nota a peu de pàgina: Gaceta citada del 5 de agosto]

30. Conseguido el principal objeto, las divisiones primera y segunda, y 400 caballos, quedan atrincherados en las mismas alturas a fin de proteger la traslación de la artillería y convoy. Oráa marcha con las divisiones tercera y reserva a la Pobleta, dirección de Monroyo a Alcañiz. El enemigo se presenta a entorpecer esta marcha pero sin resultado. Por la tarde de este día, los batallones de Forcadell, la guarnición de Morella y voluntarios realistas de la plaza atacan a Borso y a Pardiñas en su campamento. El choque se empeña principalmente contra el primero que manda avanzar sobre su derecha al batallón de la Reina Gobernadora, que por el pronto contiene a los enemigos menospreciando el fuego de un cañón de a cuatro y un obús de a siete pulgadas que situaron aquellos al Este de Morella. Para conservar sus fuerzas y rechazar esta osada acometida, manda, Borso al coronel D. Juan de la Pezuela que con su regimiento cuarto caballería ligera y segundo batallón de Ceuta ataque a los carlistas en sus posiciones. La compañía de granaderos ocupa el plano superior de la Cabrida
[?] y casi al mismo tiempo la caballería envuelve de flanco al enemigo persiguiéndolo hasta la cañada inmediata. Rehecho en la segunda posición de Beltrol [?] y Torreta de Burrum [?] se repite el ataque. La caballería toma la meseta de la posición y la infantería la expresada Torreta. En tercera posición es atacado por tercera vez y "retira vergonzosamente refugiándose con mucha pérdida en la sierra de Eroles [Pereroles?], habiendo contribuído a tan ventajoso resultado el haber sido reforzado el coronel Pezuela con las compañías de cazadores de la columna de vanguardia al mando del coronel graduado D. Carlos Oxolin y en reserva el provincial de Ciudad Real. [...]

[OVILO Y OTERO, Manuel. Vida militar y política de D. Carlos María Isidro de Borbón: Historia de su vida militar y política. Tomo III. Imprenta de Don José de Rebolledo y Compañía, calle del Fomento, número 15. Madrid. (1938) pp. 115-117.] books.google.es


1838 Juliol, 24 - Agost, 5. En la revista "El Instructor" trobem informació sobre els dies previs de l'atac a Morella. Només llegint la introducció ja veiem que no està massa a favor dels carlistes, i això que comença d'una manera molt moderada:

MOVIMIENTO POLÍTICO. ESPAÑA. Cuando las opiniones de los que mandan son diferentes de la opinión general del pueblo, un entorpecimiento en la administración pública es una necesaria consecuencia, y si los intereses de aquellos se oponen al bien general de la nación, la desobediencia y el desorden son inevitables. Ciego cada partido a la razón se acusan mutuamente, y con igual injusticia: uno atribuye al otro el espíritu de despotismo, y éste acusa a aquel de anarquía, aunque ambos estén igualmente distantes de estos dos extremos. La constitución últimamente sancionada y los derechos de la Reina son la divisa de casi todos los Españoles, porque a excepción de las provincias Vazcongadas [sic] y Navarra, donde el pretendiente ha hallado un partido, no nos acordamos haber oído en estos cinco años de pueblo ni de persona de algún nombre que se haya declarado por Don Carlos, ni contra la constitución, ni la regencia de Cristina, porque las bandadas de salteadores que corren por la Mancha, por las sierras de Burgos, el Bajo Aragón y parte de Valencia, no nombre de facciosos, no tienen idea alguna política; su fin es el robo entre la chusma de que se componen, y la vanidad de mandar entre los que las dirigen; son mangas de langostas, y desgraciadamente difíciles de exterminar, sin que los partidarios de moderados y liberales tengan influencia sobre tan destructora plaga.

Tres son los ejércitos de la Reina contra enemigos más o menos organizados, el del Conde de Luchana, el del Barón de Meer, y el de Oraa, y según las promesas de estos jefes, la guerra iba a terminar en este verano, pero ya han pasado dos o tres meses y se ha adelantado poco. No hay duda en que las privaciones de aquellos ejércitos embarazaban a sus generales en las operaciones; pero también deberían advertir que, mientras más tiempo pasan pidiendo auxilios al gobierno, tanto más crecen las necesidades de las tropas, dando por otra parte más tiempo al enemigo en apercibirse en su defensa y haciendo más peligrosos los ataques. Veamos las posiciones en las que actualmente se hallan las partes contendientes.
[...]

Ejército del centro. Habiendo hecho el general Oraa las necesarias preparaciones para atacar a Morella y Cantavieja, partió de Teruel con su división el 24 de Julio, y fue a pernoctar en Monteagudo. El 25 pasó a Villaroya, el 26 a Mosqueruela, y sucesivamente a Villafranca y Castellfort. El general Borso con su división marchó también sin obstáculo alguno por Adsaneta
[Adzeneta] a Vistabella; y el general San Miguel ocupó también a Cinctorres sin embarazo alguno. Todos estos movimientos fueron ejecutados simultáneamente en el 28. El general San Miguel fue molestado por el fuego de algunas compañías facciosas de tiradores que se habían ocultado en un espeso bosque, separarado del pueblo de Cinctorres por un barranco, pero luego fueron desalojados de sus posiciones y restablecida la quietud en aquel cantón. Cabrera, con las fuerzas de Merino, Llangostera y dos batallones de Catalanes, pernoctó en la encumbrada posición de la ermita de Forcall, verificándolo Forcadell en los bosques que se hallan al frente, en la torre de Segura.

El general Oraa, en su parte de 31 de Julio, desde Monroyo, dice que, habiendo descansado en Castellfort la noche del 28, puso en marcha su ejército al amanecer del 29, dividido en tres columnas para aproximarse a Morella: "Mi primer objetivo fue apoderarme de la altura donde está situada la ermita de San Pedro, y me era preciso atravesar el río Bergantes bajo los fuegos de la plaza, los que no fueron bastantes a detener nuestra marcha. Conseguido este objetivo, dispuse quedasen atrincheradas en las mismas alturas dos divisiones con 400 caballos, a fin de proteger la traslación de la artillería y convoyes, emprendiendo yo mi movimiento con la tercera división para la Pobleta, donde me propongo fortificar interin regresa el general San Miguel de Alcañiz con la artillería. Vanos han sido mis esfuerzos para comprometer al enemigo a un combate fuera de las ventajosas posiciones que le ofrecen las inmediaciones de Morella, pero me parece se verá precisado a variar de sistema luego que reuna yo sobre el sitio la artillería. Nuestra pérdida total durante los movimientos ejecutados desde el 24 hasta el 30 inclusive, apenas asciende a 100 hombres fuera de combate. Monroyo, 31 de Julio."

Posteriormente se recibió en Madrid el parte siguiente del mismo general: "Ejército del centro. Exmo. Sr. El general Don Cayetano Borso di Carminati, con fecha 31 de Julio me comunica lo que sigue. Exmo. Sr. Después de la marcha de V. E., el enemigo atacó la división de Pardiñas y la mía; el choque con aquella fue poco empeñado, empleando todas sus fuerzas contra la de mi inmediato mando. Hice avanzar al batallón de la Reina Gobernadora que por el pronto contuvo a los rebeldes, menospreciando el fuego de un cañón de a 4 y un obús de a 7 pulgadas que habían situado los enemigos al Este de Morella. Luego resolví atacarlos en sus posiciones, y di esta comisión al coronel D. Juan de la Pezuela para que lo ejecutase con su regimiento 4º de caballería, y el 2º batallón de Ceuta, lo que efectuó en un momento posesionándose de la Torreta. El enemigo se rehizo de nuevo en la altura de Beltrol
[?], pero atacadosen este su último asilo huyeron para refugiarse en la fragosa sierra de Eroles [Pereroles?]. Mi pérdida consiste en 10 muertos, 140 hombres y 12 caballos heridos. La del enemigo puede considerarse en más que un doble, habiendo sido lanzado y perseguido de una en otra posición. Monroyo, 1 de Agosto 1838. Exmo. Sr. Marcelino Oraa."

Todos los esfuerzos de Cabrera se dirigen al parecer contra la división del general Borso, quizás por haberle perseguido este jefe en el reino de Valencia por dos años consecutivos. Después de la acción del día 30, que hemos mencionado, reunió Cabrera todas sus fuerzas compuestas de los batallones bajo su mando inmediato, los de Forcadell, Llangostera, Merino y otros, e hizo un formidable ataque contra la división de Borso, a la que se había unido la de Pardiñas en el día dos de Agosto, a vista de la plaza de Morella, siendo el resultado una derrota completa de los facciosos. La primera noticia de esta acción que parece haber sido muy sangrienta, fue comunicada al gobierno por el general en jefe Oraa con fecha del 5, desde la Pobleta, donde estaba situado con su división para proteger la marcha del general San Miguel conduciendo la artillería de Alcañiz.
[...]

[EL INSTRUCTOR ó Repertorio de historia, bellas letras y artes. Tomo V. Londres. En casa de Ackermann y compª. Repositorio de Artes, 96, Strand. (1938) pp. 285-287.] books.google.es


1838

Juliol, 27. Francisco Segarra fa un resum dels regiments d'infanteria i on van actuar:

El Regimiento de Infantería de Línea Castilla nº 16 estuvo presente en la acción de Cinctorres el 27 de julio de 1838; y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. (pàg.277)

[SEGARRA CAPSIR, Francisco (2016): Todas las guerras sufridas en el Maestrazgo histórico. Editorial Antinea. Vinaròs.]


En la Gazeta de Madrid trobem aquest fragment on diu que Cabrera, Llangostera i Merino passen per Portell. Ho transcribim per fer-ho més fàcil de trobar a la web:

El general en jefe del ejército del Centro D. Marcelino Oráa con fecha 27 manifiesta su llegada a Villafranca del Cid sin oposición por parte de los rebeldes, que ni aún osaron presentarse a la vista de nuestras tropas. Dice que Cabrera, Llagostera y Merino salieron de la Iglesuela a las diez de la mañana del propio día para Portell en dirección a Morella o Cientorres [Cinctorres]: añade el mismo general que Borso di Carminati llegó sin novedad en aquella mañana a Vistabella, y que al día siguiente esperaba ponerse en contacto con el general S. Miguel.

I llegim també, a continuació:

PARTE RECIBIDO EN LA SECRETARÍA DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE LA GOBERNADOR DE LA PENÍNSULA. Excmo. Sr.: Tengo la satisfacción de poner en conocimiento de V.E. la marcha próspera y feliz de las tropas que, al mando del digno general en gefe del ejército del Centro, están encargadas de la destrucción de los rebeldes del Maestrazgo. Según las comunicaciones recibidas, el general salió de Teruel el 24 a pernoctar en Monteagudo; el 25 pasó a Villarroya, el 26 a Mosqueruela, y sucesivamente a Villafranca y el Forcall, situado ya en el riñón del Maestrazgo, y a poca distancia de la decantada plaza de Morella; toda esta marcha se ha verificado sin disparar un tiro; tal es el terror del enemigo, en medio de que los desfiladeros y asperezas del país ofrecen a un enemigo alentado continuas ocasiones de hostilizar e incomodar la marcha de nuestras tropas; según añade el general, no es menos satisfactorio el buen aspecto de los pueblos, que cansados de las vejaciones de los rebeldes, reciben a nuestros soldados cual no podía esperarse.

El general Borso con su división marchó también sin obstáculo alguno por Adsaneta a Vistabella; y de quien únicamente no hay noticia hasta el día es de la división San Miguel, no siendo esto de extrañar, porque su marcha se verifica por la falda opuesta de los puertos.

Entretanto Merino, que huye delante de nuestras tropas, estaba el 27 reunido con Cabrera y Llangostera en la Iglesuela, indicando sus movimientos que tratan de retirarse a los puertos de Beceite, adonde también ha huido la titulada junta superior que residía en Mirambel. Todos los anuncios son pues favorables, e inducen a esperar los más halagueños resultados en favor de la causa nacional y del bienestar de estas desgraciadas provincias.

[Gaceta de Madrid. Núm.1356. 3 Agosto 1838] boe.es  (hemeroteca: boe.es/gazeta)


Uns dies més tard, el mateix diari dóna més informació obtinguda per pressumptes testimonis:

Castellón de la Plana 2 de Agosto. Continúo dando a VV. el diario de las noticias recibidas sucesivamente en este gobierno político relativas al teatro de la guerra.

Día 31 de Julio. Un bagajero de Almazora, que salió del término de Morella el domingo 28 de Julio por la tarde, aseguró que las tropas de nuestro ejército estaban ya tomando las alturas inmediatas a aquella plaza, y acampándose: que hacia donde estaba la división de San Miguel se oía fuego en aquella misma tarde; y que posteriormente en el día 30 y 31, viniendo hacia esta capital, oyó fuego de fusilería y de cañón, creyendo sería en Morella. Lo mismo ha manifestado un vecino de Castellfort que salió de su pueblo el día 30 por la tarde, añadiendo que en el paraje llamado la Segarra [en Vilar de Canes, crec] encontró 12 ó 14 facciosos que conducían algunas cargas de harina, sin saber adónde se dirigían, y en los llanos de Villafamés vió como otros 20 facciosos que le pareció serían del terreno.

1º. de Agosto. Según carta del gobernador militar de Murviedro [Sagunt] fecha del 31 de Julio, dirigida al comandante general de esta provincia, resulta haber visto aquel una comunicación del general en gefe del ejército del Centro fecha del 28 por la tarde en Castellfort y dirigida al segundo cabo de Valencia, en que manifestaba haber llegado hasta aquel punto sin tropiezo alguno: que Borso estaba a su derecha a hora y media de distancia, y S. Miguel había llegado el mismo día a las doce al pueblo de Cinctorres sin más novedad que nueve heridos que tuvo el segundo día de marcha, habiendo escarmentado el cabecilla Bosque, que quiso oponérsele: que Cabrera, Llangostera y Merino se hallaban en Portell, y Forcadell en Ares. El general segundo cabo de Valencia salió el 30 por la tarde para Liria, adonde debía acudir la brigada de la Ribera desde Segorbe para, en combinación con la de Valdés que se hallaba en Requena, atacar al rebelde Arnau, que había vuelto a Chelva.

En oficio fecho [sic] a las nueve de la noche del 31 dice el alcalde de Villafamés acababa de saber que todo el día 30 hubo fuego de fusil hacia Morella, y aún de cañón por la tarde: al rayar el día 31 continuó este, que se repitió a las diez de la mañana; y posteriormente era ya tan horroroso, que se oyó hasta unas dos horas antes de llegar al referido pueblo de Villafamés. Añade el confidente que daba la noticia, que al pasar por Ares observó a la facción y gefes de ella paseándose muy disgustados sin hablar con nadie, y conociéndoseles confusión y abatimiento. Que una facción navarra manada por D. Basilio se hallaba en la villa de S. Mateo, para las que de su orden habían reunido 800 raciones y muchas hilas [sic] en el pueblo de Benlloch. Iguales noticias refiere por medio de carta el comandante de armas de Villafamés, refiriéndose a un confidente que acababa de llegar la noche del 31, habiendo salido desde media hora escasa distante de Morella, en donde se hallaban acampadas nuestras columnas.

De Vinaroz con fecha 31 dicen que Cabrera y los demás cabecillas reunidos permanecían el día 30 en Cinctorres, hallándose el general en gefe del ejército del Centro en las inmediaciones de Morella, desde cuya plaza le hicieron los facciosos algunos disparos de obús y de cañón, cuando el mismo general en persona practicaba el reconocimiento para establecer el sitio. Casi igual a esto mismo es lo que dicen de Peñíscola. [...]

Un confidente llegado a este gobierno político a las diez de la noche, manifestó que nuestras tropas se hallaban en la rambla de Morella con las baterías puestas en S. Marcos, y que la caballería bajaba a dar agua a la fuente o arroyo que hay en el llano que mira hacia el pueblo del Forcall; que últimamente continuaba fuego de artillería.

Hay cartas que suponen haberse principiado el fuego sobre Cinctorres en la mañana del 29, cuyo punto abandonó el enemigo, siguiendo después una división nuestra, con la que se empeñó un combate que duró todo el día, defendiendo los facciosos obstinadamente la posición que habían elegido en campo fortificado, pero que tuvieron que cederla con pérdida de bastantes muertes y muchos heridos. Después, tomada posición en otro punto volvieron a defenderse a la vista de Morella hasta el medio día del 30 en que cedieron; a cuyo tiempo un cuerpo de caballería que estaba apostado al tiro de cañón de la plaza los cargó e hizo unos 400 prisioneros. Las tropas de nuestro ejécito quedaron en el hostal o posada nueva [l'Hostal Nou?]. La junta rebelde se creía diseminada entre Puebla de Benifasar, Bellestar y el Puerto. Los prisioneros que había en los fuertes de la facción los han conducido a Beceite. Llegan bastantes facciosos a los pueblos, o porque carecen de subsistencias, o porque temen los resultados. Las cartas se refieren a noticias dadas por sugetos, bien pasajeros de los puntos del teatro de la guerra o situados en parages inmediatos, sobre lo que se observa bastante variedad.

Un arriero de Alcañiz salió de dicha población el día 28 bajando por Vall de Golfa [Valdealgorfa], la Cenia, Rosell y parte de afuera de S. Mateo, en donde le dijeron que había facciosos. Añadió que había sabido que la artillería nuestra no había aún salido de Alcañiz el día 30. Un vecino de Mosqueruela, de donde salió el 31, asegura que viniendo por el camino hacia esta capital oyó un fuego muy terrible; y al pasar por la villa de Useras observó que había algunos facciosos recogiendo harina para llevársela.

De Tortosa salió el 29 un vecino de dicha ciudad, cuyo secretario de ayuntamiento le manifestó que estaban aguardando tropas, sin saber con qué fin se dirigían allí. Al pasar por Alcalá de Chisvert observó que los facciosos tenían hechos pedidos de raciones, y un bando para que les recogiesen hilas [sic i continua].

[Gaceta de Madrid. Núm.1361. 8 Agosto 1838] boe.es  (hemeroteca: boe.es/gazeta)


En el "Diario de Barcelona" del 8 d'agost, llegim:

Valencia 31 de julio. Capitanía general de los reinos de Valencia y Murcia.

El Excmo. Sr. General en gefe en comunicación de 28 del actual desde Castelfor [sic], a cinco horas de Morella dice a S. E. el General 2.º cabo lo que sigue: - Excmo. Sr.: - Al Excmo. Sr. Ministro de la Guerra digo con esta fecha lo siguiente:

Tengo la satisfacción de anunciar a V. E. mi llegada a este punto, sin haber sido molestado en mi marcha por el enemigo; lo mismo ha sucedido al general Bosco que pernoctó ayer en Vistabella, y habiendo entrado hoy en Villafranca, quedará esta noche a distancia de una o dos horas sobre mi derecha; y con la misma felicidad llegó ayer tarde a la Mata el general San Miguel, a quien supongo hoy en Cinctorres, dos horas y media distante de este punto.

Cabrera, Llangostera y Merino se hallaban ayer noche en Portell, y Forcadell en Ares. Habiendo penetrado las tropas que tengo el honor de mandar, hasta la vista de Morella, y concentradas en los puntos convenientes, mis movimientos dependerán del partido que abrace el enemigo, y de la dirección que tome en vista de mi situación, debiendo considerarse como una ventaja obtenida haber llegado al corazón del Maestrazgo sin más pérdida que la de nueve heridos, que tuvo la división San Miguel en el segundo día de su marcha a consecuencia de un pequeño tiroteo que tuvieron las compañías de cazadores que flanqueaban su izquierda, con el rebelde partidario Bosque, que fue bien escarmentado.

En este momento recibo parte verbal de haber entrado el general San Miguel en Cinctorres a las doce del día. Lo que traslado a V. E. para su conocimiento y el de los fieles habitantes de ese distrito. Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel General de Castelfor [sic] 28 de julio de 1838, a cinco horas de Morella.- Marcelino Oráa. Excmo. Sr. 2.º cabo de Valencia.

Lo que me apresuro a poner en conocimiento de los leales habitantes de esta capital y distrito para su satisfacción, esperando que esta noticia será precursora de otras más importantes. Valencia 31 de julio de 1838.- De orden de S. E. el 2.º Cabo.- El coronel gefe de E. M., Miguel Cormano. (p.1755)

[Diario de Barcelona. Núm.220. Miércoles 8 de Agosto de 1838] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1838

Juliol, 29. Francisco Segarra fa un resum dels regiments d'infanteria i on van actuar:

El Regimiento de Infantería de Línea San Fernando nº 11, tuvo intervención en la acción de Catí el 25 de octubre de 1837; en Villar de Canes el 26 de octubre de 1837; en la acción de Cinctorres el 29 de julio de 1838, y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. (pàg.277)

[SEGARRA CAPSIR, Francisco (2016): Todas las guerras sufridas en el Maestrazgo histórico. Editorial Antinea. Vinaròs.]


1838

Juliol, 31. Llegim al "Boletín Oficial de la provincia de Palencia" del 10 d'agost:

ALCAÑIZ 31 de Julio (a las nueve de la noche.)  Nuestros pronósticos, que han sido los de todos los buenos, se han cumplido. Todas las facciones reunidas y acaudilladas por el rebelde Cabrera, fueron ayer batidas, dispersadas y perseguidas por el valiente y sagaz general Oraà hasta las puertas de Morella. Ignoro la pérdida que ha tenido el enemigo, pero cónstanos que ha sido de alguna consideración en muertos y heridos. Los pueblos del Orcajo, Cintorres, Billores, y otros, han sido testigos del poder de nuestras armas, y de la impotencia de las hordas enemigas. Morella ha presenciado el descalabro de los que se llamaban sus sostenedores: el desaliento debe ser la piedra falsa que pronto debe desmoronar su edificio. El general en gefe duerme esta noche en Monroyo; y una brigada que viene a esta plaza a sacar toda la artillería para el sitio, pernota en Valdealgorfa, frente de Morella queda una fuerte división estrechando su sitio que necesariamente ha de ser de corta duración. Por el propio portador de esta comunicación nos consta que los dispersos de esta acción han sido hostilizados en Samper de Calanda por las partidas facciosas encargadas de reunirlos, habiéndose emprendido a tiros unos con otros en la noche última. Lo que me apresuro a comunicar al público por medio de este boletín extraordinario para su satisfacción. Logroño 4 de Agosto de 1838. El B.C.G., Francisco de Paula Alcalá. (p.4)

[Boletín Oficial de la provincia de Palencia. Número 66. Viernes 10 de Agosto 1838.] prensahistorica.mcu.es (entrar i triar paraules clau)


Del mateix dia, segons llegim en el "Diario de Barcelona" del 8 d'agost, continuem llegint:

Idem (Valencia) 4 de agosto. PARTE OFICIAL. [...]

Excmo. Sr.: Después de la marcha de V. E., el enemigo en la tarde de ayer atacó los campamentos que ocupaban estas divisiones con los batallones de Forcadell, la guarnición de Morella y voluntarios. Contra la división Pardiñas el choque fue menos empeñado y de un solo batallón, sin más objeto sin duda que hostilizarle, contra la de mi inmediato mando, emplearon todas sus fuerzas. Hice avanzar y romper el fuego sobre mi derecha al batallón de la Reina Gobernadora, que por el pronto contuvo a los rebeldes, menospreciando el fuego que lanzaban un cañón de a cuatro y un obús de 7 pulgadas que situaron los enemigos al este de Morella; y para mejor rechazar su osada acometida, para mejor defender mis posiciones, me pareció conveniente atacarles a ellos mismos en las suyas. [...]

Lo que tengo el honor de trasladar a V. E. para su satisfacción, añadiéndole que el mismo día batió el Excmo. Sr. general en gefe al rebelde Cabrera, que quiso estorbar su marcha para Monroyo, consiguiendo solo retardar el movimiento de S. E., y pernoctó aquella noche en la Pobleta.

Dios guarde a V. E. muchos años. Campamento de la Pedrera al frente de Morella 1.º de agosto de 1838. Cayetano Borso di Carminati. - Excmo. Señor general segundo cabo de Valencia. (p.1756)

[Diario de Barcelona. Núm.220. Miércoles 8 de Agosto de 1838] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1838

Agost. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

Agosto.- Sitio de Morella por el nutrido ejército del general Oráa, que se ve obligado a la retirada tras la heróica defensa carlista. Cabrera es ascendido a teniente general y se le concede el título de Conde de Morella por Carlos V. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


Agost, 15 aprox. Francisco Segarra ens diu que és el 15:

El Regimiento de Infantería de Línea Africa nº 7 actuó en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Princesa nº 4 estuvo presente en las acciones de Catí el 25 de septiembre de 1837; en Villar de Canes el 26 de septiembre de 1837; en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838; y en el asedio y reconquista de Morella el 30 de mayo de 1840. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Infante nº 5 intervino en el asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838; en la toma de Ares el 27 de marzo de 1840; y en el asedio y reconquista de Morella el 30 de mayo de 1840. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Córdoba nº 10 como Guarnición de Morella en octubre de 1836; y en las acciones de Albocàsser el 4 de septiembre de 1837; en Catí el 25 de octubre de 1837; en Villar de Canes el 26 de octubre de 1837, y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. [...] El Regimiento de Infantería de Línea San Fernando nº 11, tuvo intervención en la acción de Catí el 25 de octubre de 1837; en Villar de Canes el 26 de octubre de 1837; en la acción de Cinctorres el 29 de julio de 1838, y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Mallorca nº 13 participó en la acción del Coll de Vallibona el 21 de noviembre de 1833; y en las acciones de Catí el 23 de octubre de 1837; en Villar de Canes el 25 de octubre de 1837; en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838, y en el asedio y reconquista de Morella el 30 de mayo de 1840. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Castilla nº 16 estuvo presente en la acción de Cinctorres el 27 de julio de 1838; y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. [...] El Regimiento de Infantería de Línea Almansa nº 18 participó en la persecución de partidas carlistas en el Maestrat, en las acciones de Rosell el 4 de mayo de 1837; en Catí el 18 de mayo de 1837; en Morella el 30 de mayo de 1837; otra vez en Catí el 25 de octubre de 1837; en Villar de Canes el 26 de octubre de 1837; y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. [...] El Regimiento de Infantería Fijo de Ceuta nº 19 participó en el convoy de Sant Mateu a Morella el 25 de febrero de 1835; en la defensa de Cervera en septiembre de 1835; en las acciones de Benassal el 2 de junio de 1836; de guarnición en Sant Mateu en abril de 1837; en la defensa de Sant Mateu el 3 de mayo de 1837; en la acció de Catí el 12 de mayo de 1837, y en el sitio, asalto y retirada de Morella el 15 de agosto de 1838. (pàg.277)

[SEGARRA CAPSIR, Francisco (2016): Todas las guerras sufridas en el Maestrazgo histórico. Editorial Antinea. Vinaròs.]


1838

Agost, 5. El "Diario de Barcelona" ens dóna l'estat de les operacions d'aquells dies.:

ESPAÑA. Valencia 5 de agosto. Capitanía general de los reinos de Valencia y Murcia. PARTES OFICIALES. Ahora que son las dos de la tarde, recibo la plausible comunicación siguiente.

Ejercicio del Centro. Estado Mayor. Primera y segunda división. Al Excmo. Sr. general en gefe de este ejército digo con esta fecha lo que copio.

Excmo. Sr.: Para más cómodo descanso de mis tropas reconcentré ayer las fuerzas de la primera división desde la Pedrera [Morella] a la sierra de San Isidro [Xiva] conservando la segunda posición que anteriormente ocupaba. El rebelde Cabrera, reunidos todos sus batallones, se propuso al amanecer de hoy atacar por tres puntos a la vez los campamentos, con el objeto y la esperanza, según después he sabido por los oficiales prisioneros, de arrollarlos y batirlos, imponiéndose después entre estas tropas y las de inmediato superior mando de V. E.

El acto había de ser marcado con un cañonazo de la plaza, en cuyo momento atacarían Forcadell con su división y el batallón de D. Basilio, la izquierda; Merino con la suya, la derecha y Cabrera mismo, el Centro. La combinación falló por haberse anticipado la señal, y los cinco batallones que mandaba Forcadell se lanzaron a atacar al segundo batallón y mi columna de vanguardia, que tenía avanzada a las órdenes del coronel Don Carlos Oxholm, y mientras se batían con denodado arrojo, defendiendo su terreno, dispuse que los batallones 1.º de la Reina y provincional de Ciudad-Real, mandados por el coronel D. José Ortiz, gefe de la segunda brigada de infantería, y los escuadrones del 4.º de caballería ligera, todo a las órdenes del coronel D. Juan de la Pezuela rechazasen el vigoroso ataque de los enemigos amenazando sus posiciones. El provincial de Ciudad-Real tomó a la bayoneta la primera, envolviéndola por la izquierda el teniente coronel Don Francisco Serrano, con un escuadrón. Las tres siguientes fueron defendidas con tenacidad, y ocupadas asimismo con indecible arrojo, rivalizando las compañías de cazadores, y haciendo la caballería prodigios de valor. Entre tanto, el primer batallón del primer regimiento de granaderos de la Guardia Real provincial peleaba decididamente en la formidable posición del Carceller, de donde el brigadier D. Javier Aspiroz rechazaba a Merino, que más a la derecha fue batido después por el vigoroso esfuerzo del segundo batallón de Córdoba, al mando del coronel comandante D. Félix Miranda en el tozal de la masía del Pou [entre Morella i Xiva]; y yo personalmente contra las de Llangostera y Cabañero dirigía los fuegos de mi artillería y mis guerrillas, desconcertando todos sus intentos con una vigorosa y general acometida, que señaló en todas direcciones la victoria y la fuga vergonzosa que no pudo encubrir a los soldados de Morella el oprobio de que se cubrían sus pretendidos defensores.

Nuestra pérdida consiste en 10 individuos de tropa muertos, 8 oficiales y sobre 80 hombres entre heridos y contusos, y en 6 caballos muertos y 8 heridos; l del enemigo en muchos muertos y heridos y solo 8 prisioneros; porque todos los demás que se hicieron al principio de la acción, incluso un gefe y varios oficiales, no pudieron escapar al enojo de los soldados del 4.º de caballería, que les dieron muerte en el calor de la refriega. Por último, adornan los trofeos de esta victoria, efectos de guerra, monturas, caballos, y el que montaba Cabrera con sus arreos, y la capa blanca, reconocida por los prisioneros. Aquel jactancioso cabecilla que había prometido un duro a cada uno de sus soldados, y vestirlos con el despojo de los míos, ha dejado los de su propia persona en poder de los bizarros que escarmentaron su arrojo.

Esta acción general, Excmo. Sr., la conosidero de la mayor importancia por el desaliento que han infundido a los rebeldes dos derrotas consecutivas; por la impresión que estas habrán producido en una plaza, que antes de ser embestida, mira vencido su ejército defensor; y por la desmoralización en que ya le considero para atacar con éxito el importante covoy que V. E. mismo conduce. Mientras doy a V. E. el parte detallado y le propongo los oficiales que considero acreedores a justa recompensa, no puedo menos de recomendar nuevamente a V. E. al coronel D. Juan de la Pezuela, al del regimiento de Ciudad-Real D. José Ortiz, al gefe de la vanguardia Don Carlos Oxholm, y al teniente coronel del 4.º de caballería ligera D. Francisco Serrano, así como en general a todas las tropas que se han conducido con un ardor y bizarría inimitables. Lo que tengo el honor de trasladar a V. E. para su satisfacción. Dios guarde a V. E. muchos años. Campamento de la sierra de San Isidro al frente de Morella 2 de agosto de 1838. Cayetano Borso di Carminati. Excmo. Sr. general segundo cabo de Valencia.

Nota. Mañana aguardo al Excmo. Sr. general en gefe con el convoy, de modo que muy pronto se romperá el fuego sobre la plaza. Y lo pongo en conocimiento de los leales habitantes de esta heróica capital, para que comiencen a gustar las primicias de los triunfos que se preparan. Valencia 5 de agosto de 1838. El general 2.º cabo, Froilán Méndez de Vigo.

[Diario de Barcelona. Núm.223. Sábado 11 de Agosto de 1838. pp.1778-1783.] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1838

Agost, 6 (i dies anteriors). Continuem llegint en el "Diario de Barcelona":

Valencia 6. El Excmo. Sr. general en gefe del ejército del Centro desde su cuartel general de Monroyo con fecha 31 próximo pasado me dice lo siguiente:

Excmo. Sr.: Después de escrita a V. E. mi comunicación del 28 desde Castellfort, se me incorporó en el mismo punto la división Borso, habiendo llegado a Cinc-Torres el general San Miguel, que en el momento de estar alojando su tropa fue incomodado por algunas granadas que desde un bosque arrojó Cabrera, siendo la señal para que sus tiradores rompiesen el fuego sobre nuestras masas; pero acometidos por los cazadores dicha división, se alejaron los enemigos, yendo a pernoctar a las alturas del Forcall, verificándolo Forcadell en los bosques de Segura.

El 29 emprendimos nuestro movimiento sobre Morella, y la división San Miguel tuvo que contener durante su marcha al punto dado de concentración, los esfuerzos de algunas masa rebeldes que seguían su retaguardia, y que también fueron obligados a desistir. A las dos de la tarde empezaron las divisiones a ocupar la cordillera; desde donde se descubre aquella plaza, y en el momento en que lo verificaban algunas compañías se cazadores, se presentaron por nuestra izquierda dos batallones y dos escuadrones, que arrojados de posición por aquellos, tuvieron que refugiarse a encumbrada muela de la Garumba, donde pernoctaron, manteniéndose Forcadell oculto en los barrancos de Vallibona, y nuestro ejército acampado al frente de Morella.

Ayer atravesamos el río Bergantes, y nos apoderamos de la ermita de San Pedro [sant Pere del Moll?], y alturas inmediatas a Morella, verificándose esta operación en medio del vivo fuego, que hacía por nuestra izquierda la artillería de la plaza y la infantería enemiga, que protegida por aquella, y situada en diferentes posiciones ventajosas no impidió nuestro movimiento, a pesar de que Forcadell dirigía sus ataques contra nuestra derecha, que a nuestra espalda se presentaban otras fuerzas rebeldes, y que acometían la altura de la ermita por nuestro frente. Concentrado el ejército en ella y sus inmediatas, después de rechazados los ataques en todos los puntos quedaron campados y en disposición de atrincherarse las divisiones Borso y Pardiñas, continuando las de San Miguel y Nogués su marcha a la Pobleta en dirección de este punto; pero los enemigos repitieron nuevamente sus ataques contra unos y otros, que como las de la mañana fueron igualmente rechazadas.

Hoy he llegado a este punto donde permanezco, y la división S. Miguel ha seguido sobre Alcañiz para continuar nuestras operaciones. Nuestra pérdida total en todas las divisiones desde el 24 hasta el 30 ha sido de unos 100 hombres fuera de combate, la cual es bien corta en comparación de la del enemigo y en vista de las posiciones escogidas por este. Todo lo que participo a V. E. para su conocimiento y el de los habitantes de ese distrito. Hoy 1.º de agosto acabo de recibir comunicación del general Bosco fecha de ayer participándome el ventajoso  encuentro sostenido por la caballería del 4.º ligero y dos batallones de su división contra las fuerzas de Forcadell y la guarnición de Voluntarios realistas de Morella, a quienes arrojaron de tres posiciones, obligándoles a replegarse sobre la sierra de Eroles, al mismo tiempo que otro batallón intentó atacar el campamento de la división Pardiñas, que igualmente fue rechazado, cuyo encuentro es el mismo que dejo indicado a V. E. tuvo lugar la tarde del 30. Y lo pongo en noticia de los habitantes de esta capital y distrito para su satisfacción. Valencia 6 de agosto de 1838. El general 2.º cabo, Froilán Méndez de Vigo.

[Diario de Barcelona. Núm.223. Sábado 11 de Agosto de 1838. pp.1778-1782.] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1838

Agost, 7. Continuem llegint en el "Diario de Barcelona":

Valencia 7. Acabo de recibir la plausible comunicación siguiente: Ejército del Centro. Estado mayor. Primera y segunda división. Escelentísimo señor. Al Excmo. Sr. general en gefe de este ejército digo con esta fecha lo siguiente:

Excmo. Sr.: Otro nuevo escarmiento ha recibido ayer el rebelde Cabrera; otra lección la plaza de Morella, otra victoria las tropas de este ejército. Al volver al campamento que ocupaba anteriormente desde las posiciones de la ermita de S. Marcos, de regreso de auxiliar el movimiento de S. E. sobre la Pobleta y conduciendo el primer convoy de víveres de cuya custodia venía encargada la segunda brigada, encontré sobre mi flanco izquierdo en las posiciones del mas del Rey al atrevido gefe enemigo confiado en que la misión que yo llevaba y la hora, en que ya declinaba la tarde, me abstendrían de atacarle, tuvo la osadía de presentarme cinco batallones y dos escuadrones formados con sus tiradores a vanguardia y en actitud de preparase a un combate. No me pareció conveniente dejar impune su jactancia ni que perdiesen mis soldados el hábito de verlos y arrojarlos. Di las órdenes de ejecutarlo al brigadier D. Javier de Aspiroz con al primera brigada de la primera división de su inmediato mando y los escuadrones del 4.º ligero a las órdenes de su coronel D. Juan de la Pezuela. El ataque fue de la brigada en masa por la dicha columna de vanguardia, la reserva y la sexta compañía del 2.º de zapadores conducidos por el coronel Oxholm a la izquierda, y la caballería por el centro. El enemigo no pudo resistir el sereno y vigoroso ataque de Aspiroz coronado por la carga más atrevisa que puede esperarse de ginetes españoes. Entre tanto, el Sr. general Pardiñas todo el día había tenido a su vista a los rebeldes, previniendo sus movimientos e intenciones había adelantado un escuadrón del 4.º a la vista del enemigo y sobre la derecha un batallón de Córdoba, mandado por el brigadier Urbina, y se me preesntó él mismo al empezarse la acción; su fogoso valor no le permitía ser expectador pasivo, y concurrió a ella dando dirección al ataque de la izquierda con la bravura que le distingue, y le acompañaron el gefe de E. M. D. Anselmo Blacer, el que reconoció el campo, y el ayudante de E. M. D. Manuel Mendoza que fue gravemente herido. Reservo para más adelante dar a V. E. el parte detallado de esta gloriosa jornada, anunciándole interínamente que por las declaraciones de los prisioneros y entre otros de su comandante, se sabe que el enemigo ha sufrido una grande pérdida. Recomiendo a V. E. al brigadier D. Javier Aspiroz, a todos los gefes, oficiales y tropa que han rivalizado en valor y disciplina. Lo traslado a V. E. para su satisfacción. Dios guarde a V. E. muchos años. Campamento de la sierra de San Isidro al frente de Morella 4 de agosto de 1838. Cayetano Borso di Carminati. Excmo. Sr. general segundo dabo de Valencia. Y lo pongo en noticia de los habitantes de esta capital y distrito para su satisfacción. Valencia 7 de agosto de 1838. El general 2.º cabo, Froilán Méndez de Vigo.

[Diario de Barcelona. Núm.223. Sábado 11 de Agosto de 1838. pp.1778-1782.] arca.bnc.cat (entrar i triar paraules clau)


1838

Agost, 27. Trobem en internet un frangment del "Diario de Operaciones del Ejército Real de Aragón,Valencia y Murcia sobre la plaza de Morella y expedición á la Ribera de Valencia, desde el 23 de Julio hasta el 31 de Agosto de 1.838". Transcribim el fragment on passen per Portell:

El dicho día previendo el movimiento que Oraa debía emprender por Villafranca, a la mañana salí de Iglesuela Con las fuerzas indicadas, y tomé posiciones en la ermita de Santa Maria del Cid situada en una colina continua al mismo pueblo de Iglesuela, donde permanecí hasta la puesta de sol, y viendo que el enemigo no pasaba de Villafranca, emprendí mi marcha, dejando dos partidas del 2º batallón de Aragón, con orden de reunírseme, no ocurriendo novedad en la Cruz a la parte del norte y a media hora del Portell, donde campé aquella noche, mientras mis ordenanzas se hallaban a la vista del enemigo para darme avisos de sus movimientos. A mi llegada al citado punto, y en atención a la marcha que llevaba la columna de S. Miguel, mandé a mi ayudante de campo D. Domingo Gombau con instrucciones para el brigadier Llangostera acerca de una combinación, con la que dar frente y retaguardia a dicha columna en una ventajosa posición, puesto que Borso en este día pernoctaba en Vistabella, y la división de Forcadell en Ares.

[DE CÓRDOBA, Buenaventura (1845): Vida militar y política de Cabrera. Tomo III. p.296. Imprenta y fundición de Don Eusebio Aguado. Madrid.] babel.hathitrust.org (també en historia.mundivia.es)


Ací tenim una altra versió del que va passar aquell dia:

El 27 tomó posición Cabrera de la ermita de Santa María del Cid, contigua á Iglesuela; permaneció hasta la caida de la tarde, y pernoctó á media hora del Portell. Antes de amanecer el dia siguiente colocó algunas fuerzas á las órdenes del comandante don Juan Pertegaz, en el pinar de Mas del Coll, en cuya garganta pensaba oponerse al paso de San Miguel; destinó otras fuerzas al mando de Muñoz y Cabañero al camino de Mirambel, por si trataban de flanquearle los liberales, y Cabrera quedó á la espectativa para acudir á donde la necesidad lo exigiere, como lo haria Llagostera, que ya seguia á su contrario, cuando recibió las instrucciones de su jefe. Hallóse en Cintorres con San Miguel y le hizo algun fuego. Cabrera, en tanto, seguia marchando por las inmediaciones de la Cuba para caer sobre la Mata, de donde habia salido San Miguel. Forcadell se hallaba en Ares, y al dirigirse a este punto Borso, tomó posición el carlista, formando una línea desde las Ventas hasta la Muela del Norte de aquel pueblo, destacando dos compañías á la del Sur: un piquete de tiradores á caballo que hizo avanzar, trabó un pequeño tiroteo, y Borso se dirigió á Castellfort. [...]

[PIRALA, Antonio (1855): Historia de la Guerra Civil, y de los partidos Liberal y Carlista. Tomo V. Pàg. 50. Estab. Tipog. de mellado. Calle de Santa Teresa, núm. 8. Madrid.]  babel.hathitrust.org

[PIRALA, Antonio. Historia de la Guerra Civil, y de los partidos Liberal y Carlista. Segunda edición, refundida y aumentada con la historia de la Regencia de Espartero. Tomo V. Pàg. 71. Imprenta y Librería Universal. Madrid. 1869.]  books.google.es


1838

Octubre. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

Octubre.- Van Halen sustituye al desacreditado Oráa al frente del ejército liberal del Centro. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1838

Octubre, 1. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

1 de Octubre.- Espectacular victoria de Cabrera en Maella sobre el prestigioso general liberal Pardiñas, que muere en el campo de batalla. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1838 Octubre, 1-2. Un veterinari que es deia Lorenzo Grafulla fa una expedició pels ports de Beseit amb uns amics i un veí de Vall-de-roures que, en realitat, és per la Tinença de Benifassà. La publicació va per fascicles i parla de moltes coses. Quan visiten Beseit ens parla dels presoners de la guerra:

[nº 149, de 30 de mayo] Esta población (Beceite) fue teatro de horrorosas escenas; sería largo de contar si hubiese de enumerarlas. Después de la derrota del General Pardiñas, los prisioneros que allí se hicieron llegaron a Valderrobres, ya anochecido el día 1.º de Octubre; la población estaba iluminada y las campanas iban al vuelo como si se tratara de una gran festividad, sin que faltará alguno que se le cayesen las lágrimas al ver como se celebraba la colisión de compatricios y quizá de hermanos: la gente esparcida por las calles en numerosos grupos, vitoreaba al Pretendiente y a Cabrera: hombres y mujeres demostraban con el nombre de negros y otros epítetos malsonantes a los prisioneros, que a través de humillarlos y de insultos, llegaron a la cárcel, casa de Ayuntamiento donde una vez encerrados, les fue forzoso permanecer de pie por ser insuficiente el local, para contener los 400 hombres apresados.

Bajo tristes impresiones, y en medio de la general alegría que por fuera del encierro hacía [nº 150, de 15 de junio] prorrumpir en entusiastas aclamaciones al vecindario de Valderrobres, pasaron la noche convencidos de que era la última de su vida. Sin embargo no fue así; la excitación reprensible de aquellos habitantes fue calmándose poco a poco; un silencio que tenía bastante de lúgubre, sucedió a la anterior algazara, el día 2 amaneció triste y lleno de oscuros presentimientos.

Discurran ustedes qué noche pasarían aquellos infelices después de la jarana y viaje, sin poder descansar un momento por la angostura en que se encontraban; allí yacían olvidados hasta que a las ocho de la noche se acordaron de ellos, y los paisanos les llevaron tres calderos de patatas enteras cocidas y de mala calidad; mas como no habían comido cosa alguna desde la mañana del día anterior, se arrojaron como fieras hambrientas a aquellos calderos sin apreciar la falta de sal y de toda clase de condimentos. Los que pudieron agarrar con sus manos algunos de aquellos tubérculos, acallaron el hambre; los demás, que no fueron pocos, quedaron en ayunas.

Pues bien, una gran porción de estos prisioneros vinieron a pasar a la villa de Beceite como en depósito, donde conocieron días de prueba que no puede uno recordar sin horror; muy parecidos a los que tuvieron lugar en Benifasar; si el hambre se dejó sentir allí, no fue aquí menor, y para que puedan ustedes formarse una idea, diré que, de vez en cuando, se les permitía (custodiados, por supuesto) pasear por las calles de la población, de las que, a imitación de los cerdos y perros, recogían tronchos de col, patatas averiadas y cuantos desperdicios los vecinos arrojaban, sin que faltara alguna mujer (porque estas son más sensible y acuden más fácilmente a la voz de la desgracia) que les echase algún pedazo de pan u otro artículo sano que cogía le más afortunado. Comprenderán ustedes muy bien que todo esto era insuficiente a calmar el hambre de aquellos infelices; y cual sería esta, lo dice muy alto el que, habiendo entre ellos uno que se mantenía en carnes no se por qué circunstancia, acordaron matarlo para comérselo, como así lo verificaron. Los carlistas tuvieron luego noticia de este hecho y presentándose el Jefe en el depósito, pronunció el fusilamiento para todos los que hubiesen comido carne humana. Ahora díganme ustedes cuales serían los sufrimientos de los prisioneros, cuando al oír tal sentencia, uno que no había probado la carne de la víctima, se presentó gritando: "también yo he comido, también yo!"

[GRAFULLA, Lorenzo (1888): "Un paseo por los Puertos de Beceite", en "La Asociación: revista profesional y científica de medicina y cirugía, farmacia y veterinaria de la provincia de Teruel" (1883-1891), per entregues, des del nº 123, de 15 de maig de 1888, fins al nº 150, de 15 de juny de 1889.]  bibliotecavirtual.aragon.es


1838

Novembre, 12. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

12 de Noviembre.- Las tropas carlistas hacen una expedición hacia Calatayud y regresan habiéndose hecho con un gran botín de guerra. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1838

Desembre. Urcelay ens fa una cronologia de les guerres carlines:

Diciembre.- El teniente general Maroto es nombrado jefe del Ejército de Don Carlos en el Norte. (pàg.23)

[URCELAY ALONSO, Javier (2004): El Maestrazgo Carlista. Una visita a los escenarios y lugares de las Guerras Carlistas del siglo XIX. Editorial Antinea. 3ª Edición. Vinaròs.]


1838 Desembre, 23. Un veterinari que es deia Lorenzo Grafulla fa una expedició pels ports de Beseit amb uns amics i un veí de Vall-de-roures que, en realitat, és per la Tinença de Benifassà. La publicació va per fascicles i parla de moltes coses. Quan visita l'antic convent de Benifassà ens trasllada les memòries d'un supervivent de la Primera Guerra Carlista:

[nº 132, de 30 de septiembre] El monasterio de Benifasar. [...] En la base de la pirámide (construida en 1841 por el general Pavía, en memoria de los prisioneros que en 1837, 38 y 39 fueron víctimas del hambre y la miseria) se observaban señales de haber existido lápidas con inscripciones que, por ser alusivas a los acontecimientos de que fue teatro aquel punto, fueron destruídas por el Groc. [...] Entramos en un estrecho corredor que debió ser claustro y no dijo (el administrador del edificio): "aquí estaban los prisioneros". [...] Contemplar el sitio donde un número de españoles existían como una piara de cerdos, vigilados y atormentados por otros españoles, una porción de patriotas inermes, indefensos y extenuados, mortificados continuamente por sus compatricios, ciertamente nos afectó extraordinariamente. ¿Qué podemos decir a nuestros lectores de aquellos padecimientos? Trasladaremos lo dicho por uno de aquellos infelices que tuvo la suerte de sobrevivir.

Días de prueba nos hacía pasar el hambre, y para aliviar la penuria que nos afligía, remitieron algunos liberales cierta cantidad, que fue repartida entre los prisioneros. El día 23 de Diciembre de 1838, de fatal memoria, algunos paisanos de La Cenia, sabedores de que se nos había distribuido algún dinero, se presentaron en el monasterio con pan y sardinas, para canjear estos artículos por nuestros cuartos; y aún cuando las sardinas eran nada apetecibles por su mal estado, la necesidad de alimentos nos obligó a recibirlas con placer, y a comerlas con afán, resultando luego una sed devoradora, ya por la calidad del deteriorado pescado, como por la fiebre de que nos veíamos poseídos. Arrodillados pedíamos a los carlistas nos permitiesen por caridad salir a la fuente para beber, y después de repetidas súplicas accedieron, pero con la condición de beber en el pilón, no en los caños. Sin embargo de que el agua del pilón era la que dejaban los animales, para el que como nosotros tenía ambición de este precioso líquido que a nadie se niega, aquellos residuos eran una felicidad; además, la prohibición de beber en los caños era bajo pena de la vida, y ya se sabe lo que esta se estima.

En el trecho que teníamos que atravesar desde el claustro a la fuente, se colocaron dos hileras de soldados y algunos oficiales, provistos de varas de fresno, y dada la orden de salida, todos nos lanzamos como fieras a la codiciada fuente, sufriendo empero tan terrible lluvia de garrotazos -pues no todo eran varas-, que algunos huyeron amedrentados, refugiándose en el convento sin lograr probar el apetecido líquido, otros perecieron con la sediente boca pegada al pilón.

Yo, despreciando a la muerte, puesto que lo mismo era morir de una u otra forma, tres veces conseguí salir y escabullirme, habiendo todas tres bebido con ansia hasta la saciedad, y mientras morían los vencidos por la debilidad y golpes que recibían, los vencedores reían satisfechos del resultado que diera su satánica invención. Catorce cadáveres quedaron tendidos al rededor de la fuente. ¡Digna proeza de defensores del cristianismo...!

Describir los padecimientos de los que allí estábamos, sería largo, y así solo diré que, los resultados eran diferentes, como diferentes eran las naturalezas o temperamentos. Un quinto de mi compañía perdió el juicio, y apoderándose [nº 133, de 15 de octubre] no sé como de un brazo de las víctimas, se llegó a mí instándome para que comiese lo que él consideraba cabrito confeccionado por su madre; el infeliz pasó una noche agitadísima, acurrucándose por último en un rincón de la nave del templo. Al primer rayo del día que alumbró aquel tétrico aposento, vimos con horror que el joven loco era cadáver, pues se había roto la cabeza contra la grada del altar mayor.

Las puertas del templo se abrieron poco después, presentándose algunos carlistas con los cugujones de sus mantas llenos de yerbas silvestres, ortigas y malvas, que los prisioneros compramos con los cuartos que nos restaban. No faltó día que se nos dio por único alimento malvas, pero en corta cantidad algunos, pues el más fuerte arrebataba al débil privándole del mísero alimento que se estaba llevando a la boca.

[GRAFULLA, Lorenzo (1888): "Un paseo por los Puertos de Beceite", en "La Asociación: revista profesional y científica de medicina y cirugía, farmacia y veterinaria de la provincia de Teruel" (1883-1891), per entregues, des del nº 123, de 15 de maig de 1888, fins al nº 150, de 15 de juny de 1889.]  bibliotecavirtual.aragon.es


 

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