1772-1794 |
L'historiador i viatger castellonenc
(pel que sembla, de Bejís), Antonio Ponz, per fer la seua gran obra
enciclopèdica "Viaje de España", en 18 volums, viatja per tota Espanya. Per
ací no sembla que passe perquè ho veu massa complicat (Vol.XIII, pàg.123):
CARTA CUARTA. [...]Yo había pensado tomar desde aquí [Teruel]
el camino de
Tortosa, atravesando una áspera serranía de quatro o cinco jornadas;
pero informado de la calidad de esta ruta, y de lo que era preciso aguantar
en ella, mudé de dictamen, eligiendo la que sabrá V. en la primer Carta que
reciba después de ésta. Mande V. a su amigo íntimo, etc. Teruel. CARTA QUINTA. Dexé a
Teruel con el ánimo de ira a Cataluña por camino mejor, y más practicable que el
de dicha Ciudad hasta Tortosa, por la serraná que insinué a V. en mi
antecedente. Para lograrlo era preciso atravesar una buena parte del Reyno de
Valencia, y así lo hice con mucho gusto, pues cabalmente era la que yo no había
visto hasta ahora. En casi toda la Corona de Aragón se cuentan las distancias
por horas en lugar de leguas, que para el caminante viene a ser lo mismo;
pues al modo que hay leguas que valen por dos, lo propio suele suceder con estas
horas. [...] Desde la Puebla
[La Puebla de Valverde] al Lugar de Alventosa se caminan
cinco horas siempre por territorio seco, y matorrales de espino, enebro y otros
arbustos: tierra agria, y solo buena para centenos, pastos de cabras, etc.
Abunda con todo eso la caza menor, como los territorios anteriores. A la vista
de este camino quedan dos altas y largas serranías: la una se llama de
Xavalambre, que es la de mano derecha, y en la otra hay un altísimo cerro,
que llaman Peña golosa. [I després, Caudiel,
Gaibiel, Maté, Zuera, Onda i Villareal.
Després Castellón, Benicasi, Oropesa, Torreblanca, Alcalá de Gibert,
Peñíscola, Benicarló, Binaroz i, per Ulldecona, ja a
terres catalanes.]
Però al Volum II parla
sobretot de València i, quan parla de Murviedro (Sagunt) parla una mica de les
terres de Castelló (Vol.II, pàg.239):
CARTA NONA.
[...] Aunque no he pasado de Murviedro ácia la parte oriental de este
Reyno, he adquirido algunas noticias del territorio por D. Thomas Bayarri,
Secretario de la Academina de S. Carlos. Hasta Ulldecona, que es el
último Lugar de este Reyno, hay diez y siete leguas, y otras quatro desde
allí a Tortosa. [...]Volviendo al camino real, a una hora del río
Mijares se encuentra Castellón de la Plana, Villa que pasa de
tres mil vecinos. [...] En los montes, que dominan Castellón, está el
delicioso desierto de las Palmas, en que los Carmelitas Descalzos
tienen Convento y Ermitas. También está ácia estos montes el territorio que
llaman el Maestrado, en cuya principal Villa, que se llama S.
Matheo, tuvieron antiguamente su Palacio los Maestres del Temple.
A dos leguas de
Castellón por el camino real se encuentran las Casas de Benicasi, en
donde ha hecho construir una Iglesia el Sr. Bayer [...]. Después de
Benicasi está Oropesa con un castillo a la orilla del mar. [...]
Después se sigue Torreblanca, y cerca está Alcalá de Chivert, [...]
Peñíscola, [...] Benicarló, [...] Vinaróz. A corta distancia
de Vinaróz corre el pequeño río de la Senia, que divide las Provincias de
Valencia y Cataluña. [...]
Antes de salir
del Reyno de Valencia, está la Villa de Morella al Norte de la Plana,
que así se llama el territorio antes y después de Castellón. Se reputa de
mil y quinientos vecinos; su situación fuerte, con murallas y castillo en el
declive de un monte. Tiene una Iglesia mayor de arquitectura gótica con tres
naves. Es singular la disposición del coro, que aunque está en medio de la
Iglesia, no embaraza la vista, por hallarse fundado sobre quatro arcos
chatos, sostenidos de otras tantas columnas a la altura de unas veinte
quartas; y estas columnas son de las que dividen las naves, y continúan a
sostener la bóveda de la Iglesia. Se sube por una escalera formada al
rededor de una columna; los inteligentes hallan bien que alabar en quanto a
la construcción. En el altar mayor hay pinturas muy estimadas de Gerónimo
Espinosa y de Pablo Pontons. Acaso vendrá ocasión de poder hablar con más
individualidad de estas tierras. [però de Sagunt se'n torna cap a
València, i quan més endavan passa per Castelló, ja no ve per ací]
Viatjant per la costa,
només cita Morella de passada:
[...] Se
encuentran en esta distancia tres posadas, la una junto a Oropesa, y las otras
en aquella llanura que llaman de la Senia. A la Orden de Montesa
pertenecen en este territorio, conocido con el nombre del Maestrado, algunos
lugares y Villas de consideración, y entre ellas Morella y S. Mateo,
que caen a la banda de la serranía de mano izquierda. [...]
En un altre viatge baixa
de Saragossa per Ejulve i Cuevas de Cañart, fent cap a Castellote, i es va
apropant (Vol.XV, pàg.191):
[...]
Después de tres horas de camino se llega a Bordón por territorios
quebrados. Se pasa por un puente el río Guadalope, y caminando por entre
peñascales se da vista a Bordón, situado en una ladera, con su vega que
se extiende hacia Poniente, de donde le viene un copioso manantial, y así abunda
de árboles, que dan exquisita fruta. La Iglesia parece del tiempo de
los Templarios, que poseyeron este territorio, y en quanto al buen gusto no
hay de qué hablar. Casi todos los vecinos son labradores: su número
asciende a ciento y treinta. El territorio está acompañado de altos peñascales,
y en sus cercanías buenas viñas y algunos olivos con otras
plantas. Por entre subidas y
baxadas se va desde Bordón a Olocau . El territorio intermedio no
está mal cultivado: en las lomas para las cosechas de trigo y en algunas
hondonadas para viñas, olivos, nogales, etc. Todo el territorio, esto es, los
cerros, abundan de romerales y otras plantas propias de los países templados,
como son estos últimos lugares. A mitad del camino se entra en la Villa e
Olocau , que pertenece al Reyno de Valencia aunque es del Arzobispado de
Zaragoza: se nota más limpieza y curosidad en las labores del campo. Al salir
para Mirambel se descubre entre barrancos bastante frondosidad. A poco
trecho de Olocau se vuelve a entrar a Aragón siguiendo un arroyo o
torrente que viene de Cantavieja. Hay algunas huertas en las inmediaciones
de este arroyo, y en las laderas no faltan algunos robles, almendros
silvestres, etc.
De Olocau se
va a Mirambel que tiene su muralla de piedra con algunos torreones:
su población es de 200 vecinos, que viven en la villa y en las masadas o casas
de labor: hay algunas familias de Caballeros hacendados, un convento de Monjas
Agustinas, en cuya Iglesia no hay objeto artístico que llame la atención, ni
tampoco en la Parroquia fuera de la portada, que es sencilla con ornato de dos
columnas. Hay ermitas y cofradías, que con sus gastos no dexan de atrasar a los
vecinos.
Continuando por
tierra escabrosa, pero en partes con alguna frondosidad, se llega a Tronchon,
villa de 220 vecinos, famosa por el queso que allí hacen, particularmente los
de las masadas a proporción de sus ganados. Pero sería muy poca cosa, si no
lo hicieran también en otros lugares de las Baylías, despachándolo con el nombre
de Tronchón. Esta industria debiera perfeccionarse. La Parroquia es de una alta
nave con quatro capillas correspondientes a cada lado, buena portada, y lo mismo
el retablo mayor y colaterales. En el de Ánimas hay un quadro de Francisco
Ignacio Ruiz de la Iglesia.
También el camino
entre Tronchon y Villarluengo es de subidas y baxadas, con filas
de peñascales que se van sucediendo. La villa tiene su situación sobre unos
encumbrados y escabrosos riscos. hay 360 vecinos contando los de las masadas: un
buen pedazo de vega que se riega con dos manantiales principales: un Convento de
Monjas Franciscas fuera de la villa media legua. En los términos de ésta se
ha hecho una gran corta de madera para los Arsenales Reales, que produxo muy
bien.
Siguiendo por entre
barrancos y precipicios se llega a Fortanete, al principio por entre
pinares, descubriéndose plantas de boxes en aquellos derrumbaderos. La
villa está al pie de una colina, con amplitud de valles y vegas en que esparcir
la vista, encarcelada antes entre las angosturas de las Baylías baxas. Los
retablos de la Iglesia, fuera de uno u otro, son horribles monstruosidades de
talla. Pudiera haber grandes plantaciones. Riegan algunos huertecillos con pozos
por estar el agua muy somera. Hay en este lugar una industria utilísima
para grandes y pequeños, y es la de hacer ligas y listones de estambre,
que llevan por todo el Reyno.
Desde Fortanete
se va a Cantavieja, capital de las Baylías, y villa de 500 vecinos,
entrando las masadas de su término: se descubren por el camino manchones de
pinares,
enebrales, etc. Se atraviesa una larga cañada y un
territorio que llaman de la matanza cerca de un castillo que tiene el nombre del
Cid, acaso por alguna batalla que ganaría allí este guerrero
['Matanzas' existeix actualment, com
una partida, al sud del poble, riu amunt, per la zona on està l'ermita de la
Virgen del Buen Suceso].
Después se atraviesa un pinar, y baxando una grande y penosa cuesta se llega a
Cantavieja, cercada de una serranía y al pie de un alto monte. Su término
es en parte de cinco leguas, repartido en tierras de pasto y labor, muchos
pinares, y ciento cincuenta masadas:
canteras de mármoles blancos y
de mezcla: iglesia nueva y muy espaciosa de tres naves, en la cual
falta fachada: buen caserío, y no malas calles: bastantes fábricas de
paños: demasiadas ermitas y cofradías: industria de ligas y cintas de
lana, como en Fortanete: escuelas de Gramática muy concurridas de
todas las Baylías, etc. Se conserva en esta villa la casa de los Señores
Zuritas, oriundos de Mosqueruela, decentísimamente amueblada, y continúa
la familia en un mayorazgo de muy buen patrimonio. Guardan en ella los Anales de
su célebre antecesor Gerónimo Zurita.
Dexada la metrópoli
de las Baylías se va a la Iglesuela llamada del Cid, por laderas de
montes bastante bien cultivadas, descubriéndose algunas masadas en los
barrancos, y en las cumbres de los montes porción de pinares. Tiene la
Iglesuela 250 vecinos, y un vallecito lleno de frondosas huertas, y en el
pueblo su poco de fábrica de cordellates y estameñas. La iglesia es de
tres naves, en cuyos altares de malísima hojarasca se gastaron mal los
caudales. El mayor es el más ridículo. Se ha de exceptuar el de ánimas, y
otros dos que tienen alguna regularidad. la capilla de la Comunión, costeada por
los Señores Aliagas, tiene magnificencia, y algunas obras de escultura bastante
buenas. La portada de la iglesia está adornada con algunos baxos relieves. Hay
ermitas y cofradías, según la costumbre de las Baylías. Una distante a media
legua de la villa se intitula nuestra Señora del Cid. Pudo aquel famoso capitán
hacer por aquí alguna mansión al ir, o volver del Reyno de Valencia.
Por entre los
barrancos, no tan fragosos como los anteriores, y a vista de varias matas de
pinares, pertenecientes al término de Mosqueruela se pasa por esta villa
del Obispado de Teruel, cuya población es de 400 vecinos, inclusas las masadas,
que son muchas. No hay cosa de consideración en los ornatos de su Parroquia. A
corta distancia de Mosqueruela se llega a Puerto mingalvo, pueblo
de 300 vecinos, situado en una explanada sobre elevadas peñas, con sus murallas,
y pertenece al Señor Arzobispo. [...]
I continua el camí
allunyan-se de les nostres terres, cap a Castel-Vispal, Linares,
Villarroya, Aliaga, Valdeconejos i, més endavant,
Alcañiz, Calanda i torna direcció a Valdealgorfa, la
Valdejunquera, la Fresneda, però torna a allunyar-se seguint per
Mazaleón, Maella, Caspe, Belchite i Zaragoza.
[PONZ, Antonio.
Viage de España en que se da noticia de las
cosas más apreciables, y dignas de saberse que hay en ella.
Joachin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
Madrid. 1772-1794] (Vol.XIII, 1785)
bivaldi.gva.es (Vol.XV, 1788)
bivaldi.gva.es
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Nacional la trobem tota sencera:
bdh-rd.bne.es
(18 Tomos)
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