Luisa Camañes Monserrate


EIXIR | s.XX | p.48 | Luisa | p.66 | s.XXI | biblio


Portell: usos y costumbres, desde el siglo XIX al XX (1990)


LA INDUSTRIA (pp.62-66)

A raíz de los 'faixeros', nacieron los artesanos, y de los artesanos, la industria. Hacia el 1912, Miguel Mestre, Miguel Antolí, José Camañes y Amador Marín fueron los primeros artesanos que por su cuenta fabricaron las fajas. Ya no había necesidad de ir a buscar trabajo a Morella. Portell se había convertido, aunque artesanalmente, en un pueblo industrial. Allá por el año 1932 comenzaron a ser fabricantes-artesanos, Eustaquio Bono y Perfecto Segura. Todos los artesanos continuaron siendo faixeros hasta su jubilación.

La mujer es la que se cuidaba de la fabricación, teniendo por clientes a los esposos y a los demás hombres restantes que se dedicaban a esta profesión. A mediados de siglo [XX], los artesanos que más trabajaban en esta actividad eran: Perfecto Segura, Amador Marín, Daniel Mestre y Eustaquio Bono.

Todos estos artesanos no tenían fabricación propia. Al igual que José Antolí y Francisco Marín, solo disponían de la preparación. Toda su maquinaria consistía en un urdidor de madera para preparar la urdimbre y un 'caballet', como así se llamaba, que era lo que necesitaban para enrollar las fajas. El tejerlas lo hacía el resto del pueblo, como ya dijimos anteriormente. En casi todas las casas había un telar. Estas se fabricaban con hilo que se llamaba 'semi'. Hoy, a esto mismo le diríamos regenerado, hecho de los desperdicios de lana y algodón. Una vez fabricadas, se llevaban al tinte para su acabado. Los primeros años lo llevaban a Morella, a lomos de una caballería. Más tarde era a Cinctorres, en la Tintorería de Domingo Giner, donde, a petición del cliente, le darían el color deseado.

Como en todos los negocios, había también sus competencias, sus más y sus menos. Eran muchos los que hacían el mismo artículo, para un pueblo tan pequeño. Hubo una mujer, Silvestra Monserrate, que por ser la promotora de gran parte de la Industria que hoy existe en este pueblo, bien merece (que) se recuerden todos sus esfuerzos por abrir un nuevo mercado. Con pocos medios económicos supo arriesgarse y montó la primera Industria de Portell. Los telares eran accionados a mano, con dos máquinas mecánicas, una canillera y una rodetera. Era el primer motor eléctrico que se podía contemplar en este pueblo. De momento, se adaptó para funcionar a mano por carecer de fluido eléctrico, hasta que un año más tarde se instaló la fuerza motriz.

Esta fábrica se compró en Sanpedor [Santpedor, Bages], un pueblo cercano a Manresa. Vinieron a montarla dos personas de allí. Se transportó en tren hasta Vinaroz, de allí a Morella, en carros, y de Morella a Portell, a lomos de las caballerías. Las dos máquinas no eran desmontables y se tuvieron que transportar con todo su volumen. En estos telares se fabricaron pañuelos de bolsillo, tejidos de sábanas, delantales y paños de cocina, fundas de colchones y pañuelos farderos. Esta industria se matriculó con el nombre de "José Camañes" y siguió trabajando bajo este mismo nombre hasta el año 1948.

Siguiendo la misma dinastía, sus herederos instalaron tres fábricas, bajo los nombres de "Hija de José Camañes", "Textil Bono" y "Miguel Marín".

La fábrica de Miguel Marín seguiría más tarde con el nombre de "Marín y Segura S. L." en Castellón, siendo gerente de la misma, Miguel Marín y Ramón Rambla. Diez años más tarde, regiría esta gerencia Luisa Camañes Monserrate, luego, Marisa Marín Camañes. Esta empresa cedería los derechos de fabricación a "Industrial Marín Textil" (Inmatex), siendo gerente de la misma, José Miguel Marín Camañes, hijo de Portell, cuya actividad en tejidos textiles es, en la actualidad [any 1988], empresa punta de la tecnología más avanzada.

La firma "Textil Bono", sobre la década de los años setenta, se trasladó a Castellón, continuando como transformista y almacenista comercial del hogar. En 1988, es una firma con prestigio y con bastante productividad, siendo gerente de dicha empresa, Amable Bono Camañes, también hijo de Portell. La firma de "Hija de José Camañes", pasaría a ser, "Sucesores de José Camañes", (y) ahora es "Texris S. L.", especialidad en la colcha morellana, paños y toallas de rizo, una mejora de la que Portell sigue beneficiándose. Su actividad absorbe mucha mano de obra. Tanto es así, que hay que repartir trabajo a los pueblos colindantes. La dirige, como gerente, Miguel Milián,e Inmaculada Molinos Camañes.

Sobre el año 1950, Manuela Antolí, viuda de Perfecto Segura, otra mujer que, con gran tesón y energía, llevaría a cabo, con la ayuda de su hermano, Miguel, la instalación de una nueva fábrica, destinada a la fabricación de telas de colchón, delantales de cocina, pañuelos y fajas. Dio un aliciente nuevo y, durante unos años, varias familias se beneficiaban de las retribuciones de esta empresa, cuya razón social era "Vda. de Perfecto Segura". Cesó al fusionarse con "Marín y Segura S. L.", residente en Castellón. Otra nueva industria textil se instaló en Portell, el año 1965, cuyo propietario era Francisco Guardiet Maimó, dedicada a la fabricación de rizo. En el año 1973, fue adquirida por la firma "Monferrer Hermanos", trasladándose a Villafranca del Cid toda la maquinaria. El año 1977, Miguel Milián, Pedro Agut y los hermanos Lecadio y Nieves Tena, adquirieron dicha industria, trasladándola nuevamente a Portell. En la actualidad [1988], sus dueños y administradores son Pedro Agut y Leocadio Tena, dos jóvenes empresarios que, actualmente, mantienen una pujante actividad.

Otra nueva industria es la firma "Artesanía Las Cabrillas", fabricando género exterior de punto, especialidad en suéter de caballero y señora, que cada día cobra más auge y prestigio, y promete ser una buena empresa en el futuro. Sus administradores y dueños en 1988 son Eustaquio Ferrer y Francisca Marín.

Otra actividad industrial es "Cardados Fibra Textil", cuya razón social es "Industrial Ferrer", trinchadura de desperdicios textiles, siendo su administrador, Ramón Ferrer Marín, un joven empresario con ideas propias de superación. Portell, sus tierras son pobres, pero la actividad y espíritu empresarial hace de él, un pueblo relacionado, no solo en el resto de la provincia, sino en toda la provincia.

[CAMAÑES, Luisa (1990): Portell. Usos y costumbres, desde el siglo XIX al XX. Impr. en Gráficas Aparici. Castellón.)


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Recopilació bibliogràfica i transcripcions de Jacint Cerdà