LOS FAROLES DE SANTA ANA

Remataba la mañana
una fiesta, allá en Triana,
y en mi frente dejó un beso
que en mi entraña se enterró,
y me dijo el flamenquillo:
"Tengo una jaca torera
y un cortijo en Antequera
pa que vivamos los dos".

Si tienes otros amores,
yo lo tengo que sabé,
porque este cariño tuyo
yo nunca lo olvidaré.

Los faroles, los faroles
de Santa Ana
me alumbraron para verte.
Los faroles, los faroles,
ya sabían lo que yo voy a quererte.

Triana, trianera,
a la luz de los faroles,
déjame que yo te quiera.
A la luz de los faroles
déjame que yo te quiera,
déjame que yo te quiera, Trianera.

Su boquita fue embustera,
que el mosito no tenía
ni caballo ni cortijo
ni dinero pa un queré,
y en las olas del tormento
yo le vi que se abatía
y con dudas me decía:
"Yo sin ti no viviré".

Gitana, si te he mentido,
que me lo perdone Dios.
A mi naide me ha querido
y me arrimé a tu calor.

FIN

*   *   *

No diu el nom de la impremta. Editat amb "LAS MUJERES A LA GUERRA" i "HISTORIA SENTIMENTAL".

(Document d'Adelaida Moles, còpia manuscrita)

NOTA.- Aquesta és una cançó d'Enrique Montoya feta allà pels anys 50, igual que el romanç de la Guerra de Corea que l'acompanya, guerra que va tenir lloc entre els anys 1950 i 1953, causada per una invasió del règim comunista de Corea del Nord a Corea del Sud. En defensa dels sudcoreans, després del vot del Consell de Seguritat de l'ONU, van estar les tropes dels Estats Units i 14 països més, fins que van tocar la frontera amb la Xina que va equilibrar les coses. Després de tres anys de guerra, on diuen que van morir uns tres milions de persones, es va signar un armistici.

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