PRIMERA PARTE

Dicen que van a pedir
varias quintas de mujeres.
Dormirán con los soldados
y barrerán los cuarteles.

El que haya pensado en eso,
debían de haberlo premiado,
porque ahora los soldados
dormirán acompañados.

Cada uno tendrá una,
lo mismo el guapo que el feo.
Por edad y estatura
les haremos el sorteo.

Las niñas de quince años,
más bonitas que los claveles,
esas serán para el cincuenta,
que ya estamos licenciados.

Las que tengan dieciséis
y no les canse el trabajo,
irán a infantería,
que descansen los soldados.

Las que tengan diecisiete,
bonitas y con salero
irán a artillería
a dormir con los artilleros.

Las que tengan dieciocho
que sean buenas y decentes,
irán con los legionarios,
que son hombres valientes.

Las que tengan diecinueve
y muy buenas condiciones,
irán a Maestrán
a arreglar las municiones.

Las que tengan veinte,
que suelen estar muy buenas,
éstas irán a la Marina,
si es que está la mar serena.

Las que tengan veintiuno,
y que tengan buenos andares,
ésas irán a Marruecos,
al cuartel de regulares.

Las que tengan veintidós
y que sean más malas que un rayo,
ésas irán a Caballería
a bregar con los caballos.

Las que tengan veintitrés,
tan hermosas como son,
y por tener tan buenas bombas,
ésas irán a Aviación.

Las que tengan veinticuatro,
por ser mayores de edad,
ésas irán a las oficinas
del Gobierno Militar.

De estas quintas de mujeres,
como es por necesidad,
daremos otro recazo
por si tienen algo que alegrar.

SEGUNDA PARTE

Las que tengan que alegrar,
que son hijas de viuda,
que se case su madre,
aunque sea con un... [il·legible].

Que a ellas las necesitamos
porque son muy buenas damas,
y vendrán a Automovilismo,
que los chóferes las reclaman.

Las criadas y marmotas
que no quieren trabajar,
ésas irán destinadas
a Ingenieros, a picar.

Las que tengan
un brazo roto,
las destinaremos
al Grupo de Sanidad.

Las niñas que están muy locas
y tengan mal la chaveta,
ésas las destinaremos
a la Sala de Banderas.

Las grandes, ciegas y sordas
y todas las de los andurriales,
que se queden en su pueblo
para entretener a los municipales.

Aquí termina la historia,
que la escribe un veterano
con DOCE MESES DE MILI
que pronto se irá licenciado.

FIN

No diu el nom de la impremta. Editat amb “CONSUELO Y ANTONIO”