CANTARES
Cara vez que a ti me acerco
sólo tu mirada busco,
pones los ojos en blanco
y yo me muero de gusto.
No hay amargura a tu lado,
tus palabras son de miel,
y son tus ojos dos astros
que me alumbran por doquier.
El día que yo nací
vistieron luto las flores,
porque alumbraba mi madre
al rey de los alcornoques.
¡Ay! decía un moribundo
y le contestó un guasón:
"No se queje, hermano mío,
que va usted a cenar con Dios".
Cuando templa el guitarrico
un baturro de Aragón,
se arranca el diablo los pelos
porque teme ver a Dios.
Díjole un rey a un soldado:
¿quién manda aquí?¡vive Dios!
Y el soldado respondiole:
"la fuerza no, la razón".
No es sabio quien no predica
la verdad en mis palabras,
y ciego aconseja a todos
que vayan por sendas falsas.
Cuando el ciego aleja a todos,
llora el corazón del ciego,
porque se ve sin amparo,
privado de sus derechos.
FIN
* * *Imprenta de Manuel Palau, B. de
Alagón, Morella. Editat amb "NUEVA RELACIÓN",
"PASO-DOBLE FLAMENCO" i "ARIA DE LA VIEJECITA" |